Autor: Joaquín Berges
Nº de Páginas: 304
Editorial: Tusquets Editores
Año de Edición: 2011
Género: Narrativa Contemporánea
Joaquín Berges (Zaragoza, 1965), licenciado en filología hispánica. Se dio a conocer con la novela El club de los estrellados (Premio a la Mejor Ópera Prima 2009), en el Festival du Premier Roman de Chambéry, Francia y Nuevo Talento de FNAC), a la que siguieron Vive como puedas (2011) y Un estado del malestar (Premio Cálamo 2012), dos comedias que, gracias al boca a boca, han logrado un prolongado éxito entre el público. En 2014 apareció La línea invisible del horizonte (reseña aquí), una historia de superación y en 2015 se publica Nadie es perfecto, una parodia desopilante de las novelas inglesas de ambiente exclusivo y misterio a lo Ágatha Christie; en ese año recibió el Premio Artes & Letras del Heraldo de Aragón. Después ha publicado Una sola palabra (2017) y a finales de 2018 Los Desertores, la que hasta el momento es su última novela, una emotiva historia entre padres e hijos que une el presente con las trincheras de la primera guerra mundial.
Sinopsis
Por más que le recomienden tomarse las cosas con calma, y que su mujer, naturista convencida, quiera inculcarle los hábitos de una aburrida vida sana, Luis no gana para sobresaltos. Su primera mujer, Carmen, se ha casado con su primo Óscar, un arribista que no solo se ha quedado con ella sino también con el puesto al que aspiraba Luis en la empresa de energía eólica para la que trabaja. Entre llamada y llamada de su madre para hablarle de la tensión arterial, Luis intenta resolver los conflictos de su hijo pequeño en el colegio, preocuparse por los líos de sus hijos mayores con las drogas de diseño, asumir que sigue enamorado de Carmen y aplaudir las actuaciones de un peculiar payaso que conoce gracias a sus hijos. Mientras el viento hace girar las palas de los aerogeneradores como saetas de un reloj que descuenta el tiempo que le queda de vida. Así, entre complicaciones crecientes y vivencias al límite, el equilibrio algo inestable de su situación inicial acaba volviéndose un descontrolado desequilibrio estable lleno de giros hilarantes.
Opinión Personal
Vive como puedas empieza con:
Una vez leí que el cerebro humano solo es capaz de memorizar el diez por ciento de lo que lee, aunque no estoy muy seguro de lo que digo porque solo recuerdo el diez por ciento de esa lectura. Tal vez por eso necesito escribir un diario.
Luis, el protagonista, escribe un diario contando su vida. Por un lado su complicada vida familiar y sentimental y por otro su no menos complicada situación en el trabajo. Separado de Carmen, el verdadero amor de su vida, con ella tiene un hijo y una hija adolescentes, Álex y Cris. En la actualidad se encuentra casado con Sandra, naturista, vegetariana, apasionada seguidora de la vida sana y natural. Con ellos vive Everest, su hijo pequeño (no me he equivocado, se llama así) y su hijastra Valle de diez años (personaje que me ha encantado por su madurez y la paciencia que tiene con su hermano y su padrastro).
Valle dice que el futuro de ayer es el pasado de hoy, una esperanza condenada a convertirse en nostalgia.
Como dijo Valle en cierta ocasión: lo que en unos es carácter en otros es idiotez. Óscar pertenece a la clase de idiota que pasa por tener carácter, mientras que yo, que tengo carácter, parezco idiota integral.
Otro personaje de peso en todo es Óscar, el primo de Luis que no solo le ha quitado al amor de su vida (Carmen), y el ascenso en el trabajo, también tiene que aguantar que Pura, su madre, le ponga de ejemplo de buen hijo, buen sobrino y bueno en todo. Luis utiliza como confidente y paño de lagrimas a su vecino Carles, médico al que recurre una y otra vez. Y por si no tuviera bastante con su pareja y su ex, pone los ojos en la joven profesora de su hijo pequeño.
Adoro ver a Harold venciendo a sus enemigos. Es una sensación pletórica...Mis aplausos y vítores no son solo para Harold Lloyd sino para todos los enclenques y antihéroes del mundo, para que se levanten en armas contra sus opresores y acaben con ellos.
Así es como se siente Luis en algunos momentos, como un Harold Lloyd del que algunos se aprovechan y se ríen. Y es que se trata de un autentico perdedor que busca ganar alguna vez, aunque lo único que hace es meterse en líos y crear enredos, siempre con buenas intenciones, es una persona sin doblez, cándido, ingenuo, metepatas y bastante inmaduro. Se preocupa por su familia, por los problemas que intuye que tienen sus hijos mayores con las drogas de diseño, por el novio de su hija, por los problemas que tiene en el colegio su hijo pequeño y en su afán por ayudar lo enreda todo y crea unas situaciones cómicas y aveces incluso absurdas que le quita dramatismo y hace que sonrías y te rías, incluso a carcajadas. Trata temas tan diversos como pueden ser las drogas, la energías renovables, la infidelidad, el amor verdadero y el amor imposible, la enfermedad, la eutanasia o el aborto.
Narrada en primera persona cuando leemos lo que ha escrito en su diario y por una tercera persona, un narrador omnisciente que se va intercalando, y con brillantes diálogos. Destacar las preguntas de Everest a su padre y las respuestas de Valle que es mucho más madura que su padrastro. Es una comedia de situación o sitcom, como nos comentó el autor en el encuentro que tuvimos con él en el club de lectura. También realiza un homenaje al cine con menciones, como la que hace al actor Harold Lloyd y sobretodo con el título Vive como puedas en clara referencia a la célebre película Vive como quieras (1938) de Frank Capra.
Como curiosidad decir que está dividida en dos partes:
Antes de Equilicuá y Después de Equilicuá. (Palabra que usaba mucho su padre y hace referencia a encontrar la solución o lo que se busca)
Y cada capitulo se presenta como si fuera un prospecto medicinal: Principio activo, Posología, Composición cualitativa, Interacción con otros medicamentos, Precauciones de uso, Contraindicaciones, Posibles reacciones adversas, Caducidad....
También nos contó el autor la importancia de los nombres para los personajes. Por eso Sandra, amante de la naturaleza, llama a sus hijos Valle y Everest. Y al primo, irónicamente Óscar, nombre de un conocido premio cinematográfico, cuando es más bien un castigo.
Y el autor no descarta una segunda parte dentro de unos años.
Nada hay más inquietante para un cónyuge que tratar de imaginar lo que se esconde tras el silencio de su pareja...Lo malo es que esta forma de actuar no favorece la reconciliación y sí el recuerdo, de manera que nuestros trapos sucios se van depositando en la cesta de la memoria en lugar de ser convenientemente lavados y centrifugados en la lavadora de la conciencia.
-Es posible que a los veinte años puedan cumplirse los sueños -dice-, pero me temo que a mi edad los sueños se roncan. Hay que afrontarlo con valor. Algunos sueños de la adolescencia, quizá todos, están destinados a no cumplirse.
A veces olvidamos que solo somos unos pobres mortales con fecha de caducidad, igual que los alimentos envasados al vacío.
El amor insatisfecho representa la imposibilidad de vivir. Es como una enfermedad, un cáncer que te mina los órganos vitales y te va convirtiendo en un cadáver.
La felicidad es una aparición fantasmagórica, tétrica, como el espectro de un ente muerto. Debería asustarnos. Aterrarnos. Sobreviene siempre en forma de recuerdo, cuando ha dejado de existir y ya es demasiado tarde para revivirla.
Vive como puedas es una estupenda comedia de enredos, entretenida y divertida con un trasfondo serio en el que trata temas muy diversos pero siempre con un toque de humor que incluso hace que te rías a carcajadas.
Lourdes
