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sábado, 29 de junio de 2024

CINCO PANES DE CEBADA, LUCÍA BAQUEDANO (13 - 24)

Cinco panes de cebada

Lucía Baquedano

176 páginas

Ediciones SM

Año de edición 1981

Novela juvenil




Lucía Baquedano Azcona (18 de diciembre de 1938 en Pamplona, Navarra) es una escritora española y articulista en medios de comunicación. Estudió secretariado y trabajó durante 9 años como secretaria, hasta que contrajo matrimonio y se trasladó a TarragonaEn 1979 se presentó a la convocatoria de premios literarios de la Fundación Santamaría con la novela Cinco panes de cebada (1981) que fue finalista del premio Gran Angular, lo que la animó a seguir escribiendo. Esta obra aborda la problemática de una joven maestra a su llegada a un colegio en los Pirineos. En 1980 obtuvo el segundo premio El Barco de Vapor, de literatura infantil, con La muñeca que tenía 24 pecas y en 1986, el premio Barco de Vapor con el libro Fantasmas de día. Recibió también el premio de la Feria del Libro de Almería por Me llamo Pipe. En 1993 obtuvo el premio de la Comisión Católica Española para la Infancia por La casa de los diablos, y lo volvió a recibir en 2002, por El pueblo sombrío. Ha escrito 20 libros.

Además de su labor como escritora, escribe artículos periodísticos en medios de comunicación. En Diario de Navarra escribe en el espacio "La ventana" sobre actualidad, cultura y escritura.



Sinopsis

Muriel acaba de terminar la carrera de magisterio y se dirige ilusionada a su primer destino, donde las ilusiones de la joven maestra chocan con la dura realidad de un pueblo perdido entre montañas del Pirineo navarro. Poco a poco, Muriel supera su desánimo, descubre su auténtica tarea y advierte que los campesinos de Beirechea, bajo sus toscas apariencias, son personas receptivas, Y en el joven aparentemente más extraño del pueblo encuentra a un hombre afectuoso y sensible que complementa su destino humano.


Opinión personal
Cinco panes de cebada es un libro que leímos en el Club de lectura. Se trata de una novela juvenil, de principios de los ochenta, escrita con la inocencia y mentalidad de la época, muy presente todavía los años de la dictadura y su adoctrinamiento. Se lee rápido y es una lectura ligera, que a la vez te muestra una España que ya empezaba con el abandono de los pueblos, lo que ahora llamamos La España vaciada, olvidada por todos y que resiste como puede.

Los pueblos se iban muriendo porque la gente joven se iba.

Aceptaban la escuela como un lugar adonde hay que ir cuando se es pequeño, y del que se libera al empezar a ser útil en casa. Los había hasta que pensaban que allí se iba para no molestar en casa y que la madre pudiera trabajar.

Pero, ¿qué iban a pensar los pobres, si en la mayoría de las casas del pueblo había un padre o un abuelo casi analfabeto, cuyo mayor orgullo estaba en decir que él no había aprendido de "cuentas" y, sin embargo, nunca nadie le había engañado?


Muriel es una joven de ciudad, que ha estudiado mucho para convertirse en maestra. Se enfrenta a su primer destino en un pueblo del Pirineo navarro llamado Beirechea. Allí se encuentra, entre otras cosas, a la falta de interés de los alumnos y sus familiares, las costumbres y el aislamiento de su familia. Y además del amor, conocerá lo que es importante en la vida, que hay algo más que las cosas materiales. 


Me di cuenta de repente de las pocas cosas que se necesitaban en Beirechea y de todas las que aquí parecían imprescindibles, y tuve la sensación de que perdía el tiempo tontamente.

Todo aquello estaba muy cambiado desde  que me fui... ¿O es que era yo la que había cambiado?


Frases

-Quiero ser maestra de pueblo -repetí-. Quiero que mis chicos puedan estudiar y tener cultura. Sólo así sabrán elegir su destino. Unos se irán, lo sé, y otros se quedarán. Seguirán en la agricultura, cultivando campos, cuidando ganados, pero serán más felices de lo que son ahora, porque, al haberlo elegido, amarán su trabajo, porque habrán tenido dos opciones y se habrán quedado con la que más les atraía.


Sembraríamos cebada con nuestras manos. Sí, cebada, porque de cebada eran los cinco panes que Cristo multiplicó y queríamos que esa tierra nos recordara siempre que todos tenemos algo que podemos dar, aunque ese algo sea tan sólo unos insignificantes panes de cebada.


Cinco panes de cebada es una sencilla novela juvenil que se lee bien.


                   Lourdes

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