Amalia Marugán
Nº de páginas: 380
Editorial: Bubok Publishing
Año de publicación: 2019
Género: Thriller, novela negra, policíaca
Amalia Marugán es Licenciada en Derecho y Diplomada en Criminología e Investigación Privada. Posee una de las licencias más antiguas como Detective privado de España y tuvo su propia agencia durante más de 5 años. Realizó sus prácticas en el Centro Psiquiátrico Penitenciario de Fontcalent (Alicante), uno de los más peligrosos de nuestro país y aunque su trayectoria profesional ha experimentado cambios, sigue participando de forma activa en diferentes investigaciones.
Toda su acumulada experiencia en el ámbito jurídico - criminal ha querido transportarla a la novela y ha construido un entramado muy cercano a la realidad. La venganza que persiguen algunos personajes, la maldad que poseen otros y la impunidad con la que actúan algunos empresarios y políticos corruptos, dominan la acción desde las primeras páginas.
Sinopsis
Durante tres días de septiembre del año 2013, tras el paréntesis estival, un prestigioso despacho de abogados de Madrid recupera el ritmo frenético de trabajo. Un mediático cliente traerá sin pretenderlo la solución para cerrar un caso abierto veinte años atrás "el crimen de la calle Doctor Olariz". La víctima de aquel brutal asesinato, sigue rezando para encontrar a su agresor, un psicópata que odia a las mujeres y disfruta viéndolas sufrir. Y Mena, una detective más que suspicaz, nos enseñará su peculiar forma de trabajar, donde cumplir la ley no está recibido con obtener venganza.
La venganza que persiguen algunos personajes, la maldad que poseen otros y la impunidad con la que actúan algunos empresarios y políticos corruptos, dominan la acción desde las primeras páginas.
Opinión personal
Vivir como si ya hubieras muerto es una novela que he podido leer gracias a Masa Crítica y Babelio. No conocía a la autora y confieso que elegí la novela por el título, me llamó la atención y ha sido un acierto. Me ha gustado mucho como la autora cuenta la historia, la forma de narrar lo sucedido, de forma sencilla y con unos personajes bien perfilados. Conoceremos de ellos su vida personal y sus circunstancias a medida que se va desarrollando la trama. Además, el que la autora sea licenciada en derecho, diplomada en criminología y en investigación privada le añade un punto más a su favor, hace que sea más atractiva y más real, nos descubre los métodos y medios de investigación con los que se pueden contar. Se lee muy bien, es una lectura amena, rápida, y muy interesante.
Todo empieza cuando el arquitecto Alberto Carraira acude al prestigioso bufete de abogados de don Julián De la Villa - Garay con la intención de que le ayuden con la demanda del divorcio. Se casó hace años con Alejandra Ripoll, bastante más joven que él, y es la caprichosa y consentida hija del rico constructor mafioso, Eusebio Ripoll, del que tiene grabaciones que le implicarían en negocios fraudulentos y corruptos. Son frecuentes sus apariciones en la prensa rosa, y ni ella ni su padre están de acuerdo con la separación. Su amigo, David Fontfría, le ha recomendado que recurra a ellos por ser uno de los mejores bufetes de abogados del país. Es amigo personal de Gonzalo, también abogado, el hijo de don Julián, el fundador del bufete, y de la Verónica Solí, que en principio se hace cargo del caso. Pronto se darán cuenta de los métodos del suegro de su cliente, que los hace seguir por dos de sus matones, el Viti, el chófer de Eusebio Ripoll, y un conocido suyo de la cárcel, el Jonás.
Es un caso mucho más complicado de lo que parece, no es un simple divorcio. En él tendrán que implicarse todos y necesitaran la ayuda de Marlen Bastida Hernández de Mena, a la que todos llaman Mena, y que está considerada como una de las mejores detectives, tanto por sus colegas como por la policía. Cuenta con un buen equipo de profesionales a sus órdenes. Para mí es un personaje importante y me ha encantado su seriedad, su profesionalidad y su fuerza. Para Verónica es algo más, es su ángel de la guarda desde hace años.
Enseguida se darán cuenta de que han dado con una pista muy valiosa para solucionar un caso abierto de hace veinte años y en el que una de las víctimas fue Verónica Solí, la protagonista. Conoceremos lo ocurrido cuando preparaba oposiciones para juez, es un personaje muy creíble, y resulta imposible no sentir empatía y ponerse en su piel, sentir su miedo y entender su deseo de justicia. O tal vez de venganza. La entenderemos a ella y también el porqué del título del libro.
Es como padecer una enfermedad crónica, uno llega a olvidarse por completo de que se puede estar bien, de que se estuvo bien tiempo atrás, y llega un día en que ni siquiera se echa de menos estar de otra manera. Estar mal forma parte de mi vida.
A veces Verónica, dejaba de hablar. Aquellos silencios no eran más que otro síntoma. Su cerebro necesitaba paz, la paz que había experimentado en estado de coma y del que a pesar de lo que se pudiera pensar, tenía nostalgia. Nostalgia por no de estar en este mundo, por desaparecer. Porque la vida siguiera transcurriendo sola.
Vivir como si ya hubieras muerto tiene sus ventajas. No te da miedo la soledad. Solo te tienes a ti, y a ti es a lo único que temes.
No mata solo el que quita la vida. Mata el que deja vivir a un ser humano habiéndole arrebatado su salud mental o física para siempre.
Me gusta la forma que tiene la autora de tratar la violencia, los malos tratos, los abusos, la maldad, también la denuncia social y la crítica a algunos temas, como la corrupción empresarial y política, y por supuesto la venganza y el deseo de justicia. Aunque sabremos quien es el culpable muy pronto, eso no quita intriga y suspense. Es muy interesante ver como investigan para poder atraparle y probar los crímenes. La novela que me ha gustado bastante, se lee rápido, es entretenida y tiene suspense, con una trama que incluye un caso antiguo por resolver, y con muchos personajes interesantes. Destacaría, además de las dos mencionadas, la detective Mena y la abogada Verónica Solí, al típico constructor corrupto, como Eusebio Ripoll, y sus guardaespaldas. Confieso que Jonás me ha dado pena.
No me importaría volver a encontrarme con otro caso de Mena, y del despacho de abogados De la Villa - Garay.
Don Eusebio no solo tenía el dinero, tenía algo más valioso que lo posicionaba como inversor prioritario, tenía contactos. Y lo más rentable para él, guardaba muchos secretos.
Nuestra sombra siempre nos engaña con una versión mejorada de nosotros mismos.
Vivir como si ya hubieras muerto me ha parecido una novela muy interesante y que te atrapa desde el principio y más teniendo en cuenta que es la primera que ha escrito la autora.
Lourdes