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viernes, 25 de noviembre de 2022

LAS INDOMABLES, TERESA ORTÍZ-TAGLE

Las indomables

Teresa Ortíz-Tagle

Nº de páginas: 121

Editorial: Independently published

Año de publicación: 2019

Género: Ficción histórica 


foto amazon

Teresa Ortiz-Tagle es una autora asturiana cuyas obras se centran en descubrir mujeres a lo largo de la historia, heroínas que realizaron grandes gestas y han sido olvidadas con el paso del tiempo.

También es autora de novelas policiales junto a Javier Cosnava.

Varias de sus novelas han estado entre las mas vendidas en Amazon.


Sinopsis

Una novela adulta, apasionante, que mezcla acción, aventuras y una historia de amistad inquebrantable.

Josefa, Carolina y Esther buscan su destino en tiempos convulsos.

¿Serán capaces de hallarlo? ¿O la guerra, la traición, el desamor y los malentendidos se lo impedirán?

La historia de tres mujeres que serán testigos de los grandes acontecimientos del siglo XX, desde la guerra mundial al mayo del 68, y dejarán una huella indeleble en la historia.



Opinión personal

Las indomables es una novela corta, la primera que leo de la autora, Teresa Ortíz-Tagle, a la que no conocía. En esta ocasión vuelvo a apostar por otro libro autopublicado, me resulta imposible resistirme a la sinopsis así, con un título y una portada muy de mi estilo. Tenía que leerlo.

Las indomables es una novela muy corta para mi gusto, nos cuenta la historia de tres mujeres, Josefa, Esther y Caroline que se conocieron en la revolución asturiana del 34 y luego coincidieron luchando en la Guerra Civil Española, en el bando Republicano, por unos ideales y por de libertad. Me hubiera gustado saber más de cada una de ellas. Es una novela corta que leí sin darme cuenta, y me encantó.


Empieza con el reencuentro en 1968 de las tres en París. Caroline cumple su sueño de dar clase como Catedrática en la Sorbona. Con ellas se encuentra la hija de Caroline, Marie. La joven quiere conocer sus historias, como se conocieron y como fueron esos días de lucha juntas en la Guerra Civil Española


Esto es un puzzle y necesito las tres piezas. Vuestras tres historias.


Cada una irá contando su vida, sabremos de sus familias, y sus circunstancias. Las tres son de procedencia muy distinta. Por un lado, Esther era de una familia católica, monárquica, y muy conservadora. 


Esther era la mayor de seis hermanos, la primogénita, la única mujer... el mundo había sido creado para los hombres, y las mujeres habían sido creadas para servirles a ellos, para complementarles a ellos, zafios demiurgos de esa crisálida de idiotas llamada civilización.


—No estudiarás una carrera —le repetía su madre, señalándole con un dedo—. Los hombres necesitan saber cosas. Nosotras, cuantas menos sabemos, más felices somos.


—En este mundo solo hay dos tipos de mujeres: las decentes y las que no lo son. ¿Quieres ser una de esas perdidas que comparten clase con hombres, una casquivana, una fresca?


Caroline era francesa, aunque su padre era natural de un pueblecito de Castellón. Cuando ella contaba tan solo cuatro años se fueron a vivir a Castellón, su madre sería profesora de francés para señoritos ricos y su padre recolector de cítricos. 


No había nada que hacer; nadie estaba de acuerdo con nadie. Esa era la España que les había tocado vivir. En tales circunstancias, la República estaba perdida antes siquiera de comenzar a andar.


— Las mujeres, como regla general, es mejor que no leamos, que no aprendamos nada, que comamos de forma recatada como un pajarito y que seamos tan imbéciles como nos quieren obligar a parecer.


Josefa es asturiana y de familia de mineros. Su hermano Juan se hizo sindicalista después de la muerte de su padre. Cuando comenzó la revolución obrera, en octubre de 1934, los hermanos se unen a la lucha, y Carolina que ya había conocido a Josefa en una librería de Oviedo, irá con ellos. Allí conocerán a Esther. 

Josefa García Arbesú siempre había odiado todo lo relacionado con la mina.


De no haber nacido mujer, Josefa también hubiese sido un artilleru de primera, una mujer dinamitera.


España era un país de caciques y de un gran atraso cultural. En este escenario, una revolución demasiado rápida estaba condenada al fracaso, y del fracaso al desastre. Se intentó reformar el ejército, la relación Iglesia Estado, la agricultura... sin éxito. Mientras los radicales y los anarquistas pensaban que todavía se podía avanzar a mayor velocidad en las reformas, la derecha luchaba para recuperar el poder y forzar a la república a rectificar.


 

Me han gustado mucho las tres protagonistas, con personalidades bien distintas, pero con unos mismos ideales que defender. Feministas, luchadoras y adelantadas a su tiempo. La que más me ha gustado ha sido Esther. 

 


Ella, ya entonces, formaba parte de la Tercera España, de la que creían que los radicales de derecha y de izquierda, esos que siempre quieren asesinarse, se pueden ir a tomar por el culo.


Esther fue enviada como novicia al monasterio de San Pelayo, donde aguardaría hasta los veintiún años encerrada en una celda. La ley amparaba a Matías Fernández; su hija era propiedad suya en tanto fuera menor de edad y podía disponer de ella como quisiera.

 

Y con la guerra surgirían nuevas historias y nuevas aventuras de las “tres muchachas indomables”.

 

Las indomables es una gran novela corta que cuenta la historia de tres mujeres luchadoras.


            Lourdes

domingo, 19 de septiembre de 2021

LOXANDRA, MARÍA IORDANIDU

Loxandra

Autora: María Iordanidu

Traductora: Selma Ancira,  Berny

Nº de páginas: 256

Editorial: Acantilado

Año de publicación: 2018 (1963)

Género: Narrativa contemporánea, histórica, biografía



María Iordanidu (Constantinopla, 1897 – Atenas, 1989) pasó la infancia en Constantinopla, pero el estallido de la Primera Guerra Mundial, que la sorprendió de vacaciones en el mar Negro, la obligó a permanecer en Rusia durante años. Hasta 1919 no pudo volver a Grecia, donde trabajó para una gran compañía comercial estadounidense y, de 1926 a 1939, en la embajada soviética de Atenas. Durante la ocupación alemana fue detenida en varias ocasiones y su casa fue destruida, tras lo cual se vio obligada a mudarse con frecuencia y a sobrevivir impartiendo clases de lenguas extranjeras. A los sesenta y cinco años publicó su primera novela, Loxandra, obra inmensamente popular que ha sido traducida a varias lenguas. En 1965 publica Vacaciones en el Caúcaso (reseña aquí), en 1978 Como las aves salvajes y su último trabajo Nuestro patio en 1981. Fue galardonada en 1978 por el Patriarcado de Constantinopla con la Cruz de Oro y la Orden de la Señora del Trono Ecuménico.

Sinopsis

Loxandra—una mujer de carácter, indiscreta y rezongona, pero también protectora, generosa y tierna—vive en la bulliciosa y extraordinaria Constantinopla finisecular, cohabitada por griegos, turcos y muchas otras etnias. Trasunto de las heroínas que pueblan las comedias clásicas, Loxandra no sólo lleva las riendas de su propia vida sino que es también el alma de su familia, con la ayuda, claro está, de la virgen de Baluklí. Y así, los matrimonios, los duelos, las tristes despedidas en el puerto de la ciudad, los alegres y sabrosos festines de reencuentro o las mudanzas marcan el ritmo de su vida. Crónica de una familia y de una ciudad, esta vitalista y hermosa novela de María Iordanidou—inspirada en la vida de su abuela—nos transporta a una ciudad dominada por la música, los sabores y los colores, y evoca la frágil felicidad que truncó la guerra.

Opinión personal

El año pasado cuando leí Vacaciones en el Cáucaso (reseña aquí) conocí a la abuela de la autora, tiene un papel mínimo, pero su nieta la menciona y la tiene presente en muchas ocasiones. Me pareció una mujer interesante y de carácter por lo que sabía que tendría que leer Loxandra, el libro en el que es la protagonista, y que está basada en su vida y la de toda su familia. Por eso lleva su nombre, todo gira alrededor de su abuela Loxandra. Pero además de los sucesos familiares, es una crónica de la historia, la cultura, las costumbres de la época, de las diferencias entre griegos y turcos que conviven en la ciudad de Constantinopla. Un retrato de la época y del país en la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX.

Nos cuenta la autora la vida de su abuela empezando por como conoció al que sería su marido, Dimitrós, viudo y con cuatro hijos, por medio de una casamentera.

No iba a casarse por su propio bienestar, sino por el de sus hijos, por lo tanto podía llamar a una casamentera, decirle sin tapujos lo que quería, y no sentir vergüenza o temor a ser malinterpretado por su mal gusto. Su segunda esposa debía ser, por encargo, de buen corazón, sana, íntegra, buena cocinera, «en ningún caso intelectual ni sensible, y de ser posible entradita en carnes». E insistió tanto en este último punto que la casamentera se compadeció de él y puso todo su empeño en la búsqueda. Pobre, debía estar necesitado.

Y apareció la mujer que Dimitrós había pedido. Se llamaba Loxandra.

Cuando Dimitrós vio entrar en la habitación a Loxandra, una mujer briosa, de espalda ancha y piernas largas, sólida como una columna dórica, que llevaba en la mano una bandeja repleta de dulces, se sintió feliz. Le gustaron sus cabellos negros, su cráneo bien torneado y su mandíbula fuerte.

Loxandra tenía entonces treinta años.


Cuidará de su marido y sus hijos, a los que se ganará y creará unos fuertes lazos. La pareja tendrá además otros tres hijos. Su vida se centra en el cuidado de su familia, de su hogar, de su casa, de las distintas celebraciones y reuniones familiares, sus relaciones con los vecinos y los vendedores; también sus supersticiones y sus creencias religiosas son importantes para ella y siente gran devoción por la virgen de Baluklí a la que recurre siempre que tiene un problema y que parece escuchar sus peticiones. 

En Loxandra, María Iordanidu nos cuenta con su peculiar humor y de forma desenfadada de narrar, toda la historia no solo de su familia, también la del país con esa mezcla de culturas y etnias que se encuentran en Constantinopla.


«Salud, Constantinopla, reina de las ciudades». Recostada en dos continentes, abre Constantinopla su pecho al viento del norte que sopla del mar Negro por un lado y al viento del sur que viene del mar de Mármara por el otro. Las dos corrientes contrarias parecen estar al asalto para conquistarla. Oriente y Occidente entran en combate y la reclaman sacando espuma y dando vueltas en redondo frente a la punta de Sarayburnu, a los pies de Santa Sofía, en pleno corazón de la ciudad.


Por aquel entonces, en Constantinopla la gente no se preocupaba de la política, porque de todos modos los sultanes hacían lo que querían sin preguntarle nada a nadie. Los griegos habían adquirido bastantes privilegios. Un poco con la protección de Rusia, un poco con la protección de Gladstone, habían logrado, gracias a su propio ingenio, prosperar, enriquecerse y conquistar la tierra.


Loxandra es una mujer de buen corazón, tremendamente generosa, protectora, exagerada, tal vez excesiva, fuerte, intensa, terca, supersticiosa, religiosa, centro y motor de su gran familia. Una novela entrañable sobre una gran mujer.

Frases

Alimenta bien a tu marido si quieres tener marido.

¿Qué es ser rico? Saber contentarse con poco.

¿Es indispensable escribir poemas para ser poeta? ¿O conocer el pentagrama para ser músico? ¿O ser devoto para alcanzar el Paraíso? Aquí está el Paraíso si tienes ojos para verlo. Si no tienes ojos no conocerás el Paraíso, ni en la tierra ni en el cielo.

Loxandra jamás lloró paraísos perdidos. Tampoco buscaba ir al encuentro de la felicidad. Era la felicidad la que llegaba en busca de Loxandra. Y se presentaba de repente, en los momentos más inesperados.



María Iordanidu con su abuela Loxandra


Loxandra es una novela entrañable sobre una gran mujer contada de una forma amena y desenfadada por su nieta.


          Lourdes

viernes, 20 de agosto de 2021

LA TRENZA, LAETITIA COLOMBANI

La trenza

Autora: Laetitia Colombani

Nº de  páginas: 206

Editorial: Salamandra

Año de publicación: 2017

Género: Narrativa contemporánea






Laetitia Colombani (Burdeos, 1976) es una novelista, directora de cine, actriz y guionista francesa. Estudió  cine en la escuela Louis-Lumière y dirigió su primera película con tan sólo veinticinco años. En poco tiempo, se ha consolidado como directora, guionista y actriz. Ha trabajado con intérpretes de la talla de Audrey Tautou, Emmanuelle Béart o Catherine Deneuve. La trenza, su ópera prima, se ha convertido en un fulgurante éxito editorial: vendida en casi treinta países antes incluso de su publicación, ha permanecido durante meses en lo más alto de las listas de ventas francesas, tras conquistar a la crítica y al público y ganar el prestigioso Prix Relay.



Sinopsis

Con cerca de medio millón de ejemplares vendidos en Francia y casi treinta traducciones en curso, La trenza fue uno de los fenómenos editoriales de 2017. En esta narración vibrante y conmovedora, Laetitia Colombani -guionista, directora y actriz de reconocido prestigio- aborda las historias de tres mujeres que, nacidas en continentes muy dispares, comparten unas ideas y sentimientos que las unen en un poderoso anhelo de libertad.

INDIA. En Badlapur, la intocable Smita sobrevive recogiendo los excrementos de una casta superior. Resignada a su condición, está decidida en cambio a que su hija no siga sus pasos: la pequeña irá a la escuela y su vida será digna y provechosa, aunque para ello Smita tenga que desafiar las normas establecidas.

ITALIA. A Giulia le encanta trabajar en el taller familiar, el último de Palermo que confecciona pelucas con pelo auténtico. Hubiera podido ir a la universidad, pero dejó el instituto con dieciséis años para iniciarse en los secretos de este oficio. Cuando su padre sufre un accidente y Giulia descubre que el negocio está al borde de la quiebra, afronta la adversidad con valentía y determinación.

CANADÁ. Sarah es una abogada de éxito en Montreal que lo ha sacrificado todo por su carrera: dos matrimonios fallidos y tres hijos a los que no ha visto crecer. Un día, tras caer desmayada en el transcurso de un juicio, Sarah comprende que su vida ha dado un vuelco y que deberá escoger lo que de verdad le importa.

Smita, Giulia y Sarah no se conocen, pero tienen en común el empuje y el tesón de las mujeres que rechazan lo que el destino les ha reservado y se rebelan contra las circunstancias que las oprimen. Como hilos invisibles, sus caminos se entrelazan, formando una trenza que simboliza la voluntad inquebrantable de vivir con esperanza e ilusión.

 

Opinión personal

La trenza es una novela de poco más de doscientas páginas que cuenta tres historias distintas en las que las tres protagonistas tienen algo en común, son mujeres que luchan por salir adelante en un mundo de hombres y que buscan una vida mejor en donde poder elegir su propio destino. Tres historias que se entrelazarán y que tendrán una relación que conoceremos al final. Tres tramas con las que bien podrían escribirse tres novelas distintas. Se van intercalando las tres en capítulos cortos que hacen que la lectura sea rápida, se  lee enseguida y te deja con ganas de más. También es verdad que, lo bueno si breve, dos veces bueno. 

Tres mujeres de tres lugares del mundo muy distintos y de una posición social también muy diferente. 

En La India Smita es la protagonista de la primera historia. Pertenece a la casta de los intocables. Allí es prácticamente imposible mezclarse con los de otras castas y progresar. Tiene una hija y quiere algo mejor para ella, para empezar que aprenda a leer. Pero ni siquiera a eso tiene derecho. Smita estará dispuesta a cualquier cosa para que su hija no recoja los excrementos de los demás como tiene que hacer ella.

En Italia una joven, Giulia, trabaja en el negocio familiar haciendo pelucas con pelo natural. Cuando su padre sufre un accidente tendrá que enfrentarse a dirigir el negocio, y descubrirá que están al borde de la quiebra. Tendrá que reinventar el negocio que fundaron sus antepasados.

Y en Canadá conoceremos la historia de Sarah, una abogada de éxito que ha puesto siempre su profesión por delante de su vida familiar, lo que le ha costado dos divorcios y no ver crecer a sus tres hijos. En un mundo de hombres ella ha sabido ocultar su vida privada bastante bien, pero cuando una enfermedad la haga flaquear comprenderá que es lo más importante de la vida.


La historia que más me ha impresionado es sin duda la de Smita en la India. Por supuesto, la más débil, la más pobre y la que lo tiene peor de las tres.  Pertenecer a la casta de los intocables, y además ser mujer, sin posibilidad ninguna de que cambien las cosas para su hija, tiene que ser muy frustrante, además de tremendamente injusto. 


Smita maldice esa sociedad que aplasta a los débiles, sus mujeres, sus hijos y todos los que debería proteger.


Sabe que allí, en su país, las víctimas de violación son consideradas culpables. No hay respeto para las mujeres, y menos aún si son intocables. Esos seres a los que no se puede tocar, ni siquiera mirar, son violados sin contemplaciones. Al hombre que tiene deudas se lo castiga violando a su mujer; al que se acuesta con una mujer casada, violando a sus hermanas.


Smita no está dispuesta a esperar hasta la próxima vida. La que quiere es ésta, ahora, para Lalita y para ella.


Smita ya ha oído la cifra, que la hizo estremecer: dos millones de mujeres asesinadas en el país todos los años. Dos millones, víctimas de la barbarie de los hombres, muertas en medio de la indiferencia general. Al mundo entero le trae sin cuidado. El mundo las ha abandonado.


En Italia como en España o en los países del centro y sur de América nos podemos encontrar con machismo y patriarcado. Evidentemente lo de países como La India o los países islámicos es otra historia y las diferencias entre los derechos de los hombres y los de las mujeres es abismal. 

La novela muestra la vida de las tres protagonistas en las distintas culturas, critica y denuncia las situaciones a las que se enfrentan. Una cruda y cruel realidad para muchas mujeres de los países más pobres. 


«Una mujer casada tiene que rendir cuentas —suele decir—. Tú haz lo que te apetezca, mia cara, pero sobre todo no te cases», le repite a Giulia.


La trenza es una interesante novela corta que reivindica el papel de la mujer y denuncia la situación en la que se encuentran en muchos lugares como en la India.

  

          Lourdes

lunes, 30 de noviembre de 2020

LA NIÑA DEL SOMBRERO DE PAJA (la historia de MOON), SARAH WALL

La niña con el sombrero de paja
(la historia de Moon)

Autora: Sarah Wall

Nº de páginas: 232 

Editorial:  Independently published

Año de publicación: 2018

Género: Narrativa contemporánea


Sarah Wall (Barcelona, 1972) es un seudónimo. Su primera novela  fue Te necesito esta noche, después publicó Próximo destino: TÚ. Publicar La niña del sombrero de paja (la historia de Moon) ha sido todo un reto para ella, los beneficios de la venta del libro son destinados para la ONG Camboya Sonríe. El libro describe la brutal vida que llevan muchas niñas del país. En 2019 publicó El efecto tulipán y otros síndromes como resultado de ganar el I Premio de Novela Romántica organizado por el grupo Escritores y Lectores. Este año ha publicado La viña del odio (un thriller romántico) y ¡Anda, Lucía! (una comedia romántica) 


Sinopsis
Moon vive en Camboya, en una pequeña aldea cerca del río y lejos de la gran capital. Desde pequeña, junto a su familia, subsiste de lo que obtiene del vertedero. Al morir su padre, su madre enloquece y, engañada por una vecina con la promesa de un futuro mejor, la vende a cambio de unos pocos dólares. Será entregada a una familia de origen chino que la explotará haciendo que su vida se convierta en un infierno. Ellen es una mujer a la que la vida ha dado un duro golpe: perder a su marido de forma repentina y decide darle un cambio drástico. Dos almas a las que el destino unirá en una intensa lucha por la superación y la supervivencia en un lugar donde las mujeres y los niños son los más vulnerables en manos de las mafias Camboyanas. Una historia dura, pero llena de amor y solidaridad.

Opinión personal
Es la primera novela que leo de Sarah Wall y no conocía sus novelas hasta hace poco. En esta ocasión ha salido de su zona de confort, la novela romántica y ha escrito una historia dura y de denuncia que está inspirado en hechos reales. Los personajes son ficticios, pero en realidad hay muchas niñas en el país que son vendidas por sus propios padres ante la imposibilidad de mantenerlas y son mercancía para las mafias y obligadas a prostituirse. La de Moon es una historia ficticia, pero por desgracia tan real. Los beneficios de la venta del libro van destinados a una ONG llamada Camboya Sonríe, para más información sobre la organización https://camboyasonrie.com/


Para  comprender la historia que cuenta la novela hay que conocer un poco la historia del país. Después del régimen en los años 70 de los Jemeres Rojos, causantes del genocidio más grande de la historia, ya que exterminaron a una cuarta parte de la población, el país quedó en una situación de extrema pobreza, de auténtica miseria para una gran mayoría de la población. Como siempre, los más vulnerables son las mujeres y los niños, que son explotados laboralmente tanto en el sector doméstico, en la agricultura o en la prostitución, siendo las niñas las principales víctimas, muchas veces de explotación sexual, viviendo en condiciones inhumanas, siendo maltratadas, violadas y obligadas  a prostituirse. 

Además, es práctica común la "esclavitud por deuda". El 30% de estos niños ni siquiera son inscritos al nacer. Para ellos significa que no se reconocerán oficialmente como miembros de la sociedad ni serán otorgados de ningún derecho: serán invisibles a los ojos del resto. No existen.  

La niña del sombrero de paja cuenta la dura y cruel experiencia de Chatrea, luz de luna, pero a la que todos llaman Moonuna niña de una pequeña aldea de Camboya, donde vive con sus padres. Subsisten como pueden de lo que obtienen del vertedero cercano. Pero al morir su padre, su madre se da a la bebida y pierde la cabeza. Una vecina parece interesarse por ella y se gana su confianza. Consigue engañar a la madre con la promesa de que la niña tendrá un futuro mejor en la ciudad, y en realidad la vende a una familia china por un puñado de monedas que se gastará en bebida, y Moon vivirá desde entonces un auténtico infierno. 

—Te acostumbrarás —acarició mi rostro—. Siempre es mejor que estar en la calle, niña. Creo que un buen nombre para ti sería Amanda.

Pensé millones de veces en suicidarme, pero nunca tuve el valor suficiente. Tarde o temprano sería la propia muerte la que vendría en mi busca. No era necesario que yo la llamara. Llegaría pronto.


Por otra parte conoceremos a Ellen, una mujer madura que acaba de perder de forma repentina a John, su marido, el amor de su vida con el que ha compartido 30 años. Tiene un par de hijas gemelas que ya se encuentran en la universidad. 

—John me ha dejado en una posición muy desahogada. No necesito trabajar ni montar un negocio para sobrevivir, no obstante, necesito hacer algo que me llene. Quizá lo que has comentado del voluntariado sea buena idea. De hecho es algo a lo que le he dado millones de vueltas… sé que es una locura.

Ellen decide darle un cambio drástico a su vida, sus hijas son ya mayores y parece que no la necesitan y ella quiere sentirse útil, ayudar a los más necesitados. Con la ayuda de Marie, una amiga médico de una ONG y Fredun amigo de la familia,  que trabaja en el FBI y que conoce la zona, pondrá en marcha una ONG: Free Women, para ayudar a salir de la prostitución a las niñas y mujeres que sufren todo tipo de violencia y abusos por parte de las mafias. 

La idea era rescatar a las chicas de la calle, especialmente a las que están cautivas contra su voluntad y hacer algo por ellas, lo que estuviera en nuestra mano. Yo tenía en mente darles clases de inglés y de cocina y, formarlas para trabajar en el sector turístico, algo que tiene mucha salida en el país.

La vida de Moon es dura, muy muy dura. Nos cuenta una realidad para muchas niñas y mujeres camboyanas y nos acerca a la miseria en la que viven. Los clientes en su mayoría son occidentales, van al país de turismo sexual, fuente de ingresos no solo para las mafias, por eso y por la corrupción de policía y políticos es muy difícil combatir el tráfico de mujeres y niñas. 

La prostitución infantil no está permitida, pero le aseguro que miran hacia otro lado: este es un negocio muy lucrativo del que mucha gentuza saca partido.


La niña del sombrero de paja (la historia de Moon) es una historia dura, pero también encontraremos de solidaridad, amistad y de amor. Es un canto a la esperanza.


       Lourdes

viernes, 6 de marzo de 2020

HEROÍNAS, VARIOS AUTORES

HEROÍNAS

Varios Autores


Editado por Zenda (2020)


Versión Kindle


Descarga gratuita: en Amazon y Fnac





Heroínas reúne relatos de catorce conocidos escritores españoles de ambos sexos que se acercan desde diferentes ópticas a episodios originales y sorprendentes de la vida de mujeres. Zenda quiere con esta publicación sumarse a los actos y celebraciones del próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
Ideada, editada y presentada por Juan Gómez-Jurado y coordinada por Miguel Munárriz y Leandro Pérez, cuenta con relatos de algunos de los escritores y escritoras más activos y relevantes de la escena literaria actual. 
Los autores por orden alfabético son: Elia Barceló, Espido Freire, Luz Gabás, Arturo González-Campos, Alaitz Leceaga, Manel Loureiro, Raquel Martos, José María Merino, Bárbara Montes, César Pérez Gellida, Blas Ruiz Grau, Karina Sainz Borgo, Mikel Santiago y Lorenzo Silva. 


Juan Gómez-Jurado es el autor del prólogo. Entre otras cosas ha   asegurado que "el héroe literario del XXI es la mujer, sus roles literarios han cambiado por completo".

Cada historia tiene el sello personal de su autor o autora con planteamientos totalmente distintos, pero todas con una protagonista Heroína femenina; mujeres que se enfrentan a las injusticias, a los abusos, a la vida, con valentía, con coraje y determinación. Los cuentos son cortos, se leen muy rápido y me han gustado todos mucho. Los que más, los escritos por Luz Gabás, Raquel Marcos, César Pérez Gellida, Blas Ruiz Grau, y Mikel Santiago. Solo había leído libros de Luz Gabás y de Lorenzo Silva, un montón y con varios títulos en la lista de pendientes. De Juan Gómez Jurado tengo que decir que me encanta y he leído todos sus libros menos La reina roja (que estoy leyendo ahora) y Loba negra. Y además Arturo Pérez Reverte es el editor de Zenda, con estas recomendaciones no puede fallar. He leído más de veinte libros suyos, y aunque unos me han gustado más que otros, es un fijo en mi lista de pendientes. Algunos de los autores como César Pérez Gellida, Blas Ruiz Grau, Raquel Martos, Alaitz Leceaga, Elia Barceló o Mikel Santiago están en mi lista de pendientes desde hace tiempo. He oído hablar mucho y bien de todos y no me han decepcionado.

Los cuentos son:

Heroínas estelares, de Elia Barceló
Amables, de Espido Freire
La condena, de Luz Gabás
El crimen de Mónica, de Arturo González-Campos
La bola de nieve, de Alaitz Leceaga
Sesenta y seis metros, de Manel Loureiro
Haz lo que tengas que hacer, de Raquel Martos
Vueltas y vueltas, de José María Merino
Musi, de Bárbara Montes
Solo un metro más, de César Pérez Gellida
Diana, de Blas Ruiz Grau
Salón de belleza, de Karina Sainz Borgo
Tricia, de Mikel Santiago
La verdadera prueba, de Lorenzo Silva


Una lectura muy recomendable para celebrar el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.


Heroínas. Editado por Zenda con el patrocinio de Iberdrola. Ilustraciones: Fran Ferriz


            Lourdes

martes, 31 de diciembre de 2019

NACER MUJER EN CHINA, XINRAN XUE

Nacer mujer en China

Autora: Xinran Xue

Nº de Páginas: 248 págs.

Editorial: EMECE

Año de Publicación: 2003

Género: Testimonio, Feminismo

 http://www.heroinas.net/2012/06/xinran-xue.htm



Xinran Xue (Pekín, República Popular China, 1958) escritora y periodista inglesa de origen chino, es conocida por su libro Nacer mujer en China (2003) en el que relata varias historias de mujeres a lo largo de la historia del país asiático. Reside en Londres desde 1997. También es autora de En las montañas sagradas (2005), Generación Mao (2009) y Las hijas del Yang-tsê (2011).

Sinopsis 
Un revelador testimonio sobre el día a día de las mujeres en China. En 1989, con los primeros indicios de apertura del régimen comunista chino, la periodista Xinran Xue inició un programa radiofónico en el que invitaba a las mujeres chinas a hablar de sus experiencias personales. El libro es una recopilación de esos testimonios, tanto de las esposas privilegiadas de los líderes del partido como de las mujeres de los campesinos.

Opinión Personal 
He leído este libro gracias al reto de la A a la Z. Tengo que decir que es una lectura que no deja indiferente, es imposible no emocionarse ante tanta desgracia, tantas penas, tanta represión y tanta injusticia. 

Testimonios reales sobrecogedores contados por las propias mujeres  (o por familiares directos) víctimas de abusos de todo tipo, mujeres obligadas por el partido a casarse, violaciones y malos tratos consentidos por familiares y autoridades, mujeres víctimas también de la ignorancia, de las tradiciones y las supersticiones, oprimidas por el régimen que controla todo y que amordaza a todos. 
Xinran es periodista, trabajaba en la radio en China

Con «Palabras en la brisa nocturna intenté abrir una pequeña ventana, un minúsculo agujero, en el que la gente pudiera permitir que sus almas se desahogaran y respiraran después de la  atmósfera cargada de pólvora que habían soportado durante los últimos cuarenta años.   


El éxito de mi programa dio lugar a grandes alabanzas. La gente se refería a mí como a la primera locutora que osaba «levantar el velo» de las mujeres chinas, la primera periodista de temas femeninos que se atrevía a hurgar en la verdadera realidad de sus vidas. La emisora de radio me había promocionado y yo había conseguido un considerable número de patrocinadores financieros. También logré, por fin, crear un programa de «línea caliente» y recibir llamadas de los oyentes en directo.

Las llamadas a mi línea caliente me llegaban a través de la controladora de emisión, que manejaba el mecanismo temporizador. Éste le ofrecía diez segundos para decidir si una llamada era inapropiada para ser emitida y suprimirla sin que se dieran cuenta los oyentes.


Cuando Xinran empezó con su programa Palabras en la brisa nocturna (en la década de los 80) recibía más de 100 cartas diarias y necesitó la ayuda de 6 estudiantes para poder leerlas y atender todas. Estaban escritas en su mayoritaria por mujeres que le contaban sus historias, de distintas realidades sociales, culturales y profesionales muy diversas. Son unos testimonios conmovedores e impactantes. Decidió entrevistarse con algunas de ellas, que le contaran sus vivencias y sus costumbres, conocer las realidades de las mujeres de los últimos 40 años de una sociedad tan conservadora y con tantas tradiciones, desde la venta de hijas, matrimonios concertados, malos tratos y violaciones, abusos a la hija por parte del padre consentidos por la madre, todo tipo de abusos por parte de los Escoltas Rojos durante la Revolución Cultural...


Incluso si consigues tener acceso a sus hogares y a sus memorias, ¿realmente crees que serás capaz de juzgar o modificar las leyes según las cuales viven sus vidas? Además, ¿cuántas mujeres se avendrán a renunciar a su amor propio para hablar contigo? 

En esta familia no tengo los derechos de una esposa, ni la posición de una madre. Mi marido dice que soy como un desteñido trapo gris, que no sirve para hacer unos pantalones, ni para cubrir la cama, ni siquiera para ser usado como trapo de cocina. Sólo sirvo para que los demás se limpien el fango de los pies en mí. Para él, mi única función es servir como evidencia de su “simplicidad, diligencia y carácter correcto” a la hora de conseguir un ascenso en la oficina. 

Éstas fueron sus palabras, Xinran, me las dijo a la cara.
Te preguntarás por qué creo haber perdido la posición de madre. Los niños me fueron quitados al nacer y fueron enviados a la guardería del ejército. El Partido decía que podrían afectar el trabajo del “comandante”, su padre, al igual que muchos de los niños de la mayoría de los soldados de entonces. Y mientras otras familias podían ver a sus hijos una vez por semana, nosotros estábamos casi siempre alejados de ellos, y sólo los veíamos una o dos veces al año.
Si mi propio marido no me veía como alguien digno de respeto, ¿qué posibilidad iba a tener con los niños? Ellos nunca creyeron que yo fuera digna de nada.

Incluso Xunran fue apartada de sus padres cuando era pequeña. Después de conocer 
 las penas, las vidas destrozadas y rotas de tantas mujeres chinas, decidió que tenia que contarlo, pero no podía hacerlo en su país y decidió ir a Londres para poder contarlo en libertad.

Yo fui enviada a vivir con mi abuela al mes de haber nacido. En total, he vivido con mi madre menos de tres años. No recuerdo un solo cumpleaños en el que estuviera toda la familia junta.


En agosto de 1997 abandoné China para trasladarme a Inglaterra...
Sentí que necesitaba respirar nuevos aires: saber cómo era vivir en un país libre...
Había subido al avión con la idea de que tal vez podría encontrar la manera de describir la vida de las mujeres chinas a la gente de Occidente...
Tendría que retroceder en mi memoria para recuperar todas las historias que había recogido a lo largo de los años. Tendría que revivir las emociones que había sentido al escucharlas por primera vez, y tendría que encontrar las mejores palabras para describir toda la miseria, la amargura y el amor que habían expresado todas aquellas mujeres.

Volví a llorar cuando saqué la pluma para poner por escrito las experiencias de aquellas madres. Me resulta muy difícil comprender su coraje. Todavía están vivas. El tiempo las ha llevado al presente, pero cada minuto, cada segundo que han vivido, han luchado con imágenes que les ha dejado la muerte; y cada día y cada noche han soportado el doloroso recuerdo de haber perdido a sus hijos.

Frases 
Una muchacha había estado en peligro y, a pesar de ello, su rescate se consideraba «una manera de agitar al pueblo y de drenar las arcas del Estado». ¿Qué valor tenía entonces la vida de una mujer en China?

..recordé algo que un compañero periodista me había contado en una ocasión: los lugares más sucios del mundo no son los retretes ni las cloacas, sino las fábricas de alimentos y los comedores. 

«la vida y la muerte están separadas por un hilo». 

Una buena mujer china está condicionada para comportarse de una manera dulce y sumisa, y se llevan este comportamiento a la cama. El resultado es que sus maridos acaban diciendo que no tienen atractivo sexual y las mujeres se someten a la opresión, convencidas de que es culpa suya. Tienen que soportar el dolor de la menstruación y de los partos, y trabajar igual que los hombres para mantener a sus familias cuando sus maridos no ganan suficiente dinero...De todos modos, a los ojos de los hombres, no existe la buena mujer.

—Los hombres quieren a una mujer que sea una esposa virtuosa, una buena madre capaz de hacerse cargo de todas las tareas domésticas, como una criada. Fuera del hogar debe ser atractiva y cultivada, y debe honrarlo. Y en la cama debe mostrarse como una ninfómana. Y lo que es más: los hombres chinos también necesitan a sus esposas para administrar sus finanzas y ganar un montón de dinero para que ellos puedan mezclarse con los ricos y poderosos.

«Un león hambriento se comerá un conejo si no hay nada mejor, pero en cuanto haya dado buena cuenta del conejo lo abandonará para cazar una cebra…». Lo realmente trágico es que haya tantas mujeres que acepten que los hombres las juzguen como «malas mujeres».


Dicen que “las mujeres valoran los sentimientos, los hombres la carne”. Si esta generalización es cierta, ¿por qué casarse? Las mujeres que permanecen al lado de sus maridos infieles son estúpidas.

Cuando los hombres han bebido, suelen sacar a colación una batería de definiciones de la mujer. Las amantes son «peces espada» sabrosas pero de espinas afiladas. Las «secretarias personales» son «carpas», cuanto más las guisas mejor sabor tienen. Las mujeres de otros hombres son «peces globo japoneses», probar un bocado podría significar tu fin, aunque arriesgar la vida es motivo de orgullo.
—¿Y qué dicen de sus propias esposas?
—Bacalao salado.
—¿Bacalao salado? ¿Por qué?
—Porque el bacalao salado se conserva durante mucho tiempo. Cuando no hay otra comida, el bacalao salado resulta barato y práctico, y con un poco de arroz es todo un plato… 

En los años treinta, cuando las mujeres occidentales ya estaban reclamando la igualdad entre los sexos, las mujeres chinas apenas habían empezado a poner en duda la sociedad dominada por los hombres, pero ya no estaban dispuestas a que les vendaran los pies, o a aceptar los matrimonios concertados por sus padres. De todos modos, las mujeres chinas desconocían los derechos y obligaciones de su sexo, y no sabían cómo hacer para ganarse un mundo propio. 

—¿Qué clase de país era éste en 1976? Una ciudad había quedado en ruinas y habían muerto trescientas mil personas, pero nadie lo sabía. ¡Qué país tan atrasado era China entonces! Creo que si hubiéramos sido un país más avanzado se hubiera podido evitar la muerte de muchas personas. 


Algunos soldados gritaban como locos mientras cavaban, porque oían gemidos y gritos de ayuda entre los escombros. ¿Cuánto podían hacer sólo con sus manos? Los equipos de rescate pesados no podían llegar a la ciudad porque las carreteras estaban destrozadas. ¿Cuánta gente murió esperando que la rescatasen?

Hay quien dice que el tiempo cura todas las heridas, pero a mí no me las ha curado.


—Nosotros decimos: «En casa, cree en tus propios dioses y haz lo que te plazca; fuera, cree en el Partido y ándate con cuidado con lo que haces». Pero no me gustaría que nadie se enterara de lo que acabo de decir. No quiero que vuelvan a crearme problemas a mi edad.


En aquel tiempo, las mujeres obedecían las “Tres Sumisiones y Cuatro Virtudes”: sumisión a tu padre, luego a tu marido, y después de su muerte, a tu hijo. Las virtudes eran fidelidad, encanto físico, hablar y actuar correctamente y ser diligente en los trabajos de la casa. Durante miles de años las mujeres fueron educadas en el respeto a los ancianos, enseñadas a obedecer a sus maridos, a vigilar el fuego del hogar, a hacer los trabajos de costura, y todo ello sin siquiera salir de casa. Que una mujer pudiera estudiar, leer y escribir, discutir asuntos de estado como los hombres e incluso darles consejos, era una herejía para la mayor parte de los chinos de la época.

Criarse durante la Revolución Cultural siendo niña significaba estar rodeada de ignorancia, locura y perversión... Cuando sus cuerpos maduraban, las muchachas eran víctimas de agresiones indecentes y violaciones; muchachas como Hua’er, que fue violada por la «revolución»; la mujer del contestador automático que fue descasada por el Partido; o Shilin, que nunca sabría que ya era una mujer adulta. Los perpetradores de estos crímenes fueron sus profesores, amigos, incluso padres y hermanos, que perdieron el control sobre sus instintos animales y se comportaron de la manera más vil y egoísta de la que es capaz un hombre.




Nacer mujer en China recoge una serie de desgarradores testimonios de mujeres, ocurridos durante la Revolución Cultural China. 


                 Lourdes