El abismo que me acechaEmilio Alfaro
252 páginas
Editorial Alberdania
Año de edición 2024
Narrativa contemporánea
Emilio Alfaro (Mendigorria, Navarra, 1955). Periodista de larga experiencia en distintos ámbitos y medios nacionales y del País Vasco, desarrolla desde su jubilación una intensa actividad literaria. Comenzó su trayectoria profesional en el diario El Correo de Bilbao, donde fue, en distintas etapas, cronista político, reportero y coordinador de reportajes y jefe de Opinión. Ha sido también responsable de Comunicación del Gobierno Vasco con los lehendakaris José Antonio Ardanza y Patxi López. En el diario El País trabajó en una primera etapa como cronista político en Madrid, y posteriormente fue jefe de Redacción en el País Vasco y escribió numerosas crónicas y análisis sobre las tensiones nacionalistas, el problema de la violencia en Euskadi y otras cuestiones. Matar, amar (2022), una ficción en clave trágica sobre la culpa y la posibilidad de redención ambientada en los años del terrorismo de ETA, fue su primera novela publicada, con críticas muy positivas en suplementos literarios y páginas de cultura.
Sinopsis
Gerardo es un profesor de ingeniería que ya no espera demasiado de la vida. Recién jubilado y viudo, para ocupar su tiempo, comienza a colaborar en una oenegé dedicada a asistir a enfermos terminales. En el hospital donde acompaña a Antonio, un empresario desahuciado, conoce a su hija Claudia, arrebatadoramente atractiva, que mantiene una conflictiva relación con su padre. Las atenciones que le dedica Claudia lo encandilan y reavivan deseos y esperanzas que ya había enterrado. ¿Por qué no?, se pregunta. Sólo después se da cuenta de que ella lo ha utilizado y descubre la razón por la que Antonio sentía miedo de su hija. Pero ya es demasiado tarde. Fascinado por ella, se ha convertido sin quererlo en cómplice del asesinato del paciente al que debía cuidar. Lo que sucedió en la habitación 302 será una carga sobre su conciencia que habrá de acompañarlo en lo que le quede de vida.
Opinión personal
Lo primero agradecer a Masa Crítica de Babelio y a la editorial Alberdania por hacerme llegar el libro, El abismo que me acecha, de Emilio Alfaro.
El encargado de contarnos la historia es el mismo protagonista, Gerardo, profesor de ingeniería recién jubilado, y viudo. Para ocupar su tiempo libre empezará a colaborar con una ONG, Fundación Aliento Solidario, que se dedica a acompañar y asistir a enfermos terminales sin familia o que se encuentran solos. Nos irá contando retazos de su vida, de su mujer, a la que perdió hace un año por un cáncer, de su hijo y su nieto.
La novela empieza así:
Existe el mal. Yo puedo atestiguarlo. Lo conocí.
La trama se centra cuando conoce a Antonio, un empresario y enfermo terminal que ha decidido pasar sus últimos días en el hospital. Tiene una hija conflictiva, con la que no se entiende, Claudia, una especie de "femme fatale", atractiva, caprichosa, que siempre tiene que salirse con la suya, que juega con los hombres, y que no se ocupa de su padre, incluso este le tiene miedo y no se fía de ella.
Con una planta -esto no se lo digo a Antonio-, si le aportas el sustrato adecuado, la riegas cuando conviene, la abonas y la colocas en el ambiente apropiado, tienes la garantía razonable de que crecerá sana y lozana. Con los hijos, los mayores desvelos no te aseguran la satisfacción de las expectativas que has puesto en ellos: incluso pueden ser contraproducentes.
Antonio le contará cosas de su vida, de su hija, y le previene de ella. Pero nada que le diga impedirá que este se sienta atraído por ella, y se comporte como un colegial. Ella, aunque no le promete nada, ni le da nada, sabe del deseo que despierta en él. Y sabrá manejarlo a su antojo.
Me cuenta que ni psicólogos ni incentivos ni tampoco amenazas y castigos consiguieron enderezar el genio destemplado de Claudia, sus explosiones de ira cuando encontraba cualquier obstáculo a sus caprichos, su capacidad para manipular y enfrentar voluntades, como si la habitara una energía maligna.
Se trata de una novela de esas que te hacen pensar, y preguntarte qué es lo que harías tú en su lugar. Del deseo, si tiene edad, o no. Trata del amor, el odio, la maldad, la infidelidad, la amistad, las falsas ilusiones, la enfermedad y la soledad. También de saber envejecer y aceptarlo con dignidad.
Sintiéndolo mucho no he podido empatizar con Gerardo. Puedo entender que se sienta atraído por Claudia por su belleza, pero todo lo demás me cuesta entenderlo. Y no cuento más, que ya la sinopsis cuenta demasiado para mi gusto. Aunque era previsible, me hubiera gustado descubrirlo en su momento y no saberlo desde el principio. Me refiero al final de Antonio, y me resulta bastante decepcionante el comportamiento final de Gerardo. Podía haberlo arreglado en el último momento, pero no.
Y entonces entiendes y los comprendes, y tratas de compensarles por el distanciamiento y la desatención que les infligiste, intuyendo y temiendo que, cuando llegue el momento, tus hijos repetirán en ti la misma pauta. Sin embargo, suele ser demasiado tarde cuando descubres, desolado, que no cabe reparación: a esos seres ya casi ancianos puedes ofrecerles, sí, el afecto y las atenciones que les regateaste durante dos, tres décadas, pero nada más.
El abismo que me acecha es una novela interesante.
Lourdes