Profesora y escritora inglesa, Gill Thompson realizó un máster en Escritura Creativa en la Universidad de Chichester. Escribió su primera novela The Oceans Between Us en 2019, consiguiendo el aplauso de la crítica. Su segunda novela La niña del andén se basa en la labor humanitaria que llevó a cabo Nicholas Winston, que salvó a cientos de niños del Holocausto. Vive con su familia en West Sussex, donde además de escribir, ejerce como profesora de Inglés y gestiona un blog de escritura creativa.
Sinopsis
DE LOS LUGARES MÁS OSCUROS, NACE UN VIAJE HACIA LA ESPERANZA
Inspirada en la labor humanitaria de Nicholas Winton, que salvó a cientos de niños del Holocausto
Desde Checoslovaquia a Inglaterra, La niña del andén relata la experiencia de cientos de niños que escaparon del Holocausto gracias a los trenes del Kindertransport, una historia conmovedora sobre el coraje de dos mujeres, los sacrificios de una madre y la generosidad en tiempos difíciles.
–Ah, sí. Me han hablado de él. Winton. Un buen tipo. Es de aquí.
–Desde luego. Creo que es agente de bolsa. –Aquello impresionaría a Hugh–. Pero aparcó el trabajo para ir a Praga y rescatar a esos niños.
Por otra parte también conoció la existencia de un campo de concentración, el de Terezín en Checoslovaquia, en el que se permitía a los presos judíos realizar distintas actividades artísticas y culturales, como por ejemplo organizar conciertos. Con esto y con otro suceso real, (que por supuesto no voy a desvelar), es con lo que la autora se inspiró para escribir esta emotiva y extraordinaria historia protagonizada por mujeres. Mujeres muy diferentes, de distintas religiones y orígenes. Por un lado Eva, de Praga, Checoslovaquia y judía. Por el otro Pamela, de Londres, Inglaterra, cuáquera y casada con un funcionado del Ministerio de Exteriores Inglés. Se alternarán las dos historias y sus vidas se cruzarán en un momento crucial para ambas. Pero vamos al principio. La novela empieza con lo que le ocurrió en Praga en 1930 a Eva, una joven judía de tan solo 16 años, estudiante de piano, ganadora de todos los certámenes infantiles en los que había participado y con un futuro prometedor como pianista. Por no llegar tarde a casa después de las clases de piano, decide tomar un atajo y pasar por el cementerio. Allí se encontrará con un grupo de las Juventudes Hitlerianas y sucederá algo que marcará su vida.
Después de este prólogo, la novela se divide en tres partes: la primera va de 1933 a 1939, con una Praga ocupada por los nazis y unos intentos por parte de los países europeos de evitar la guerra con Alemania. La segunda parte abarca los años de la guerra, del 1939 al 1944, los últimos momentos del nazismo y la tercera cuenta el final y los primeros años de la posguerra, de 1944 a 1950.
Conoceremos a las dos familias que protagonizan la novela, la checoslovaca y la inglesa. Han pasado los años y Eva se ha casado con Josef Kolischer, un hombre viudo, químico y 20 años mayor que ella. Tienen una hija, Miriam, que es todo para ella. Ya no toca el piano y aunque intenta que su hija siga sus pasos, la niña tiene una hermosa voz y prefiere cantar. La situación de su país, ocupado por los alemanes, se complica cada día más para los judíos. Aunque Josef confía en que su trabajo y la importancia de sus investigaciones les salve, Eva no se fía, y decide por su cuenta sin contar con su marido, salvar a su hija de los nazis. En cuanto se entera de que un caballero británico llamado Nicholas Winton, organiza la salida del país de niños judíos, a los que les busca una familia de acogida en Inglaterra, Eva no duda en acudir a él. Decisión dura y difícil de tomar para una madre, que marcará sus vidas pero sobre todo la de Miriam, que en ese momento contará con tan solo 5 o 6 años. Pero por mucho que le cueste separarse de ella, sabe que es lo mejor para su hija.
Encontraba insoportable incluso pensar en lo difícil que tenía que ser para ellas entregar a sus hijos.
No era lo único a lo que iba a tener que acostumbrarse. Por ejemplo, a no tener a su madre para arroparlo en la cama, a no rezar con sus padres, a estar lejos de casa, de su pueblo, de sus amigos. ¿Y quién sabía durante cuanto tiempo?
Al mismo tiempo conoceremos a la familia Denison compuesta por Pamela, Hugh y su hijo Will de 11 años. Son cuáqueros y tienen una buena posición social. Él trabaja en el Ministerio de Exteriores y conoce bastante bien la situación política de Europa. Tiene que viajar por asuntos de trabajo a Checoslovaquia y Pamela propone acompañarle y aprovechar el viaje para ir los tres juntos a esquiar unos días. Una vez allí Pamela se rompe la pierna en un accidente esquiando y tiene que permanecer ingresada en el hospital unas semanas. Tendrá que quedarse sola, ya que ellos tienen que volver a casa y así es como tomará contacto con las gentes y el idioma. En cuanto regresa a casa hará todo lo posible por ayudar y aportar su granito de arena con labores humanitarias, formando parte del Comité de amigos de los refugiados. Conocerá el trabajo de Nicholas Winton y su labor salvando a niños judíos del horror nazi. Formará parte de uno de los viajes en tren a Praga, vivirá la angustia de las madres que como Eva tendrán que separarse de sus hijos sin saber si alguna vez volverán a encontrarse. Allí en la estación se encontrará con Eva y Miriam. Pamela se encargará de acompañar a la niña en el tren y al no aparecer ya en Inglaterra la familia que la iba a acoger, ella se encargará de su cuidado.
Esperaba sinceramente que cuanta más influencia consiguiera Hugh, más ayuda pudieran prestar a aquellas pobres familias perseguidas.
Comprendió que volvía a sentirse cuáquera. Por fin empezaba a desvanecerse la culpabilidad de las soluciones de compromiso, incluso de la hipocresía, por decirlo claramente. Hugh ponía su grano de arena en el Ministerio de Asuntos Exteriores; ella rescataba refugiados. Por fin trabajaban como un equipo.
–Tráeme los abrigos –dijo–. Las estrellas son insignias de honor. Las llevaremos con orgullo.
¿Qué era la música para ella ahora? Ya no le quedaba ni rastro de vanidad. Ya no tocaba para que los demás admiraran su habilidad. Tocaba para que olvidaran sus angustias, para transportarlos a un mundo de paz y belleza, para conducirlos a un lugar donde todo era posible, aunque solo fuese durante una hora, por muy abatidos y agotados que estuvieran a causa del trabajo cotidiano.
En La niña del andén podemos encontrar tanto lo bueno como lo malo, personas capaces de lo mejor y de lo peor. La solidaridad frente a la injusticia nazi y la crueldad de los campos de concentración. El amor de una madre que renuncia a su hija para salvarla de un destino incierto. Y cuando piense que ya no le queda nada por lo que vivir se reencontrará con su gran pasión: la música. En el campo de concentración de Terezín se permitía a los presos (después del trabajo) tener una relativa vida cultural, con biblioteca, clases para los niños y hasta se impartieron conferencias, ya que se encontraban allí un nutrido grupo de científicos y de artistas. Se formó una orquesta y un coro y llegaron a celebrar conciertos y representaron óperas, como la que narra la novela. También rodaron películas de propaganda nazi sobre la vida de los judíos en el campo.
La niña del andén es una novela que aun siendo ficción cuenta con un base real, la autora se ha documentado y recreado esos hechos con una gran sensibilidad. No puedes evitar sentir la angustia de esa madre, de sentir empatía con ella. Debe ser muy duro tener que tomar una decisión tan importante como esa. También me ha gustado el trabajo que realiza Pamela y su buen corazón, pero para mí la vida de Eva es la que más me ha conmovido y emocionado.
Frases
Era como un animal herido que tenía que volver a la vida.
–Sigo siendo cuáquero. Sigo creyendo en la paz. Más que nunca, después de esta horrible guerra. Pero el pacifismo no es la solución. Monstruos como Hitler lo consideran una debilidad.
Es una novela muy grata de leer, la historia es conmovedora y como a ti, la historia de Eva es la que más me ha conmovido.
ResponderEliminarBesos
Gracias. Eva es la que más sufre de todos y aunque no es la única es la que se lleva la peor parte.
EliminarBesos
Gracias por poner la canción, no se me había ocurrido buscarla y tiene mucho sentido que lo hayas hecho. Para mí, esa expresión que se consigue a través de la música en el campo de concentración es una de las partes más emotivas. Me gusta pensar que era su manera de luchar o de enfrentarse a su realidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, me pareció importante conocer la canción, con la música de Mozart, pero lo que más me impresionó fue la letra y el atrevimiento de cantarles a los nazis eso a la cara, sólo tenían esas armas para hacerles frente.
ResponderEliminarBesos
Este lo tengo pendiente, me gusta mucho la temática =)
ResponderEliminarBesotes
Seguro que te gusta. Gracias.
EliminarBesos.