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domingo, 15 de septiembre de 2019

TIGRES DE CRISTAL, TONI HILL

Tigres de cristal

Autor: Toni Hill

Nº de Páginas: 480 págs.

Editorial: Grijalbo

Año de Edición: 2018

Género: Thriller



Toni Hill (Barcelona, 1966) aunque es licenciado en Psicología, lleva años trabajando en el ámbito de la traducción literaria. Publicó su primera novela en 2011, El verano de los juguetes muertos, un éxito de crítica y ventas que se ha publicado en una veintena de países. Después le siguieron Los buenos suicidas  (2012) y Los amantes de Hiroshima (2014), que completan la trilogía protagonizada por el inspector Héctor Salgado. Los ángeles de hielo (2016) supuso un cambio en la trayectoria literaria del autor, que abandonó el policial más clásico para adentrarse en una oscura intriga con elementos góticos. Ahora, con Tigres de cristal, Toni Hill da un nuevo giro y nos presenta una turbadora historia de suspense psicológico sobre la culpa y la redención ambientada en un conflictivo barrio periférico de Barcelona. 

Sinopsis

Una historia inquietante sobre la amistad, el perdón y la venganza

A finales de los setenta, Víctor Yagüe y Juanpe Zamora fueron algo más que simples compañeros de clase. Su amistad, llena de confidencias y juegos, de alegrías y miedos, rebasó las paredes del aula y se extendió por las conflictivas calles de la Ciudad Satélite. Hasta el 15 de diciembre de 1978. Hasta el día en que un suceso trágico sacudió la conciencia de los vecinos. Hasta el momento en que los chicos se vieron obligados a escoger entre la lealtad y la salvación. Treinta y siete años después, ambos vuelven a encontrarse en ese mismo escenario. Sus vidas han corrido suertes opuestas. Juanpe es un hombre a la deriva, sin futuro y con un presente turbio; Víctor, en cambio, puede considerarse un triunfador. Quizá por eso se siente extrañamente en deuda con su viejo amigo y decide enfrentarse a los claroscuros de un caso cerrado que, sin embargo, sigue envuelto de inquietantes preguntas que nadie quiere responder. Pero lo que Víctor y Juanpe ignoran es que alguien, en la sombra, está escribiendo la historia de ese crimen. Un relato revelador que, tal vez, ninguno de los dos debería leer.

Opinión Personal 

Tenía muchas ganas de leerlo. Cuando encuentras solo críticas positivas y buenas de un libro tiene que ser por algo, y por supuesto no me ha decepcionado. Es una novela estupenda, la primera que leo de Toni Hill y os aseguro que tengo ganas de leer más.

Tigres de cristal está ambientada en una población dormitorio de Barcelona, la Ciudad Satélite, de Cornellá de Llobregat. Allí irán a vivir inmigrantes de distintos pueblos y de todas las provincias españolas buscando trabajo en la capital. 

Tiene dos líneas temporales diferentes: por un lado está lo ocurrido en 1978, contado por uno de los chavales del barrio, Ismael

Temo sobre todo no estar a la altura, porque a pesar de que conozco la verdad, seguramente mejor que sus propios protagonistas, también soy parte implicada en el asunto. Sé lo que vi, lo que conté; sé también cuándo mentí y por qué lo hice, y quiero que este texto, que nunca verá la luz, sea tan sincero como sus protagonistas se merecen. Al menos les debo eso, a todos: a ellos, a sus padres, a los míos, al barrio en general. Y ahora que la historia ha vuelto a empezar, después de una pausa de casi cuarenta años, es más importante que nunca explicar bien el pasado, los orígenes de un crimen cuyas consecuencias se extienden hasta hoy como ramas torcidas de un árbol de raíces secas.

Y por otro, volvemos 37 años después al mismo barrio y con los mismos protagonistas, Víctor y Juanpe. Sus vidas tomaron rumbos muy distintos después de lo ocurrido el 15 de diciembre de 1978. Al primero le ha ido bien, es un triunfador. En cambio la vida del otro ha sido una carrera de obstáculos.

Víctor Yagüe y Juanpe Zamora eran compañeros de clase y amigos en un barrio obrero,"la satélite" de Cornellá. Allí se dedicaban como cualquier chaval de su edad a ir a clase, jugar, callejear, y coleccionar cromos. Víctor tiene carisma igual que su padre, al que llamaban Sandokan por su parecido físico con el protagonista de la serie de televisión y por ser líder sindical en la fábrica en la que trabajaba. En cambio Juanpe, el Moco, era "debilucho y algo lento de reflejos, solitario e imán para las collejas, las patadas y los insultos". Joaquín Vázquez, el Cromañón, un par de años mayor que ellos se dedica a pegar y machacar una y otra vez a Juanpe ante la pasividad de todos, menos de Victor. Los dos deciden darle una lección, pero las cosas no saldrán como habían planeado. 

En Tigres de cristal se habla de la emigración y la lucha obrera, de la amistad, de la lealtad, de los malos tratos y de la infidelidad, de abusos a menores, del acoso escolar o bullying, de los riesgos de las redes sociales, de la venganza y los ajustes de cuentas, de la necesidad de conocer la verdad...

Dos historias paralelas con casi cuarenta años de diferencia, que nos demuestra que algunas cosas no cambian, como ocurre con el acoso escolar, lo que cambia es la manera y la forma de hacerlo contando en la actualidad con las redes sociales. Las dos líneas temporales me han parecido muy interesantes. Te atrapan desde el principio y no puedes dejar de leer. Y con un final inesperado y sorprendente.


Frases
Hay olas que pueden destrozar vidas enteras, se dice él al recordarlo, resquebrajar la roca de un solo golpe de mar.

Sabían lo que les esperaba en el pueblo: trabajo duro, de sol a sol y con poca sombra para los varones; matrimonios precoces y preñeces continuas para ellas. Y no querían eso.


Si los impíos tenían un lugar reservado en el infierno, los chivatos merecían arder lentamente en él, abrasarse en el fuego de la penitencia, durante toda la eternidad. Lo habíamos aprendido en la calle, que es donde se aprenden las cosas importantes, las que sirven para algo.

"Y ustedes menos aplaudir y más estudiar, que lo que quieren algunos es que no salgan de burros para así seguir tratándolos a palos. Aquí hoy se acabaron los palos, pero si no dejan de ser burros la vida se los dará igualmente".

Había otra regla no escrita que señalaba que "en las cosas de dentro de las casas nadie debía meterse", así que el mundo en general aprendió a mirar hacia otro lado cuando se cruzaba con la pobre Rosi y le veía los moratones de la cara, y los vecinos sólo se quejaban si las broncas y sus llantos les fastidiaban la siesta.

Necesita saber. Recordar los detalles de ese momento en que ambos fueron tigres ignorando que la vida se les rompería en pedazos.

veces uno piensa que Dios entregó al nacer a tipos como Juanpe una baraja de cartas en la que faltaban los cuatro ases.

Eso es algo que él entendió hace años. El arrepentimiento no tiene cabida, porque los actos tienen consecuencias.

Los muertos desaparecen de verdad cuando ya no queda nadie que los recuerde.

Cada uno a su manera, ambos eran víctimas de unas calles, de un ambiente y de un mundo que aún no estaban preparados para enfrentarse a ciertos retos educativos. En el fondo fue un fracaso de todos: de las familias y del colegio.

Ahora sabe que los auténticos monstruos salen a la luz del día y pertenecen al mundo real, que no tienen aspecto terrorífico y que es imposible protegerse contra ellos; que están tan cerca que a veces una los tiene delante sin ser capaz de reconocerlos


Tigres de cristal es un estupendo thriller ambientado en los años de la transición en el que podemos encontrar temas como la lucha obrera, el acoso escolar o bullying, los peligros de las redes sociales, los bulos, el maltrato, la amistad y la lealtad.

                        Lourdes