Autor: Emilio Ortiz
N°de Páginas: 256 páginas
Editorial: Duomo Editorial
Año de Publicación: 2017
Género: Narrativa Contemporánea, policíaca
Emilio Ortiz nació en Baracaldo, Vizcaya, en septiembre de 1974. Es licenciado en Historia. En la actualidad reside en Albacete. Comenzó a publicar en 2015, año en el que obtuvo el segundo premio del I Certamen Internacional Musas de Primavera con el relato Una sonrisa. Apenas un año después, ganó el primer premio en la XI Edición de los Premios ANADE de cuento con el relato Las angustias de un dibujo. Es aficionado a la escritura y a la lectura desde niño, pasiones que realizaba con mucho esfuerzo, sin poder llegar a concluirlas con éxito, dado que era deficiente visual; hoy en día es ciego total. Al descubrir el sistema braille, retomó su afición por escribir y leer, actividades en las que profundizó, ya siendo adulto, tras aprender a manejar ordenadores y dispositivos móviles con software adaptado para ciegos.
Sinopsis
Una bella historia de amistad, amor y superación contada a través de los ojos de un perro guía. Cross es un perro guía alegre y travieso. Mario es un joven invidente que intenta abrirse camino en la vida. Juntos forman un equipo inseparable. A través de mis pequeños ojos es una conmovedora novela que narra las divertidas peripecias de Cross en el mundo de los humanos. Su autor, Emilio Ortiz, nos cuenta una realidad que él conoce bien, pues tiene su propio perro guía, llamado Spock, casi tan travieso como Cross.
Sinopsis
Una bella historia de amistad, amor y superación contada a través de los ojos de un perro guía. Cross es un perro guía alegre y travieso. Mario es un joven invidente que intenta abrirse camino en la vida. Juntos forman un equipo inseparable. A través de mis pequeños ojos es una conmovedora novela que narra las divertidas peripecias de Cross en el mundo de los humanos. Su autor, Emilio Ortiz, nos cuenta una realidad que él conoce bien, pues tiene su propio perro guía, llamado Spock, casi tan travieso como Cross.
Opinión Personal
La historia la cuenta el perro guía de Mario, Cross que es un golden retriever. Narra con humor la adaptación de un joven perro guía, casi un cachorro, a su nuevo dueño, un joven invidente que viaja a EEUU en busca de un perro adiestrado y entrenado. Allí se encuentra con otros españoles en su misma situación.
Siempre nos situábamos en el mismo orden. Creo recordar que la distribución era la siguiente: a la derecha de Mario, Paloma con Mani; a la derecha de Paloma, Luis, el intérprete; a la derecha de éste, Jeremy, el instructor; a la derecha de Jeremy, Julio, el simpaticote, con su labrador negro llamado Ken; a su derecha, Miguel, un grandullón barbudo de unos treinta y cinco años humanoides del cual aún no os he hablado casi, su perro era un labrador blanco al que llamaban Big; a la derecha de Miguel se sentaba Juan, nuestro bromista de gorra roja, acompañado de Thor, que era su goleen; y por último Alejandro, del cual tampoco he dicho mucho y que era un cincuentón algo serio pero no antipático, cuyo perro era de nombre Tobi, otro labrador de color blanco. De todas formas, tampoco os quiero marear mucho con tanto perruno y tanto humanoide y nos centraremos en lo esencial, ¿vale?
A lo largo de la novela iremos conociendo las andanzas y travesuras de este travieso, juguetón y gamberro perro guía; también sabremos de la vida de Mario el joven ciego que se convierte en su dueño, conoceremos a su familia, a sus amigos, a su pareja, sus proyectos, sus planes de futuro...
Nos iremos encariñando con esta pareja entrañable formada por Mario y Cross. Es una novela que se lee rápido, con situaciones divertidas y escrita de manera sencilla por una persona ciega. De alguna manera está basada en las vivencias del autor y en la relación con su perro. Me ha parecido muy interesante y entretenida; además quería leer Todo saldrá bien, libro que gané en un sorteo del blog Libros que hay que leer y que tenía ganas de leer, pero como A través de mis pequeños ojos es anterior, quería conocer primero a los protagonistas.
Frases
Sabía que la vida que me esperaba estaría llena de satisfacciones, pero la simple idea de saber que lo que había conocido hasta entonces jamás regresaría suscitaba en mí un vértigo desconocido.
Sabía que la vida que me esperaba estaría llena de satisfacciones, pero la simple idea de saber que lo que había conocido hasta entonces jamás regresaría suscitaba en mí un vértigo desconocido.
De repente mi cerebro recibía un chute tremendo de adrenalina y, al instante, otro de melancolía.
¿Estaba, quizás, atravesando la inhóspita frontera de cachorro a adulto?
—Mario, éste es Cross, es un golden retriever, tiene diecinueve meses y pesa treinta y dos kilogramos, es un perro muy grande para su raza. Bueno, muchacho, aquí lo tienes para ti y para siempre.
Primero, dos seres uno frente al otro. Conociéndose, observándose, poniéndose a prueba. Después el afecto crece, la dependencia llega, y finalmente los dos seres son uno.
Lourdes