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lunes, 26 de julio de 2021

PERDEDORES, ANABEL RODRÍGUEZ SÁNCHEZ

Perdedores
Autora: Anabel Rodríguez Sánchez
Nº de páginas: 318
Editorial: Ediciones DOKUSOU
Año de publicación: 2020
Género: Novela negra, suspense, thriller legal



Anabel Rodríguez Sánchez es licenciada en Derecho y abogada en ejercicio, especialista en derecho penal, civil y administrativo. Experta universitaria en mediación familiar.

Ha participado con relatos en diversas obras colectivas. Su primera novela fue Azaría, thriller ubicado en el ámbito rural, en la década de los años veinte, durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera.

Ha colaborado durante varios años con la revista cultural Aladar, el Correo de Andalucía, en las revistas online Las Críticas, Moonmagazine, Granite and Rainbow. En la actualidad participa en el programa de radio de Canal Extremadura El Sol sale por el oeste con su sección Imprescindibles, donde recoge la vida y obra de mujeres que, a pesar de su interés o relevancia, han sido olvidadas. También ha tomado parte en otros programas de radio y televisión de la misma cadena. Perdedores (2020) es su segunda.


Sinopsis
Madrid 1913, un crimen acapara las portadas de los periódicos. El capitán de infantería en la reserva, Vicente Agrelo, responsable de la Escuela Superior de Guerra de Madrid y su hija Virtudes han asesinado y despedazado al amante de esta. Se les acusa de haber planificado el robo y muerte del empresario Ramón Pérez Lunar, del que posteriormente se deshicieron descuartizándolo y lanzando sus restos a las alcantarillas y emparedando su esqueleto. El escándalo alcanza proporciones gigantescas cuando se descubre que el capitán mantenía una relación incestuosa con su hija. Ambos son condenados por la opinión pública y los medios de comunicación.

Es en esta situación cuando dos letrados se hacen cargo de la defensa de los imputados. Los objetivos e intereses de los abogados sólo coinciden en una cosa: quieren dar la mejor defensa posible a Vicente y Virtudes. Lo harán, chocando entre sí en más de una ocasión, en un procedimiento  plagado de obstáculos.

Al tiempo, otros miembros de la familia Agrelo, que no están en prisión, van conformando un retrato oscuro sobre la violencia, el incesto, la culpa, el miedo, el amor a veces incomprensible y la necesidad del ser humano de eludir el horror cotidiano.

Una historia fuerte, vital, dolorosa y apegada a la realidad. Una historia en la que todos, de alguna manera, son perdedores.

Novela inspirada en el crimen del Capitán Sánchez

Opinión personal
Quiero empezar agradeciendo a Masa Crítica y a Babelio por darme la posibilidad de conocer la novela Perdedores de Anabel Rodríguez Sánchez

Perdedores es una novela que está basada en un hecho real ocurrido en Madrid en el año 1913, el conocido como el crimen del capitán Sánchez. Desconocía el caso y me pareció que sería interesante el planteamiento que hace la autora, ya que se trata de una novela negra basada en un suceso real, que está escrita por una abogada especialista en derecho penal y que tal vez por eso nos va a contar la historia desde el punto de vista de los abogados defensores. De alguna manera pone la mirada en las personas que tienen la ingrata y desagradable labor de defender al culpable, muchas veces aun sabiendo que lo es, pero acogiéndose a la presunción de inocencia y al derecho que todos tenemos a una defensa lo más digna posible. Un planteamiento distinto a lo que estamos acostumbrados. No vamos a enterarnos del caso desde el punto de vista de la víctima o sus familiares. Conoceremos lo sucedido por los acusados, sus familiares y sus respectivos abogados. A la víctima apenas la conoceremos.

Tenemos por una parte al joven abogado de Virtudes Agrelo, Gaspar Santana Román que hará todo lo posible por ella y también por su familia, implicándose mucho. Idealista y de buena familia y posición pondrá sus ojos en Victoria, la hermana de su defendida. 
Y por la otra, el abogado del capitán Vicente Agrelo, Zenón Cardenal Fierro, abogado de sindicalistas que quiere darle un impulso a su carrera y darse a conocer al público. Por supuesto también terminará implicándose y sufriendo él y su familia las consecuencias de su defensa. Y es que la gran mayoría de la gente no puede entender que se defienda a alguien a quien se le acusa de unos crímenes tan horrendos. Piensan que el capitán es todo un monstruo capaz de los peores delitos. Se le acusa de matar y despedazar, con la colaboración de su hija Virtudes, al empresario Ramón Pérez Lunar, amante de ella, para robarle. Además mantiene una relación incestuosa con su hija, es bebedor, jugador, y dado a las broncas y peleas. 

El capitán Agrelo y su familia vivían en una casa de la Escuela Superior de Guerra. Con él vivían sus tres hijas Virtudes, Victoria y Virginia, sus tres hijos Vicente, Venancio y Valentín, y también su cuñado, el tío Damián  Los hijos han sido llevados al asilo de la Paloma y apenas tienen protagonismo. Son las hijas las que lo tendrán. Virtudes, la mayor es la acusada, la segunda Victoria que ayudará a Gaspar, el abogado de su hermana, es decidida y valiente, y la pequeña es Virginia a la que las monjas le han cambiado el nombre por el de Teresa. Su esposa desapareció, se supone que huyó a Argentina. Pero en realidad no parecen saberlo con certeza. 

Mi madre no está en casa desde hace años, huyó de mi padre a la Argentina, reside en Buenos Aires o, al menos eso creo. Se fue porque mi padre es muy bruto, borracho, jugador, pendenciero... una joya.


Los capítulos se van alternando con unas cortas reflexiones, la visión de lo sucedido y vivido por parte de la hija pequeña, Virginia, que se encuentra con las monjas en el convento de las Salesianas, aumentarán la intriga y el suspense, pero también ayudaran a comprender lo ocurrido. Aunque no será hasta el final que sabremos la verdad de lo sucedido. 

Las versiones no coinciden. El capitán dice ser inocente y no tener nada que ver con el difunto. Y la versión de su hija Virtudes es la contraria, le hace responsable de todo a su padre. 


Es una novela que se lee muy rápido, te atrapa, intriga saber cuál será la verdad y además tiene el aliciente de estar basada en un hecho real. Nos veremos trasladados al Madrid de 1913, con una estupenda ambientación política y social. Retrata a la gente del pueblo sin educación, la miseria, el hambre, el analfabetismo... Es muy importante también el papel de Lorenzo Chávez, periodista de El Imparcial y ver la influencia que ya ejerce en esa época la prensa sensacionalista en la población, en las masas.

En la calle, un niño vocea las desgracias que los periódicos publican, dramatiza y grita. No quiere ser invisible porque necesita el dinero para ayudar a mantener las miserias de su casa, pero eso no importa a nadie, eso es normal: niños que apenas saben leer, mujeres y hombres analfabetos que trabajan como bestias por un salario tan indigno como impresentable.

Como bien dice el título de la novela es una historia de perdedores, todos van a perder, desde el principio se intuye, por la vida que lleva el capitán, por la que lleva la hija y van a arrastrar en su caída a toda la familia. También se intuye que los dos abogados tienen sus casos perdidos, parece que ya se ha dictado sentencia antes de empezar el consejo de guerra. La prensa ya los ha sentenciado y el pueblo también. 

-Hemos perdido demasiado -afirma Victoria-, todo lo que importaba...  y no parece que Dios vaya a ayudarnos, ni que se haya dignado a mirarnos un instante.

Resulta una lectura amena, con una visión distinta a la que estamos acostumbrados. Nos enseña el lado del defensor y su importancia. Con unos personajes todos ellos muy bien dibujados, con sus distintas personalidades y peculiaridades. 

Mi curiosidad me ha llevado a buscar información sobre el capitán Sánchez y el crimen por el que fue condenado y la novela es bastante fiel a los hechos. 

Frases


-Virtudes ha llorado mucho, yo he llorado mucho y todavía nos queda mucho camino por llorar. En esta casa las lágrimas brotan hasta de las paredes. Mi padre es un hombre difícil y mi tío Damián no sabe, no puede hacerle frente.

Los monstruos deberían dar señales de lo que esconden, pero no es así; sus casas son normales, sus vidas son normales, sus vidas pasan desapercibidas. 


Todas las heridas duelen, hasta las pequeñas. Bueno... las pequeñas más, porque nadie les presta atención.

Y es que las palabras son así: lo mismo te llevan al cielo que te hunden en un pozo. Lo curioso es que la sensación de subir al cielo dura menos que la de hundirse, porque de ahí no hay quien te saque. A veces piensas que no merece la pena salir y otras no sabes cómo hacerlo.


La vida es pura pelea, hasta cuando uno pierde continúa peleando. Solo hay una opción para cejar en cualquier lucha: estar muerto.



Perdedores es una interesante y buena novela negra que te atrapará desde el principio. 


       Lourdes