Autor: Alfredo Gómez Cerdá
Nº de Páginas: 256 págs.
Editorial: Ediciones SM
Año de Edición: 2005
Género: Novela Juvenil
Premio Gran Angular 2005
Alfredo Gómez Cerdá (Madrid, 1951) es un escritor español principalmente de literatura infantil y juvenil. Licenciado en Filología hispánica, dio sus primeros pasos hacia el teatro, pero es más conocido por sus obras para el público infantil y juvenil, terreno en el que se ha convertido en uno de los autores de referencia. En 1982 ganó su primer premio literario, al obtener el segundo puesto del Premio El Barco de Vapor, que ganaría en 1989. Ha publicado más de cien libros, entre novelas y cuentos; ha escrito varios guiones para cómic, ha colaborado en prensa y en revistas especializadas y ha participado en numerosas actividades relacionadas con la literatura infantil y juvenil. Muchos de sus libros han sido reconocidos con prestigiosos galardones, dentro y fuera de España. Sus obras han sido publicadas en varios países de Europa (Francia, Italia, Portugal, Alemania, Dinamarca), América (Canadá, Estados Unidos, México, Colombia, Perú, Argentina) y Asia (Líbano, China, Turquía, Corea y Japón). Ha recibido numerosos premios entre otros: La casa de verano (1985, segundo premio Gran Angular), Apareció en mi ventana (1990, premio Barco de Vapor), El beso de la fiera (1996, Premio Lector), Noche de alacranes (2005, Premio Gran Angular), Barro de Menellín (2008, Premio Ala Delta y Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2009), y El rostro de la sombra (2011, Premio Hache).
Un profesor de instituto invita a Catalina Melgosa, testigo directo de la posguerra española, a dar una charla a sus alumnos. El contacto con los jóvenes y el hecho de que recuerde un episodio de su pasado, hace que Catalina rememore, durante una larga noche, su amor adolescente por Emilio, al que ayudó cuando este fue secuestrado por los maquis. Una novela que reflexiona sobre el destino que se asigna a cada persona.
Para algunos es una revolucionaria peligrosa, otros aseguran que es un ángel lleno de valentía. En realidad, Delgadina (apodo de Catalina, era muy delgada), es solo una joven indefensa que lo arriesga todo para ayudar a Emilio, el chico que ama. Muchos años después de la Guerra Civil, al volver a casa después de una charla en un instituto, durante una noche de insomnio (noche de alacranes, como ella llama a las noches que no puede dormir), Catalina se enfrenta a sus recuerdos con ayuda de algunos objetos que tiene guardados en una caja de galletas, y volverá a vivir su amor adolescente por Emilio... ¡Qué habrá sido de Emilio!
Catalina recuerda como su hermano, Tadeo, después de la guerra tuvo que huir al monte. Ella ayuda a su hermano y a los hombres que están con él cuando secuestran a Emilio el chico del que está enamorada. Cuando la guardia civil va a detenerla, sin otra opción, escapa con su hermano y los maquis al monte, creándose una imagen de luchadora antifranquista y heroína. Tiene que refugiarse en Francia, donde vive hasta que decide volver a España.
Catalina recuerda como su hermano, Tadeo, después de la guerra tuvo que huir al monte. Ella ayuda a su hermano y a los hombres que están con él cuando secuestran a Emilio el chico del que está enamorada. Cuando la guardia civil va a detenerla, sin otra opción, escapa con su hermano y los maquis al monte, creándose una imagen de luchadora antifranquista y heroína. Tiene que refugiarse en Francia, donde vive hasta que decide volver a España.
En Noche de alacranes no encontraremos solamente una historia de amor, recrea una realidad de la posguerra española, la relación de la guardia civil con los perdedores y los maquis, gente que se veía obligada a huir al monte para sobrevivir y que muchas veces terminaban muriendo si no podían salir del país. Una novela muy interesante, no solamente para jóvenes, a mí me gustó bastante.
Lourdes
Lourdes