Las violetas de Toulouse
Autor: Carlos Díaz Domínguez
Nº de páginas: 342
Editorial: Independently published
Año de publicación: 2021
Género: Thriller histórico
http://www.carlosdiazdominguez.com/biografia.html |
Carlos Díaz Domínguez nace en Madrid en el año 1959. Es licenciado en Ciencias Económicas. Sus primeros pasos en la literatura los da escribiendo sus vivencias en los múltiples viajes que ha realizado, una de sus grandes pasiones junto al cine y al teatro. En el año 2006 publica su primera novela, Los impares de Sagasta. También en ese año recibe un premio en el Certamen Internacional Camilo José Cela por su cuento Semíramis. En el año 2007 vuelve a salir al mercado con una novela, Los ascensores dormidos de La Habana, libro que ha sido reeditado. En los años 2009 y 2010 publica dos novelas cortas: Franco morirá en Rodalquilar y La pasmosa herencia de José Belmonte. En 2011 Tres colores en Carinhall. En el año 2012 resulta seleccionado como uno de los finalistas en el Certamen de relatos breves María Moliner con su escrito titulado En una noche de tormenta. En 2012 Lágrimas sobre Gibraltar. Regresa en el año 2014 con los relatos Un informe en Sevilla y En noches de luna llena, dentro de libros colectivos, y con su quinta novela, A las ocho en el Novelty.
En 2016 publica su primer libro de relatos Vagones en Prosa y el relato Blanco Yhasmina, este último dentro de un libro colectivo. En 2016 publica La menorah de Petra tanto en papel como en digital. En 2017 vuelve a participar en la colección Narradores almerienses con su novela corta El humo cegó tus ojos. Entreacto en el Apolo (2018). En el año 2019 publicó la novela Diamantes de luz helada (reseña aquí), y el relato El espejo incómodo dentro de un libro colectivo. Las violetas de Toulouse (2021) es su novena novela.
Sinopsis
En otoño de 1944 Toulouse vive tiempos de esperanza. La II Guerra Mundial está decantándose a favor de los Aliados, que ya ocupan una parte importante de Europa habiendo llegado a liberar Francia con éxito.
En la ciudad del Garona se darán cita mujeres españolas, cada una con una procedencia vital distinta. Catalina trabaja de enfermera y vive con un republicano exiliado. María Eulalia, hermana de dos sacerdotes asesinados en el Madrid de 1936, viajará a Francia con un objetivo concreto: averiguar los planes del Partido Comunista de España para invadir el país y derrocar a Franco.
Las violetas de Toulouse nos conducirá a la cadena de sucesivos dilemas que vivirán ambas mujeres, que les llevarán a enfrentarse con el entorno y con ellas mismas, cuestionándose sus principios, sus actuaciones, sus relaciones personales y sentimentales, y hasta su propio futuro.
Opinión personal
He tenido la suerte de poder leer Las violetas de Toulouse gracias al autor que me hizo llegar un ejemplar. Cuando el año pasado leí Diamantes de luz helada me quedó claro que leer a Carlos Díaz Domínguez además de ser un placer por la manera que tiene de narrar los acontecimientos, es aprender y conocer detalles de la historia de España olvidados o poco conocidos. En esta ocasión sabremos de espías y de las intenciones de invadir el país para reinstaurar la república por parte de los comunistas en el exilio, tema del que se ha escrito y tratado muy poco. Las violetas de Toulouse es una historia de ficción que está basada en hechos reales, aunque el autor nos avisa que las fechas que aparecen no se corresponden exactamente con las reales. Como es costumbre en sus novelas está muy bien documentada.
Nos trasladaremos al Toulouse de 1944, y a la guerra civil española de tal manera que sentiremos el ambiente que se vivía en esos años de conflictos bélicos tanto aquí como en Francia. Es sorprendente como desde el primer momento te atrapa la narración y te introduce en la trama con un buen ritmo que no va a decaer en ningún momento.
Todo empieza en el año 1944 cuando el general Torregrosa recibe otra foto, y ya van cuatro, del último espía asesinado enviado a Toulouse para obtener información sobre la invasión que preparan los comunistas exiliados allí. Por detrás de la foto y escrito con tinta roja se puede leer:
¡Mandad más. Así serán tratados. Salud y República!
El general buscará la ayuda del que fuera su subordinado durante la guerra, Nicolás Bustamante, hombre cruel, sin escrúpulos y con muchos recursos que pensará en una mujer para la misión. Al terminar la guerra y movida por la venganza colaboró con él delatando a comunistas y ayudando así con la limpieza de rojos que inició la dictadura de Franco.
Hay dos líneas de tiempo, por un lado la que nos lleva a la ciudad francesa de Toulouse, en la que se han concentrado gran parte de los exiliados republicanos españoles. Y por el otro nos remontamos a la guerra civil española. Veremos las dos caras de la guerra, conoceremos la historia desde los dos frentes, desde las dos ideologías, sin tomar partido, relatando las barbaridades cometidas por miembros de ambos lados, los ajustes de cuentas, los paseos y asesinatos sin juicio previo tanto de un bando como por el otro.
Los madrileños vivían demasiado atenazados por un pasado que nadie había olvidado. Las noches de los paseos todavía permanecían demasiado presentes en la memoria colectiva de una ciudad que vivió innumerables madrugadas de doble terror: terror rojo, terror azul.
Conoceremos a una joven madrileña, Catalina Rodríguez que al comenzar la guerra dejará su trabajo para ayudar como enfermera y comadrona en el bando republicano. El autor dedica la novela a todas las enfermeras que lejos de huir a posiciones más cómodas y seguras, eligieron voluntariamente permanecer al lado de los enfermos cuando estos más las necesitaron, independientemente de si la bandera que defendían tenía dos colores o tenía tres.
A Catalina la encontraremos años después entre los republicanos españoles que se tuvieron que exiliar a Francia y que se reúnen en el bistró La violette du sud de Toulouse. Allí se dan cita su actual pareja, Vizcaíno, y sus camaradas Cojo, Bigotes, Pescador y Ginés que es el cabecilla del grupo. Son algunos de los muchos comunistas españoles que luchan contra los alemanes y que sueñan no solo con acabar con los nazis, sino con entrar en España triunfadores y acabar con el fascismo y la dictadura.
Desde aquel verano de 1941 los republicanos españoles se convirtieron en los luchadores más eficaces que ha tenido el ejército francés. Personas que venían de combatir, de penar, de sufrir los rigores de una guerra en sus propias carnes. Sabían lo que era ver morir y, en estos casos lo más positivo, sabían lo que era matar.
Por otra parte, también en Madrid en los primeros días del alzamiento, una joven, María Eulalia Gómez-Calcerrada y Romero de Ávila, acude con su madre y su hermano sacerdote a una misa oficiada por su otro hermano también sacerdote. Irrumpen unos milicianos en la iglesia matando a su madre y hermanos. Ella salva la vida gracias a uno de los milicianos. Entonces tomará la decisión de hacerse pasar por republicana mientras la capital esté en su poder y colaborar con su causa con la única intención de poder vengar las muertes de sus familiares en el futuro. Cambiará su nombre por el de Jacinta y aprenderá a mentir y a fingir para salvar la vida, convirtiéndose así en una espía.
Ella había cincelado cada letra de la palabra traición con el escoplo de charlas y cenas o comidas, en amaneceres o en viajes hacia o desde el frente, incluso, había traicionado a más de un hombre al que utilizó para satisfacer una necesidad corporal de la que desconocía su existencia y que descubrió con ellos.
Dos protagonistas, Catalina y Eulalia (Jacinta), unos personajes muy interesantes y con mucha fuerza. Son muy distintas y de ideologías opuestas, pero las dos tienen en común que son unas supervivientes y no están de acuerdo con todo lo que ven a su alrededor. Las dos sufrirán y tendrán grandes cambios en su vida, vivirán el amor y el desamor. Para Catalina lo importante es su profesión de enfermera y comadrona, y ayudar a los demás en lo que puede desde su puesto en el hospital en el que trabaja. Eulalia tiene que aprender a sobrevivir sola durante la contienda, y aunque al principio le mueve la venganza después comprenderá que la guerra terminó, por mucho que algunos se empeñen en seguir con la lucha tanto en un lado como en el otro.
—Hubo una guerra y en ella murió demasiada gente. Pero esa guerra ya terminó. ¿No lo has oído en la radio?
En Las violetas de Toulouse encontraremos unas historias duras de guerra y muerte; ideales, lealtad, intrigas, engaños, venganza y traición, pero también hay lugar para la esperanza, el amor, el perdón y la reconciliación.
Las violetas de Toulouse es una novela estupenda que te atrapa desde la primera página, con unas protagonistas y unas historias que no te dejaran indiferente.
Lourdes