sábado, 11 de diciembre de 2021
UNA BODA EN LYON, STEFAN ZWEIG
miércoles, 20 de enero de 2021
LA SOCIEDAD LITERARIA DEL PASTEL DE PIEL DE PATATA DE GUERNSEY, MARY ANN SHAFFER Y ANNIE BARROWS
La sociedad literaria del pastel de piel de patata de Guernsey
Autoras: Mary Ann Shaffer y Annie Barrows
Nº de páginas: 298
Editorial: Salamandra
Año de edición: 2018
Género: Narrativa contemporánea, histórica
Sinopsis
Traducida a más de 20 idiomas, con más de 5 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo y llevada al cine por Mike Newell, La Sociedad Literaria del Pastel de Piel de Patata de Guernsey es una deliciosa y conmovedora novela epistolar que se ha convertido en un clásico indiscutible sobre el poder de la palabra y el valor de la literatura como refugio y consuelo en tiempos difíciles. Una historia humana y divertida, que transmite una intensa pasión por los libros y reivindica la formidable capacidad de la lectura para unir a personas de distintos gustos, culturas e ideologías.
En un Londres devastado por las bombas y que empieza a recuperarse de las terribles heridas de la Segunda Guerra Mundial, Juliet Ashton, una joven escritora en busca de inspiración novelesca, recibe la carta de un desconocido llamado Dawsey Adams. El hombre, que vive en la isla de Guernsey, un pequeño enclave en el canal de la Mancha, está leyendo un libro de Charles Lamb que había pertenecido con anterioridad a Juliet. ¿Cómo ha llegado ese ejemplar hasta Guernsey? ¿Por qué Dawsey decide ponerse en contacto con Juliet?
Dawsey es miembro del club de lectura La Sociedad Literaria del Pastel de Piel de Patata de Guernsey, creado en circunstancias difíciles durante la contienda, una rareza en tiempos de ocupación alemana. Cuando Juliet acepta la invitación de estos excéntricos lectores para visitar Guernsey, entiende que ellos y su increíble sociedad literaria serán los personajes de su nueva novela, y su vida dará un vuelco para siempre.
Una historia humana y divertida, que transmite una intensa pasión por los libros y reivindica la formidable capacidad de la lectura para unir a personas de distintos gustos, culturas e ideologías.
Opinión personal
La sociedad literaria del pastel de piel de patata de Guernsey es una extraordinaria novela escrita de una manera exquisita. Se trata de la última novela que leímos en el club de lectura el año pasado. Está escrita de forma epistolar. Confieso que con el nombre tan largo y peculiar que tiene me imaginaba algo muy distinto a lo que luego me encontré. Tampoco me entusiasmaba la idea de que estuviera escrito con cartas que mandan unos a otros y que aunque la mayoría de las veces las envía o recibe la misma persona, Juliet Ashton, me parecía que iba a ser un lío seguir la trama. Nada más lejos de la realidad. Según avanza el intercambio de la correspondencia te vas metiendo en la historia hasta el punto de no querer que se acabe. Pero se acaba y reconozco que me dio mucha pena y ganas incluso de volver a empezar y leerla otra vez. Me ha encantado. Nada más empezar da la sensación de ser una historia frívola, intrascendente y desenfadada como parece ser la protagonista, Juliet Ashton, pero nada más lejos de la realidad. Lo que pasa es que está escrita de una manera tan delicada y exquisita que hace que lo duro y grave no lo parezca tanto. Y es que está basado en algo real como fue la ocupación alemana de la isla de Guernsey durante la II Guerra Mundial, isla que se encuentra en el canal de la Mancha y que pertenece a la corona Británica, aunque sea una ficción y los personajes sean ficticios la situación y las condiciones de vida durante esos años son muy reales.
Todo empieza con la protagonista principal de las cartas, Juliet. Es una joven escritora londinense de 33 años que ha tenido cierto éxito con un libro y que a la vez que recorre el país firmando ejemplares busca una nueva historia para escribir el siguiente y demostrar su valía. Es independiente, moderna, desenfadada, incluso puede parecer un tanto frívola. La mayoría de la correspondencia que escribe y recibe es de su editor y también amigo Sidney Stark, y que es hermano de su gran amiga de la infancia, Sophie. También cuenta con un admirador, un rico editor estadounidense, Markham V. Reynolds.
Yo no quiero casarme sólo por casarme. No se me ocurre una soledad más grande que pasar el resto de mi vida con una persona con la que no pueda hablar, o, peor todavía, con la que no pueda estar silencio.
No entiendo siquiera cómo llegué a pensar en casarme con él. Al cabo de un año de matrimonio me habría convertido en una de esas mujeres desdichadas y temblorosas que cuando alguien les hace una pregunta miran a su marido. Siempre he despreciado a las mujeres así, pero entiendo cómo se llega a eso.
Un día aparece entre su correspondencia la misiva de un desconocido, Dawsey Adams. Se trata de un granjero de la isla de Guernsey que compró un libro de Charles Lamb de segunda mano y que debió pertenecer a Juliet, ya que llevaba escrita su nombre y dirección. Está interesado en la obra de ese autor y le pregunta donde encontrar algún libro suyo, ya que al vivir en una isla pequeña tendría que encargarlo a una librería de Londres. Nos encontramos en 1946, hace muy poco que terminó la II Guerra Mundial y está todo por reconstruir. Ella le contesta y poco a poco va conociendo la existencia de La Sociedad Literaria del pastel de patata de Guernsey, un pequeño club de lectura que se formó de una manera singular en medio de la ocupación alemana en la isla y a la que pertenecen una serie de personas muy distintas y diferentes entre ellos, pero con un fin, ayudarse y apoyarse en esos difíciles momentos con ayuda de los libros. Con una solidaridad y empatía impresionante, han formado sin darse cuenta una gran familia. Ante el interés que despierta en ella cada vez que recibe una nueva carta, ya no solo de Dawysey, van llegando de los demás componentes de la sociedad, la vida de esas personas desconocidas, pero ya amigas, decide ir a conocerles.
Sidney publicó un recopilatorio de mis columnas de Izzy Bickerstaff y estuve de gira para promocionarlo. Y luego... empecé a escribir cartas a unos desconocidos que viven en la isla de Guernsey, ahora amigos, a los que sin duda me gustaría mucho conocer en persona.
Allí nos encontraremos con una realidad muy distinta a la imaginada. Conoceremos los problemas de vivir durante años bajo a ocupación de los alemanes, las historias personales de cada uno, su relación entre ellos y una ausencia muy significativa, la de Elizabeth McKenna. Dentro del drama de la guerra y de sus miserias nos encontramos con momentos graciosos y desenfadados como es la formación de la sociedad y como surgió la idea.
La Sociedad Literaria del Pastel de Piel de Patata de Guernsey nació a consecuencia de un cerdo asado que tuvimos que ocultar a los soldados alemanes...
Empezamos a reunirnos, primero por el comandante y luego por nuestro propio placer. Ninguno había pertenecido a una sociedad literaria, de modo que establecimos nuestras propias normas: nos turnaríamos para hablar de los libros que habíamos leído.
De modo que los refrigerios pasaron a formar parte del programa. Como en aquellos momentos en Guernsey la mantequilla escaseaba, había muy poca harina y el azúcar no sobraba, Will ideó un pastel hecho con pieles de patatas: puré de patatas para el relleno, remolacha escurrida para darle un sabor dulce y pieles de patatas para formar la corteza. Por lo general, las recetas de Will son discutibles, pero ésa se convirtió en una de nuestras favoritas.
Por raro que parezca, los alemanes permitían -e incluso fomentaban- las actividades artísticas y culturales entre los habitantes de las islas del Canal. Su objetivo era demostrar que su ocupación era modélica.
Era el típico alemán: alto, rubio y de ojos azules, pero con la excepción de que era capaz de sentir dolor.
Aunque todos son grandes personajes, ella para mi es la mejor. Sientes empatía por todos, y te encariñas de todos, pero con ella va más allá, te llega al corazón.
—Habría sido mejor para ella no tener el corazón que tenía.
—Sí, pero peor para el resto del nosotros.
Es una emotiva novela que habla de historias y dramas humanos, y de como la lectura y la literatura ayuda a salir adelante en momentos difíciles. Pero también es un soplo de aire fresco y un canto a la esperanza, llena de amor a los libros, de amistad, de compañerismo, con optimismo y alegría de vivir.
Frases
Eso es lo que me encanta de la lectura: uno encuentra en un libro un detalle que le despierta interés, y ese detalle lo lleva a otro libro, y allí encuentra otro detalle que lo lleva a un tercer libro. Es una progresión geométrica: sin un final a la vista y sin otro motivo que no sea el simple goce.
Ahora ya no tengo cerdos. Se los llevaron los alemanes para dar de comer a los soldados que tenían en el continente, y me ordenaron que cultivasen patatas. Teníamos que plantar lo que ellos nos dijeran, y nada más.
Los alemanes eran erráticos a la hora de impartir justicia, de modo que nunca se sabía qué condena iban a imponer.
Al ver que nadie respondía al fuego, se dieron cuenta de los británicos nos habían dejado indefensos. Así que dos días después llegaron pacíficamente en sus aviones y nos ocuparon durante cinco años.
Al principio fueron muy amables. Estaban orgullosos de haber conquistado un trozo de Inglaterra y eran lo bastante idiotas como para creer que sólo con dar un saltito tomarían Londres. Cuando descubrieron que eso no iba a ocurrir, recuperaron su maldad natural.
No somos animales enjaulados, pero ellos sí. Están atrapados en esta isla con nosotros, igual que nosotros estamos atrapados con ellos.
¿Quién pintó el retrato de Booker para salvarle la vida y acabó bailando con él por la calle? ¿A quién se le ocurrió la mentira sobre la sociedad literaria y luego la convirtió en una realidad? Guernsey no era su hogar, pero se adaptó a él y a la pérdida de su libertad.
La Sociedad Literaria del Pastel de Piel de Patata de Guernsey es una novela encantadora, una historia contada de forma exquisita y totalmente recomendable.
Lourdes
lunes, 20 de mayo de 2019
LA IMPACIENCIA DEL CORAZÓN, DE STEFAN ZWEIG
La impaciencia del corazón
Autor: Stefan Zweig
Nº de Páginas: 472 págs.
Editorial: Acantilado
Año de Publicación: 1939
Género: Novela Histórica y Romántica
Meses antes del comienzo de la I Guerra Mundial, el escuadrón del teniente Anton Hofmiller, de 25 años, es trasladado a una pequeña guarnición de la frontera húngara, cercana a Viena. Una vez allí, cuando es invitado a cenar a casa de von Kekessfalva, el hombre más rico de la comarca, cometerá la torpeza de sacar a bailar a Edith, la hija de su anfitrión sin saber que está inválida. Ante la reacción de ella y al darse cuenta de su error, avergonzado, saldrá huyendo. Al día siguiente, intentará reparar su falta y disculparse. A partir de ahí comenzará a frecuentar la casa y a la joven de tan solo 18 años, convirtiéndose sus visitas en una dependencia que no consigue controlar y con unas consecuencias nefastas. Con su inconfundible estilo, Zweig nos hace participes de los sentimientos del protagonista, su incapacidad para tomar decisiones, su actitud contradictoria en algunos momentos, la presión de la sociedad y de su entorno, la idea del honor y del comportamiento que debe tener un oficial del ejército, y el sentimiento que aparece una y otra vez de forma obsesiva: la compasión.
En La impaciencia del corazón el autor realiza una profunda reflexión en toda la novela. Desmenuza y ahonda en los sentimientos de los personajes, en especial en los del teniente, su compasión, la obsesión que resulta para el teniente esa compasión y sus terribles consecuencias.
Pero así como las flores de invernadero crecen más exuberantes y tropicales, también en la oscuridad surgen con más ímpetu las obsesiones. (Página. 37)
Sólo cuando uno sabe que es algo también para otros, descubre el sentido y la misión de su propia existencia. (Página. 68)
Sí, ya lo sé, sé que usted se mostró débil por compasión, por los mejores y más nobles motivos. Pero, y creo que ya se lo advertí una vez, eso de la compasión es una maldita arma de doble filo. (Página 238)
Sí, mi querido teniente, hay que saber poner freno a la compasión, de lo contrario causa más daño que toda la indiferencia del mundo, y eso lo saben los médicos y los jueces y los alguaciles y los prestamistas. (Página 238)
Pero hay dos clases de compasión. Una, la débil y sentimental, que en realidad sólo es impaciencia del corazón por liberarse lo antes posible de la penosa emoción ante una desgracia ajena, es una compasión que no es exactamente compasión, sino una defensa instintiva del alma frente al dolor ajeno. Y la otra, la única que cuenta, es la desprovista de lo sentimental, pero creativa, que sabe lo que quiere y está dispuesta a aguantar con paciencia y resignación hasta sus últimas fuerzas e incluso más allá. Sólo cuando uno llega hasta al final, hasta el final más extremo y amargo, sólo cuando uno tiene la gran paciencia, puede ayudar a los hombres. ¡Sólo cuando se sacrifica a sí mismo, sólo entonces! (Página 239)
Uno de los dos tenía que acabar siendo infeliz por este amor absurdo, y quizá los dos. (Página 288)
...se puede huir de todo, menos de uno mismo...(Página 357)
Ha ocurrido y es irrevocable. La he engañado y ellos me han engañado. Me he comprometido. Me han comprometido. (Página 411)
...sé que ninguna culpa queda olvidada mientras la conciencia tenga conocimiento de ella. (Página 464)
En La impaciencia del corazón nos encontraremos una vez más con un Stefan Zweig maestro en describir los sentimientos, en este caso el de la compasión y sus consecuencias.
Lourdes
lunes, 26 de junio de 2017
UNA TIENDA EN PARIS, DE MÀXIM HUERTA
Hace unos meses leí por casualidad una novela de Máxim Huerta, el conocido periodista y ganador del premio primavera en 2014 con su cuarta novela "La noche soñada". La que yo leí "Una tienda en París" es su tercera novela y según nos cuenta la tienda a la que hace referencia el titulo, existe de verdad: "Alice Humbert. Novedades".
Lourdes