El día que se perdió la cordura
Autor: Javier Castillo
Nº de Páginas: 456 págs.
Editorial: Suma
Año de Edición: 2017
Género: Novela Negra, Thriller
Javier Castillo (Málaga, 1987) es un escritor español. Trabajaba como asesor financiero en esa ciudad. Escribió su primera novela El día que se perdió la cordura, en 2014, durante año y medio en gran medida durante sus desplazamientos diarios en el tren de cercanías entre Fuengirola y la capital malagueña. Decidió mandar el manuscrito por email a tres grandes editoriales, pero decidió no esperar y esa misma noche lo autopublicó y el éxito de ventas en Amazon (permaneció 540 días en el top 100 de Amazon en España y llegó a vender 40.000 ejemplares) hizo que varias editoriales se interesarán, siendo publicada en papel en 2016. En enero de este año (2018) publicó su segunda novela El día que se perdió el amor.
"A veces el destino nos pone a prueba para que sepamos que existe."
Centro de Boston, 24 de diciembre. Un hombre camina desnudo con la cabeza decapitada de una joven. El doctor Jenkins, director del centro psiquiátrico de la ciudad, y Stella Hyden, agente de perfiles del FBI, se adentrarán en una investigación que pondrá en juego sus vidas, su concepción de la cordura y que los llevará hasta unos sucesos fortuitos ocurridos en la misteriosa localidad de Salt Lake diecisiete años atrás.
Con un estilo ágil lleno de referencias literarias (García Márquez, Auster, Orwell o Stephen King) e imágenes impactantes, Javier Castillo construye un thriller narrado a tres tiempos que explora los límites del ser humano y rompe los esquemas del género de suspense. Amor, odio, destino, extrañas prácticas, intriga y acción trepidante inundan las páginas de una novela que se ha convertido en todo un fenómeno editorial antes de su publicación en papel.
Cuenta Javier Castillo en una entrevista que una noche tuvo un sueño "muy extraño" y, al despertarse, supo que era la primera escena de una novela.
Después de ver tantas críticas favorables y recomendaciones de El día que se perdió la cordura tenía muchas ganas de leerlo. Tengo que decir que las expectativas eran bastantes altas y aunque me ha gustado, es una historia que engancha, con mucha acción, suspense, intriga, misterio... como suele pasar en estos casos en algún momento pensé que no era para tanto.
Está ambientada en E.E.U.U., (es un tipo de novela que sería poco creíble en España), parte de la acción trascurre en un pueblo inventado Salt Lake, pero el resto de ciudades como Boston, son reales. Bien podríamos verla en el cine.
La historia empieza en Boston el 24 de diciembre de 2013, cuando aparece en pleno centro de la ciudad un hombre desnudo con la cabeza de una joven en la mano. Enseguida es detenido y llevado a un psiquiátrico donde el director, el doctor Jenkins y la especialista en perfiles psicológicos del F.B.I., Stella Hyden, llevarán a cabo una investigación para evaluar la salud mental del detenido, su cordura, y al que los medios de comunicación llamarán "el decapitador"(Jacob) .
Además del presente da dos salto en el tiempo, hay tres espacios temporales, por un lado nos irá contando lo ocurrido tan solo unos días antes, y por otro, algo que sucedió en Salt Lake el 13 de junio de 1996 y que tiene conexión y será vital para poder entender los acontecimientos después en el 2013. Estos saltos en el tiempo son continuos, y al menos a mi al principio me costó acostumbrarme ya que también cambia de narrador, pasa de primera a tercera persona en tan solo unas pocas páginas y del 26 al 21 de diciembre...o al 14 de junio de 1996.
Poco a poco conoceremos la historia de Amanda Maslow y su familia, todo lo ocurrido en el verano de 1996 en Salt Lake. Y también conoceremos a Jacob. Por supuesto hay otros personajes secundarios, y todos tienen su importancia en la trama. Cuando parece que todo está más o menos aclarado, en el Epílogo queda totalmente abierto a una nueva historia, una continuación que como ya sabemos se llama El día que se perdió el amor. Me resulta muy difícil contar algo sin desvelar alguno de los misterios que hay, por lo que creo que va a ser mejor que no cuente nada más.
En El día que se perdió la cordura nos encontramos ante unas muertes, unas desapariciones, y un sinsentido que hará que nos planteemos cuando se perdió la cordura y cuantos la perdieron. Es un thriller adictivo, trepidante y absorbente, no da tregua y no puedes parar de leer hasta el final.
Lourdes
"A veces el destino nos pone a prueba para que sepamos que existe."
Centro de Boston, 24 de diciembre. Un hombre camina desnudo con la cabeza decapitada de una joven. El doctor Jenkins, director del centro psiquiátrico de la ciudad, y Stella Hyden, agente de perfiles del FBI, se adentrarán en una investigación que pondrá en juego sus vidas, su concepción de la cordura y que los llevará hasta unos sucesos fortuitos ocurridos en la misteriosa localidad de Salt Lake diecisiete años atrás.
Con un estilo ágil lleno de referencias literarias (García Márquez, Auster, Orwell o Stephen King) e imágenes impactantes, Javier Castillo construye un thriller narrado a tres tiempos que explora los límites del ser humano y rompe los esquemas del género de suspense. Amor, odio, destino, extrañas prácticas, intriga y acción trepidante inundan las páginas de una novela que se ha convertido en todo un fenómeno editorial antes de su publicación en papel.
Cuenta Javier Castillo en una entrevista que una noche tuvo un sueño "muy extraño" y, al despertarse, supo que era la primera escena de una novela.
Después de ver tantas críticas favorables y recomendaciones de El día que se perdió la cordura tenía muchas ganas de leerlo. Tengo que decir que las expectativas eran bastantes altas y aunque me ha gustado, es una historia que engancha, con mucha acción, suspense, intriga, misterio... como suele pasar en estos casos en algún momento pensé que no era para tanto.
Está ambientada en E.E.U.U., (es un tipo de novela que sería poco creíble en España), parte de la acción trascurre en un pueblo inventado Salt Lake, pero el resto de ciudades como Boston, son reales. Bien podríamos verla en el cine.
La historia empieza en Boston el 24 de diciembre de 2013, cuando aparece en pleno centro de la ciudad un hombre desnudo con la cabeza de una joven en la mano. Enseguida es detenido y llevado a un psiquiátrico donde el director, el doctor Jenkins y la especialista en perfiles psicológicos del F.B.I., Stella Hyden, llevarán a cabo una investigación para evaluar la salud mental del detenido, su cordura, y al que los medios de comunicación llamarán "el decapitador"(Jacob) .
Además del presente da dos salto en el tiempo, hay tres espacios temporales, por un lado nos irá contando lo ocurrido tan solo unos días antes, y por otro, algo que sucedió en Salt Lake el 13 de junio de 1996 y que tiene conexión y será vital para poder entender los acontecimientos después en el 2013. Estos saltos en el tiempo son continuos, y al menos a mi al principio me costó acostumbrarme ya que también cambia de narrador, pasa de primera a tercera persona en tan solo unas pocas páginas y del 26 al 21 de diciembre...o al 14 de junio de 1996.
Poco a poco conoceremos la historia de Amanda Maslow y su familia, todo lo ocurrido en el verano de 1996 en Salt Lake. Y también conoceremos a Jacob. Por supuesto hay otros personajes secundarios, y todos tienen su importancia en la trama. Cuando parece que todo está más o menos aclarado, en el Epílogo queda totalmente abierto a una nueva historia, una continuación que como ya sabemos se llama El día que se perdió el amor. Me resulta muy difícil contar algo sin desvelar alguno de los misterios que hay, por lo que creo que va a ser mejor que no cuente nada más.
En El día que se perdió la cordura nos encontramos ante unas muertes, unas desapariciones, y un sinsentido que hará que nos planteemos cuando se perdió la cordura y cuantos la perdieron. Es un thriller adictivo, trepidante y absorbente, no da tregua y no puedes parar de leer hasta el final.
Lourdes