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domingo, 21 de marzo de 2021

NO MORIRÁS, BLAS RUIZ GRAU

No morirás
Autor: Blas Ruiz Grau

Nº de páginas: 496

Editorial: Ediciones B

Año de publicación: 2020

Género: Thriller, Novela negra, policíaca

Serie: Nicolás Valdés (3)



Blas Ruiz Grau nació en 1984 en Rafal (Alicante). Autopublicó su primera obra, La verdad os hará libres en 2012, con un inmediato éxito de ventas. Sus tres siguientes novelas -La profecía de los pecadores, Kryptos y Siete días de marzo- han alcanzado los primeros puestos en las listas de ventas de libros digitales, conquistando a decenas de cientos de lectores. También es autor del ensayo sobre investigación criminal Que nadie toque nada y asiduo colaborador de la web literaria Zendalibros.com. Tras el éxito de No mentirás (reseña aquí) y No robarás (reseña aquí), con esta tercera entrega concluye la exitosa trilogía.

Sinopsis

Llega el cierre de la trilogía más diabólicamente adictiva.

Nicolás Valdés no ha dado señales de vida desde la última gran aparición del mutilador de Mors, cuando seis personas fueron brutalmente asesinadas. Hace un año que el inspector está desaparecido, el asesino sigue libre y reina una calma tensa en Madrid. Solo hay una razón por la que Nicolás volvería. Solo una persona podría romper esa calma.

El asesino ha tenido tiempo para preparar su gran jugada, la que le llevará a enfrentarse al inspector en su última partida de ajedrez. Madrid ya ha descansado demasiado, Nicolás Valdés también. Es el momento de llegar al final, un final que ha esperado durante ocho años: solo uno de los dos puede quedar en pie.


Toda historia  tiene un comienzo pero también tiene un final, 

sea cual sea


Opinión personal

No morirás es la última entrega de la trilogía protagonizada por el inspector Nicolás Valdés. Hay que leerla después de las anteriores y es muy difícil hablar de la última sin revelar demasiado de las anteriores. No morirás empieza donde acaba la entrega anterior, vamos, que si no has leído No robarás no deberías leer la sinopsis de esta. Ni todo lo que yo pueda contar ahora. Además de que es muy difícil, por no decir imposible seguir toda la investigación sin conocer lo sucedido en las dos anteriores novelas. Hay que leerlas por orden, si o sí. 


Nicolás ha estado desaparecido durante un año, después de lo sucedido con el mutilador de Mors. Pero cuando Fernando, el asesino vuelve a aparecer, no tendrá más remedio que volver a enfrentarse con él. Le ayudarán, como no podía ser de otra manera, su amigo y compañero el inspector Alfonso Gutiérrez, y Sara GarmendíaInspectora jefe de la Sección de Análisis de la Conducta del Cuerpo Nacional de Policía, su equipo habitual y también nuevas incorporaciones. A Fernando, el asesino psicópata, lo conocemos de las dos anteriores novelas, pero no deja de sorprendernos. Inteligente y meticuloso, tiene todo planeado y controlado hasta el último detalle. Secuestró a una persona muy importante y querida para Nicolás y ha señalado una cuenta atrás para acabar con ella. Mientras también irá matando a otras personas. Por lo que tendrán que encontrar la posible conexión entre ellos para adelantarse a él, y todo hace que la investigación sea contrarreloj. Al igual que en las anteriores novelas, esta tiene mucho ritmo, acción, giros, sorpresas, engancha y se lee del tirón. En cuanto a los personajes, tendremos novedades, las relaciones entre ellos han cambiado. Nicolás salió huyendo después de lo ocurrido y ha estado desaparecido, sin dar señales de vida durante ese tiempo. Y tanto Alfonso como Sara se sentirán abandonados por él y muy enfadados. Los personajes han ido evolucionando desde la primera novela, en la que tanto Alfonso como Nicolás son unos novatos, hasta llegar a ser este último uno de los mejores investigadores de asesinos en serie. También Fernando ha ido cambiando y ahora le conocemos mejor. Es un buen broche final para la trilogía y me da pena que termine. Aunque, ¿quién sabe? Igual se convierte en una serie y volvemos a saber de ellos. A mí me gustaría que así fuera.



Frases


"Qué fácil es empujar a la gente, pero qué difícil guiarla." La frase, pronunciada por el premio Nobel de Literatura Rabindranath Tagore, resonó en su cabeza.


... asociaba la palabra "psicópata" a una persona que causaba dolor con el único propósito de sentir satisfacción personal. Y por más que lo intentaba, no encontraba esa satisfacción por ningún lado.


Lo suyo no era matar por matar: todo lo hecho, todo lo que quedaba por hacer, todo escondía un sentido, un propósito, un fin.


Había pensado en muchas ocasiones que si le diera por relatar todo lo sucedido desde que ambos inspectores, novatos ellos, llegaron a Alicante podría vender una trilogía que seguro sería un éxito de ventas.


Tenía una constante sensación de déjà vu, parecía que no se iría nunca.


"Discernir sobre bien y mal, / apurara una copa rebosante de miedos / trabajar sin apenas respirar, / olvidar que se consume tu tiempo."


El primer impulso era inevitable. El resto es lo que es inexcusable.



La falta de control era propia de locos, de lunáticos, y él no lo era. Él perseguía un fin. Obraba en pos de unos motivos. Sus actos estaban justificados. No estaba loco.




Con No morirás termina una trilogía con mucha acción, que engancha y que es totalmente adictiva. 


          Lourdes

lunes, 15 de marzo de 2021

FIERRO, FRANCISCO NARLA

Fierro

Autor: Francisco Narla

Nº de páginas: 384

Editorial: Edhasa

Año de publicación: 2019

Género: Novela Histórica



Francisco Narla (Lugo, 1978), es escritor y comandante de línea aérea. Ha publicado novela, relatos, poesía, ensayos técnicos y artículos. Como conferenciante, ha participado en diferentes foros, como centros universitarios o programas de radio y televisión. 

En 2009 publica su primera novela, Los lobos del centeno, reeditada revisada e ilustrada en 2019. En noviembre de 2010 ve la luz su segunda obra de ficción, Caja negra, reeditada en 2015 y traducida a varios idiomas. En 2012 nos sorprendió con Assur, con la que recibe el aplauso del público y conquista las listas de los más vendidos. Y al año siguiente nos presenta Ronin, que le consagró como uno de los más versátiles y talentosos escritores de novela histórica de nuestro país, género que ha continuado en sus siguientes novelas. Donde aúllan las colinas (2016, reseña aquí). En 2018 gana el I Premio Edhasa de Narrativas Históricas con la obra Laín. El bastardo (reseña aquí). Tras el éxito, tanto en ventas como en críticas, de Laín, Francisco Narla presenta en 2019 su nueva novela, Fierro

Sinopsis

EN LA FRONTERA NO HAY MÁS LEY QUE EL HIERRO 

Lo llamaban Fierro. Y era mentira. La verdad era su pasado y el pasado, una condena que prefería olvidar. No tenía nada, ni siquiera futuro. Por eso vivía en la frontera, un pedazo incierto de tierra olvidado por todos, un lugar maldito donde moros y cristianos sembraban muerte a su antojo. Su único consuelo eran las colmenas. A ella, perdida en aquel amargo pasado, siempre le gustó la miel.
Ahora ese pasado cabalga de nuevo hacia él; con la espada al cinto, dispuesto a atormentarlo. Una vez más. Y, cuando su antiguo compañero de armas lo encuentra, sabe que no tiene escapatoria. La guerra se cruza de nuevo en su camino. Se prepara la batalla más grande jamás contada y él marcará la ruta. Lo hará por una única razón: ella. Como antes, como siempre, él será el atajador de los ejércitos de Castilla. Y su única esperanza estará en manos de un enemigo…
Ésta es la historia de un hombre; uno cansado, blasfemo y solitario. Un hombre acabado, sin esperanza y, pese a todo, un valiente. Un atajador en la frontera, en tiempos de la Reconquista.
Recordarás su nombre.

Opinión personal
La primera novela que leí de Francisco Narla, hace ya unos cuantos años, fue Assur y me gustó mucho. Después vinieron Laín. El bastardo. Donde aúllan las colinas, y ahora Fierro. Como me gustó tanto la primera, cada vez que tengo la oportunidad de leer una de sus novelas no me lo pienso y enseguida va a la lista de libros que quiero leer, es una apuesta segura y no me defrauda.

La novela nos llevará a principios del siglo XIII y a finales del XII cuando recuerda su pasado. Al protagonista lo conoceremos como Fierro. Descubriremos su pasado poco a poco, a la vez que su presente hasta completar la historia del protagonista, un atajador de la frontera. Pero también nos introduce en unos hechos reales y batallas de nuestra Historia.
La novela está dividida en tres partes que ha llamado Cantares: el primer cantar es El sitio de Alarcos, el segundo es La sombra del lince y el tercer cantar es Las Navas de la Losa

La novela empieza así:

Lo llamaban Fierro. Y mentían.
Su verdadero nombre era agua pasada. Y allí el pasado se pagaba caro.
En la frontera no se preguntaba, las respuestas tenían la maldita costumbre de ser tajos de un palmo que aireaban las tripas. Era un pedazo indeciso de tierra maldita. Un erial dejado de la mano de Dios donde se condenaban los que no tenían otra elección: la frontera o el infierno. Allí acababan los desahuciados, los ilusos, los que escapaban de la horca y un puñado de malnacidos que, en lugar de ganárselo, robaban el pan. En la frontera se refugiaban los desechos de aquella guerra interminable.
Y él era uno de ellos.

A Fierro lo describe ya mayor, aunque también conoceremos al Fierro de joven y enamorado. Porque además de todo lo que podemos encontrar en esta historia, traición, venganza, honor, deber... encontraremos una gran historia de amor.

Espigado y curtido. Un manojo de cordeles tiesos. De guedejas canas y barba revuelta. Con ojos azules, clareados por los años y el miedo. Renqueaba y, para caminar, se ayudaba de una vara. Cuando amenazaba tormenta, se le arredraban los huesos. Y tenía la impenitente manía de sacudirse las calzas a todas horas.
Además, se hacía viejo. Lo acompañaba un chucho de mil leches con algo de bodeguero y mucho de sarnoso. Un animal sin gracia cuya única virtud era la lealtad de su mirada. 

Resolvió que no había por qué inquietarse. Al fin y al cabo, él ya estaba muerto para los suyos.
Y se equivocó.
Su pasado cabalgaba hacia él. Con la espada al cinto. Escupiendo maldiciones.


En el pasado Fierro fue atajador, aunque ahora se encuentra apartado y trabajando de melero. Los atajadores eran grandes conocedores del terreno, buscaban los mejores lugares para pasar un río o para asentar un campamento, una especie de exploradores que se arriesgaban cruzando la frontera continuamente para encontrar el lugar más adecuado para asentar a las mesnadas antes de enfrentarse en la batalla. Papel importante el de los atajadores, aunque nadie hable luego de ellos y no sean los héroes de los que hablan los juglares. 

A eso se habían dedicado. A jugarse el pescuezo por delante de las mesnadas para informar de los mejores lugares para acampar, de los vados en los ríos, de los campos de abastecida. Atajadores. De entre todos los hombres de las milicias y fonsados, los más locos; o los más valientes. Los que se echaban a territorio enemigo a pecho descubierto para que reyes y obispos, con sus nobles culos bien a salvo en la retaguardia, decidieran cómo jugarse la vida de los hombres que luchaban en su nombre.

—¿Y quién fue el espabilado que dijo que éste era un trabajo fácil?

Otros hubieran salido por pies. Pero él era atajador y no le arredró meterse en aquel avispero. Ése era su negocio, moverse bajo los hocicos del enemigo. Y prefería morir intentándolo que olvidar la afrenta.

No fue cuestión de fuerza, no fue cuestión de valor. No se trato de algo al alcance de los héroes a quienes cantaban los trovadores. Fue sólo gracias a su empeño.


Una época en la que los distintos reinos cristianos luchaban entre sí y contra un enemigo común, los musulmanes. Trascurre la acción en una tierra fronteriza que tan pronto es cristiana como musulmana. Entraremos de lleno en plena Reconquista, en el 1212, año de la famosa batalla de Las Navas de Tolosa que encontraremos en la parte final de esta novela. Los distintos reyes, Alfonso de Castilla, Sancho de Navarra, y Pedro de Aragón (solo faltó el rey de León), nobles, caballeros, las órdenes militares de Santiago, Templarios, Hospitalarios y Calatravos se dieron cita contra el infiel, también mercenarios y villanos. Muchos de los personajes, las batallas y también las traiciones son reales. Nos encontramos con la rivalidad entre los Castro y los Lara, la traición y el horror de la derrota del rey castellano en Alarcos (1195), (el traidor existió realmente, Pedro Fernández de Castro), la caída del castillo de Salvatierra (1211) y la batalla de Las Navas de Tolosa (1212) una de las más importantes de la Reconquista. Y que podemos vivir en una magnífica recreación. 

Aquí cada cual ha calentado siempre su sopa y por eso esta condenada guerra no acaba nunca, porque, en lugar de pelear todos contra el moro, cada quien mira por su ombligo... El oro dobla voluntades como el viento las junqueras.

El Miramamolín es hijo de Al-Mansūr, el mismo que vestía y calzaba, «el honroso» le decían, quien logró que a vuestro rey Alfonso se le aflojaran las tripas... es hijo de quien se enfrentó con el rey Alfonso en Alarcos... Aunque, para su vergüenza —alzó su manaza—, también es hijo de cristiana. De cristiana convertida, para más señas. Una esclava a la que dieron el nombre de Zahar y que no fue manumitida hasta que se convirtió en la madre del heredero. Y de ahí le vienen, dicen, los ojos azules y las barbas rubias que peina.


—Se le han revuelto las aguas y no quiere una campaña larga. Ya ha esperado todo el invierno; estará impaciente como novicio en putiferio. Si no se apura, se arriesga a una rebelión. Y ese infiel quiere mandarnos al infierno a todos, quiere su gran lid. Quiere ser recordado no como el hijo de una esclava, sino como el gran vencedor. Ese hideputa bebe vientos de grandeza. Él lo ha dicho —insistió, señalando al judío—, quiere seguir los pasos de Almanzor.


Con una estupenda documentación, con Fierro volvemos al pasado y viviremos unos sucesos históricos importantes, muy bien recreados como son la derrota de Alarcos, y la batalla de Las Navas, de manera que hasta puedes sentir el miedo de las gentes del pueblo y de los soldados que luchaban muchas veces cuerpo a cuerpo durante horas, en unos combates de violencia desmedida, con muy pocas posibilidades de salir con vida y enteros. 

Enconada a más no poder, la batalla no se decantaba a un lado o al otro. Sólo ganaba la muerte. La muy puta sólo se tomaba un respiro si tenía que afilar la guadaña.


Rendirse era el amor de los cobardes. Y él nunca había sido un cobarde. Seguiría luchando hasta el último aliento. Hasta que no fuera capaz de sostener el estoque. Seguiría luchando incluso cuando ya no hubiera esperanza. Como siempre.

No era el más valiente. Tampoco el más espabilado. Sólo un tipo que jamás se rendía.


—Al demonio le gusta jugar a los dados...


Lo peor fueron los sueños inquietos. Porque los sueños eran venganza de los recuerdos.


Todo por la fe, todo por la cristiandad. Muerte y gloria en nombre de Dios. Y habrían salido dispuestos a enfrentarse a un inmenso ejército.


Porque sabía que, unos y otros, cristianos y moros, no eran más que títeres en manos de reyes y califas.

Fierro es un hombre atormentado, al que le persigue su pasado. Vivió un gran amor. Podemos encontrar venganza, traición, lealtad, honor, pero en el fondo es ese amor lo que le mueve a vivir esta última aventura en un intento de redimirse. Por ella, todo por ella.


Tengo que decir que me ha gustado mucho la novela. También que hay algo que me ha sorprendido una barbaridad, no me esperaba para nada, y no puedo dejar de mencionar, que en un momento dado  mencionara el pueblo donde vivo, Cella, muy cerca de Teruel capital. Cella forma parte del Camino del Cid. Es en Celfa la del Canal donde, según el Cantar, el Cid espera a los refuerzos necesarios para la conquista de Valencia. La llaman así, Celfa la del Canal por su Pozo Artesiano uno de los más grandes y profundos del mundo. La fuente de Cella está catalogada como Bien de Interés Cultural desde 1983.






Muchos años atrás, cuando la barba le crecía por parroquias y las cicatrices aún estaban por venir, en una cabalgada no lejos de Cella, a la que llamaban del Canal, había presenciado algo que nunca había contado a nadie.

Fierro es una gran novela histórica llena de aventuras y en la que también podemos encontrar una gran historia de amor.

           Lourdes

jueves, 4 de marzo de 2021

RESUMEN FEBRERO 2021

 En el segundo mes del año he leído 5 novelas.


1. Si eso es una mujer, de Lorenzo Silva y Noemí Trujillo


Si eso es una mujer, Lorenzo silva y Noemí Trujillo




2. El sufrimiento de las cigarras, de María Jesús Pérez Navarro


El sufrimiento de las cigarras, María Jesús Pérez Navarro


3. Los juguetes de la guerra, de Carolina Pobla

Los juguetes de la guerra, Carolina Pobla


4. Gracias a Babelio y Masa Crítica mi cuarta lectura del mes ha sido Los muertos no mienten, de Stephen Spotswood

Los muertos no mueren de Stephen Spotswood



5. Fierro, de Francisco Narla

 Fierro. Francisco Narlas


Sorteos

En este mes he ganado 3 sorteos, pero solo me ha llegado a casa un libro:

En Instagram la escritora Carmen Posadas sorteaba 3 ejemplares de su novela La leyenda de la Peregrina que todavía no ha llegado a casa.

Tampoco me llegó el que gané en el blog Lectora de tot de Inma Bretones, Pájaros en un cielo de estaño, de Antonio Torconal


Y en Instagram la Editorial Alrevés organizó un sorteo de la novela La noche azul de Juan Bolea  




   

Gracias a Babelio y Masa Crítica estoy esperando El escritor nº 8, de Antoni La Red



Retos

Reto personal 50 libros, llevo 10.
En el Reto 25 Españoles llevo ya 9, faltan 14. 
Y en el Reto de la A a la Z tan solo levo 6 letras, (varias las tengo repetidas): A, G, N, P, S, y T.


Para mí ha sido un buen mes, con unas lecturas interesantes y buenas. Y para vosotr@s ¿Ha sido febrero un buen mes de lecturas? Espero que sí. Nos leemos.

                Lourdes

miércoles, 3 de marzo de 2021

LOS JUGUETES DE LA GUERRA, CAROLINA POBLA

Los juguetes de la guerra 

Autora: Carolina Pobla 

Nº de páginas: 440

Editorial: Maeva

Año de publicación: 2020

Género: Novela histórica, romántica


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Carolina Pobla (Barcelona, 1962) estudió pedagogía en la Universidad de Barcelona y ha estado vinculada al mundo de la danza durante más de treinta años, en el ámbito de la docencia, la coreografía y la realización de espectáculos. Debutó en 2018 en el panorama literario con Geranios en el balcón, una inspiradora historia basada en la vida de sus propios abuelos. Dos años más tarde publica Los juguetes de la guerra, en esta ocasión con la II Guerra Mundial como telón de fondo.

 

Sinopsis

Una mujer lucha por sacar adelante a su familia mientras el amor y la amistad se abren paso en tiempos de guerra.

Una tarde de otoño en Barcelona, a Violeta, la madre de la autora, le comunican la muerte de su hermano Víctor. Y con la noticia llega la gran revelación: Víctor era adoptado. En 1942, Ilse, viuda de un aviador de la Luftwaffe y madre de seis hijos, entre ellos Violeta, regresa al pueblo de Baviera en el que pasó los veranos de su infancia. Desea alejar a sus hijos de la guerra, pero a su llegada se encuentra con la mansión familiar reconvertida en hospital militar y tiene que acomodar a su familia en una humilde cabaña en el monte. Mientras a su alrededor el país se desmorona, los niños crecen y viven experiencias que los harán madurar deprisa. Ilse, una madre luchadora y una trabajadora eficiente que utiliza sus conocimientos como comadrona para ayudar en el hospital, también es una mujer joven que, a pesar del caos imperante, vivirá una intensa historia de amor.


Opinión personal

Los juguetes de la guerra es la segunda novela de Carolina Pobla. Había oído hablar muy bien de sus novelas y tenía ganas de leer alguna de las dos. Últimamente estoy conociendo nuevos autores y de momento está siendo todo un acierto. Es una novela que me ha gustado  mucho. Resulta muy interesante conocer el punto de vista de los alemanes que no eran nazis, como vivieron la II Guerra Mundial en Alemania siendo muchos de ellos víctimas primero de los suyos y de los aliados después. Además se trata de una novela basada en la historia de la familia de la autora, en concreto en las historias y recuerdos infantiles narrados por su madre. Ilse, la protagonista, está inspirada en su abuela, que al igual que la protagonista de la novela, era una mujer fuerte y menuda, procedente de una familia con mucho dinero que sufrió un matrimonio desafortunado con un oficial de la Luftwaffe. Tuvo seis hijos, y durante el conflicto adoptó algunos más. La familia pasó la guerra en una cabaña en la montaña, pues al ser viuda de militar con hijos, pudo acogerse a una evacuación preferente. La novela está dedicada a su madre, que también era la quinta de los hermanos como Violetta o Letta que será quien contará la historia a dos de sus hijas. Los demás personajes son producto de la imaginación de la autora. La  ambientación si es real y nos muestra la situación vivida por una parte de la población en esos días de guerra y postguerra. 


La novela empieza en la Barcelona actual, cuando a Violetta le comunican la muerte de su hermano Víctor de un infarto. Violetta había nacido en Múnich en 1937. Es entonces cuando desvela algo que había mantenido hasta ese momento oculto: Víctor no era hermano suyo. A partir de ese momento les contará a dos de sus hijas parte de su infancia y lo vivido por su familia durante la guerra. 


La primera mención que hizo mi madre respecto a que tío Víctor no formaba parte de nuestra familia por nacimiento, sino por adopción, fue el día que nos comunicaron su muerte.


—Vosotras y vuestros hermanos habéis sido muy afortunados por no haber tenido que vivir una guerra.

—Yo era muy pequeña. Para mí fue como un juego… —guardó silencio y dibujó una tenue sonrisa— … casi siempre.

—Pero mis hermanos mayores lo vivieron de forma muy distinta. Vuestra abuela fue una mujer muy valiente que sacrificó mucho para intentar suavizar las consecuencias de todo lo que nos pasó. A pesar del horror, creo que fuimos más felices que la mayoría.


—Se hicieron muchas cosas de las que ahora nos avergonzaríamos. Era una cuestión de supervivencia. Tuvimos vivencias maravillosas, pero también se perdió mucho por el camino.
Éramos muy jóvenes y casi ni nos dimos cuenta, pero nos enseñaron a calibrar nuestras palabras y a ocultar nuestros pensamientos. Aprendimos a guardar muchos secretos…

Viajaremos hasta la Alemania de 1942. Ilse, viuda de un aviador de la Luftwaffe, regresa al pueblo de Baviera en el que pasó los veranos de su infancia. Llega allí con sus seis hijos, para protegerles de los bombardeos de la ciudad, pensando que allí será todo más fácil. Pero al llegar se encuentra con que la mansión de su familia ha sido convertida en hospital militar, donde se recuperan los oficiales del ejército alemán. Se verá obligada a vivir con sus hijos en una cabaña en el monte, sin las comodidades de las que están acostumbrados. Contará desde el primer momento con la gran ayuda de Ramona y el viejo Johann, su marido, ambos trabajaban como guardeses en la mansión familiar. Mientras, los niños van creciendo y adaptándose a su nueva situación madurando rápidamente. Ilse es una madre luchadora y trabajadora que se desvivirá para que sus hijos padezcan lo menos posible la guerra. Gracias a sus conocimientos como comadrona podrá ayudar en el hospital y en todo lo que pueda, y así es como conocerá al doctor Dante Newmann, el responsable médico del hospital militar. 

Puede decirse que se trata de una novela coral, ya que aunque la protagonista principal es Ilse, todos sus hijos tienen mucho protagonismo. Serán también muy importantes personajes como  Ramona, el viejo Johann, el doctor Dante,  el maestro don Paul Frank, amigo y compañero de Daniel. Ramona tiene mucha fuerza y decisión y su apoyo será fundamental para Ilse, son los dos personajes que más me han gustado. 

De los hermanos la mayor es Margot de 17 años, le siguen Daniel de 15, Nils de 11, Betina de 9, Letta de 5, y el pequeño Tom de 3 años. Y luego está Víctorde 10 años, que en realidad se llamaba Samuel y al que un buen día encontraron andando solo, desorientado y en un estado lamentable. Decidieron que lo mejor sería que se quedara con ellos y ocultar su procedencia. 


Es curioso cómo puede cambiarse la historia a base de olvidos, cómo alguien puede desaparecer para siempre si no tiene quien lo recuerde.

En Los juguetes de la guerra conoceremos el día a día de una pequeña población rural alemana durante la II Guerra Mundial, con sus penalidades, privaciones, y restricciones bajo la vigilancia de los comisarios de zona, sometidos a los suyos. Después llegarán los aliados, vencedores y sufrirán las represiones y las consecuencias de haber tenido que tomar partido, algunas veces sin tener otra alternativa. Una visión distinta del pueblo alemán en la guerra, de aquellos que no estaban de acuerdo con la ideología nazi y que me ha parecido muy interesante. Veremos el miedo y la desconfianza entre los vecinos, el colaboracionismo de algunos con el ejército nazi, (destacando el papel de la mujer del alcalde), el hambre y también la solidaridad de casi todos, el horror y el sentimiento de culpa al conocer lo sucedido en los campos de concentración. Víctimas de los dos bandos. Lo ocurrido en los campos de concentración lo sabremos gracias al soldado Simon, hijo de Ramona y Johann, que nos contará su experiencia.

 

En ese mismo momento se dio cuenta de lo mucho que se había equivocado solicitando el cambio de destino, al comprender que todos los que estaban allí, víctimas y verdugos, eran prisioneros de una misma alambrada, dos caras de una misma moneda gris y silenciosa.

El relato de Simon estaba lleno de terror, torturas y hambre. De mezquindad, de avaricia, de venganza y de esclavitud. En aquel lugar, la debilidad se pagaba con la muerte. Y el trabajo extenuante con agua sucia y trozos de pan podridos que provocaban peleas, patéticos espectáculos para los ojos sádicos de oficiales y soldados que disfrutaban con tanta brutalidad.

—Salvando a un hombre salvas al mundo.


—Para salvar a muchos has tenido que sacrificar a uno. Eres una buena persona. Dios sabrá recompensarte.

Frases
—¿Por qué nos pasa esto, mamá? Nosotros no hemos hecho nada malo.
—Es la guerra, cariño. Es un maldito juego en el que todos pierden.

A Ilse se le ponían los pelos de punta a medida que veía cómo se iban produciendo los cambios, cómo los valores de toda la vida, la amistad, la generosidad, la verdad y el agradecimiento, el respeto a los mayores o el compañerismo, valores que se había esforzado mucho en inculcar a sus hijos, descendían tanto en la escala que apenas se tenían en cuenta, y los sustituían términos tan peligrosos como «superioridad», «supremacía» o «limpieza de sangre».

Traiciones, delaciones y venganzas estaban a la orden del día. Ya nadie podía fiarse de nadie. 

—Estos eran mis juguetes.
Le ofreció una de las figuritas para que pudiera admirarla de cerca. Eran de una calidad extraordinaria.
—Ahora somos nosotros los juguetes —pensó en voz alta—. Sus soldaditos de plomo. Dóciles, manejables, obedientes, importantes pero sustituibles. Sus juguetes de la guerra.

En lo que la mayoría parecía estar de acuerdo era en la necesidad de que todo aquello se acabara de una vez.


—Amigo Dante, eso es lo que tiene el juego de la guerra, que a veces se gana y a veces se pierde.
—No se equivoque, señor. El problema es que nosotros no jugamos. Nosotros somos los juguetes.

... pero el hombre que no quiere luchar es un hombre vencido. Y la muerte es un rival poderoso.

—Podemos tratar todas las heridas superficiales —le dijo a Ilse cuando terminó con el último —, pero no sé cómo van a sobrevivir a las terribles secuelas que les quedarán en el alma.

Los juguetes de la guerra convertidos en jugadores de la paz, el perdón y la concordia.


Los juguetes de la guerra es una estupenda novela histórica, dura y conmovedora a la vez y narrada de una manera admirable, en la que encontraremos otra visión de la II Guerra Mundial.

        Lourdes

jueves, 25 de febrero de 2021

LOS MUERTOS NO MIENTEN, STEPHEN SPOTSWOOD


Los muertos no mienten

Autor: Stephen Spotswood

Nº de páginas: 400

Editorial: Ediciones B

Año de publicación: 2021

Género: Novela negra, policíaca


Stephen Spotswood es guionista, periodista y profesor. Como periodista, ha investigado y publicado sobre las guerras de Irak y Afganistán. Vive en Washington, D.C. con su mujer, Jessica Spotswood, también escritora. Los muertos no mienten es su primera novela.


Sinopsis

El gran debut de Stephen Spotswood: una novela detectivesca de evasión ambientada en el Nueva York de los años cuarenta.

En el Nueva York de principios de los años cuarenta, una detective privada y su peculiar ayudante, tratan de resolver los crímenes más insólitos.

Desde hace tres años Willowjean Parker es la asistente de la famosa detective Lillian Pentecost. Will escapó de su casa cuando era todavía una niña y se enroló en un circo donde aprendió de todo. Lillian, enferma de esclerosis, coincidió con ella en una de sus investigaciones y le ofreció ser su asistente.

Ahora, Will y Lillian se enfrentan a la investigación de la muerte de Abigail Collins, la viuda de uno de los magnates de la ciudad que ha amasado una fortuna gracias a la venta de armamento en la reciente contienda europea. Pero esta no será una investigación cualquiera y las vidas de Will y Lillian sufrirán las consecuencias. ¿Saldrá indemne su relación? ¿Y su corazón?

Opinión personal

Los muertos no mienten es una novela que he leído gracias a Babelio, no me lo pensé cuando me propusieron leerla después de ver la sinopsis. Y ha sido un acierto, me ha encantado. Es una interesante y buena novela, con una bonita encuadernación y una portada que me encanta, pero que resulta un tanto engañosa. Vemos a dos mujeres jóvenes y elegantes que enseguida suponemos que se trata de las dos protagonistas, pero cuando empezamos a leer la novela nos damos cuenta de que no tienen nada que ver con la descripción de las protagonistas, como comentaré más tarde.

La narración de la historia corre a cargo de una de las protagonistas: Willowjean Parker, Will. Es la asistente de la famosa detective Lliam Pentecost. Nos cuenta al principio la forma tan peculiar como se conocieron y llegó a trabajar con la detective. 

La primera vez que vi a Lillian Pentecost, estuve a punto de hundirle el cráneo con una tubería de plomo.

Will se marchó de casa muy joven, con tan solo 15 años y tuvo que aprender a valerse por sí misma. Estuvo viviendo en un circo unos años antes de cruzarse en el camino de Lillian Pentecost o P, como se refiere a ella en muchas ocasiones. Allí aprendió muchas cosas como por ejemplo a lanzar cuchillos y encontró amigos que fueron lo más parecido a una familia. De pequeña estatura  y con una forma de vestir un tanto masculina parece todavía más joven de lo que es en realidad. Por su parte Lillian Pentecost (P) es una mujer adelantada a su tiempo, es independiente, posee una gran inteligencia y es detective en la Nueva York de los años 40. Tiene esclerosis múltiple, padece fuertes dolores y en algunas ocasiones se tiene que ayudar de un bastón para andar. Enseguida se dará cuenta del potencial de la joven y decide contratarla como su asistente y en tres años que han pasado juntas se puede decir que es más que una empleada o asistente, es su amiga y socia. 

Muchas veces Lazenby y sus hombres me tratan como a una niñita que juega a ser detective. Más mascota que miembro del equipo. Llevo tres años investigando casos, y la señorita P responde por mí, pero él nunca me deja olvidar que la primera vez que nos vimos yo estaba al otro lado de la mesa.


Después de contarnos como se conocieron y empezó a trabajar para la detective nos relatará el caso de una rica familia de la ciudad de Nueva York, los Collins. El policía encargado de la investigación es el teniente Nathan Lazenby, viejo conocido de ambas. Hace un año que el magnate Alistair Collins se suicidó en el despacho de su casa y ahora su viuda, Abigail, ha sido asesinada en el mismo lugar donde él se quitó la vida. Estaba celebrando una fiesta de Halloween, tenía la casa llena de gente, había llevado a una vidente, Ariel Belestrade, y había preparado una sesión de espiritismo. Dos semanas después del crimen la policía no avanza con la investigación, parece no tener ningún sospechoso y la familia quiere contratar a la famosa y prestigiosa investigadora para que resuelva el caso. Son Harrison Wallace, el socio del magnate y padrino de los gemelos (de 20 años) del matrimonio, Rebecca y Randolph Collins.

La señora P y yo compartimos cierto prejuicio en lo que a la flor y nata se refiere. En mi caso es el habitual resentimiento pueblerino de la clase obrera. En el suyo se debe a que los ricos suelen ser los que menos necesitan su ayuda. Sin embargo, parte de mi trabajo como asistente incluye también dirigirla hacia los esporádicos clientes que pueden extender un cheque de cinco cifras sin que les entre un sudor frío.

­—Su cuenta bancaria no es nada desdeñable —le dije—. Por lo menos, según los últimos valores en la bolsa en el Journal. Pero si el vil metal no le interesa, también está el hecho de que se trata de un misterio de habitación cerrada como Dios manda. ¡Un misterio de habitación cerrada! ¿Con qué frecuencia ve alguno?


Es un caso difícil, ya que se encontró el cuerpo sin vida de Abigail  Collins en una habitación que se encontraba cerrada por dentro con llave. "Un misterio de habitación cerrada" todo un reto digno de una gran mente y enseguida pensé en Poirot y en Agatha Christie. Lillian Pentecost también tiene sus métodos, lleva unos archivos desde hace años en los que guarda recortes de periódicos de casos, de gente importante e interesante, de cosas curiosas que en algún momento pueden servirle en sus investigaciones. 

Los archivos contienen años de recortes de prensa minuciosamente organizados sobre crímenes, hechos destacados y ciudadanos de interés, además de notas, curiosidades, indicios y diversos objetos extraños relacionados con casos que la señora Pentecost ha reunido a lo largo de su carrera.

Además de ser un caso interesante la manera de contar la historia por parte de Will es muy entretenida, con un toque de ironía y humor, y sin omitir detalles aunque puedan dejarla en mal lugar, ya sea una metedura de pata o se trate de algo de lo que no esté orgullosa, nos lo cuenta con mucha naturalidad y sacando la lección correspondiente. Si el personaje de Pentecost me ha gustado por su fuerza y su carácter, el de Will me ha encantado, su ironía, frescura, y espontaneidad. 

A la señora P le gusta decir: “Si nunca volvemos atrás y examinamos lo que tenemos en conjunto, puede que no veamos el patrón que existe en medio del caos.” También siente debilidad por el corolario: “Dedica cada instante a roer lo que sabes y es posible que se te escape un nuevo bocado que se te presente en el camino”.


No hay que olvidar que el autor es guionista y le da un toque muy visual a la novela. Podría llevarse al cine o a la televisión. Los muertos no mienten es la primera novela de Stephen Spotswood y a mí me gustaría que fuera el principio de una serie y encontrarme con esta pareja en más ocasiones. 

Frases

—Lo normal y corriente no existe. No en lo que a los seres humanos se refiere. Y no suponga, a no ser que las circunstancias la obliguen a hacerlo.


Los muertos desempeñan un papel fundamental en todas las culturas civilizadas, desde las tribus del Amazonas hasta los desiertos de Arabia, pasando por Nueva York. Los veneramos. Hablamos de ellos. Les pedimos consejos. Están presentes en todos los actos de nuestra vida, tanto si somos conscientes de ello como si no. En muchos sentidos, los muertos nos gobiernan.


Era un hijo de puta, pero era un hijo de puta que jamás se cuestionó lo que hacía. Simplemente lo hacía, para bien o para mal.


Tienes que ir con más cuidado, muchacha. Esta ciudad está llena de monstruos, ladrones y gilipollas. Y esto solo en el ayuntamiento.


—Nunca he conocido a un hombre rico que rechazara la oportunidad de enriquecerse aún más.


—No solo no encajas, sino que no temes destacar —comentó Hollis—. Tú y tu jefa, las dos. El clavo que sobresale recibe un martillazo, Will. Lo único que te digo es que tengas cuidado.


Sé todo lo prudente que creas necesario. Pero no niegues quién eres. Siempre habrá alguien dispuesto a derribarte a golpes. No les hagas el trabajo por anticipado.


Los muertos no mienten es una estupenda novela negra ambientada en la Nueva York de los años cuarenta y que tiene como protagonistas a dos mujeres investigadoras que dejan huella. 


                Lourdes