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domingo, 27 de diciembre de 2020

EL HEREJE, MIGUEL DELIBES

El hereje

Autor: Miguel Delibes

Nº de páginas: 432

Editorial: Destino

Año de publicación: 1998

Género: Novela Histórica

Premio Nacional de Narrativa


Fundación Miguel Delibes
Fundación Miguel Delibes

Miguel Delibes (Valladolid, 17 de octubre de 1920 - 13 de marzo de 2010), licenciado en Comercio comenzó su carrera como dibujante de caricatura, columnista y posterior periodista de El Norte de Castilla, diario que llegó a dirigir para pasar de forma gradual a dedicarse enteramente a la novela. En su obra se refleja que es un gran apasionado de la caza, gran conocedor del campo y del mundo rural; escribió además de novelas, relatos, libros de viajes, libros de caza, ensayos y artículos. Se dio a conocer como novelista con La sombra del ciprés es alargadaPremio Nadal 1947Entre su vasta obra  narrativa destacan, El camino (1950), Mi idolatrado hijo Sisí (1953), Diario de un cazador (1955, Premio Nacional de Literatura), Diario de un emigrante (1958), La hoja roja (1959, Premio de la Fundación Juan March),  Las ratas (1962, Premio de la Crítica)Cinco horas con Mario (1966), Las guerras de nuestros antepasados (1975), El disputado voto del señor Cayo (1978), Los santos inocentes (1981), Madera de héroe (1987, Premio Ciudad de Barcelona), Señora de rojo sobre fondo gris (1991) o El hereje (1998, Premio Nacional de Literatura). Fue galardonado además con el Premio Cervantes de Literatura (1993). Desde 1973 era miembro de la Real Academia Española.

Sinopsis

Un canto a la libertad de conciencia y contra la intolerancia. Una obra maestra de la novela española.

En 1517, las tesis de Martín Lutero desencadenaron la Reforma protestante. Ese mismo año nació en Valladolid Cipriano Salcedo. En tiempos de convulsiones políticas y religiosas, esa coincidencia de fechas marcaría fatalmente su destino.

Huérfano desde su nacimiento y falto del amor del padre, Cipriano contó, no obstante, con el afecto de su nodriza Minervina, una relación que le sería arrebatada y que le perseguiría el resto de su vida. Convertido en próspero comerciante, se puso en contacto con las corrientes protestantes que, de manera clandestina, empezaban a introducirse en la Península. Pero la difusión de ese movimiento fue progresivamente censurada por el Santo Oficio.

A través de las peripecias vitales y espirituales de Cipriano Salcedo, Delibes traza con mano maestra un vivísimo retrato del Valladolid de la época de Carlos V. Pero El hereje es, ante todo, una indagación en las relaciones humanas, una novela inolvidable sobre las pasiones y los resortes que las mueven.

Opinión personal

El hereje es la última novela que escribió Miguel Delibes y a la vez la primera novela histórica que escribía remontándose hasta el siglo XVI, concretamente hasta el año 1517. El autor dedica su obra a su ciudad, Valladolid, que es donde trascurre la novela y se convertirá en protagonista junto con Cipriano Salcedo que nace a la vez que la Reforma protestante que desencadenó el cisma de la Iglesia Católica

Como es habitual en sus obras, se toma su tiempo para mostrarnos como son las personas, su personalidad,  las circunstancias que lo llevan a ser y actuar de esa manera determinada, centrándose principalmente en el protagonista. También nos sitúa en una época muy convulsa que retrata muy bien, la del emperador Carlos V, (Carlos I de España y V de Alemania), y quedan muy bien dibujadas en la novela las costumbres, la forma de vivir y las descripciones como por ejemplo de la ropa de la época. 

La novela está basada en un hecho histórico, un auto de fe ocurrido en Valladolid en 1559 en el que se juzgaron por herejes a unas cincuenta y cinco personas y entre ellas se encuentran los personajes que acompañan en su conversión al protagonista, como son la familia Cazalla, Carlos de Seso, fray Domingo de Rojas, o el arzobispo de Toledo Bartolomé Carranza, siendo Cipriano un personaje ficticio para contarnos los acontecimientos. 


Para Salcedo, los hermanos Cazalla y don Carlos de Seso eran tres autoridades indiscutibles, más lúcidos que el resto de los humanos.


Después de un prólogo en el que aparece adulto y en el que se encuentra de viaje por Alemania para entrevistarse con Felipe Melanchton, seguidor de las ideas reformistas (viaje que luego será vital para los acontecimientos) nos introduce en las discusiones religiosas y teológicas que encontraremos más adelante cuando abrace las nuevas ideas y se relacione con los seguidores protestantes de Valladolid.   

El Santo Oficio acentúa su vigilancia. En este momento está revisando el Índice de libros prohibidos. Leer esos libros, venderlos o difundirlos constituyen de por sí graves delitos.


El Santo Oficio acababa de prohibir las salidas de España a clérigos e intelectuales.


—Las quemas de libros han sido en España pasatiempos habituales —dijo al fin—. De la quema de Salamanca todavía se está hablando. La ciudad más culta del mundo quemando los vehículos de la cultura; no deja de ser un contrasentido.


Aunque hay veces que puede hacerse un poco pesada tanta teología es imprescindible para situarnos en el complejo momento histórico y comprender los acontecimientos y la evolución de Cipriano. Conoceremos su vida desde su nacimiento. Después de muchos años de querer tener un hijo, don Bernardo Salcedo, comerciante de lanas y fabricante de ropa de Valladolid, y su mujer doña Catalina Bustamante, logran el tan ansiado embarazo de ella. Pero el parto se complica y muere su madre. Algo que su padre no  le perdonará, culpándolo a él de la muerte de su adorada esposa y le llamará "pequeño parricida". Cipriano, un niño pequeño y menudo  aunque  de gran fuerza, se criará sin el cariño ni las atenciones de su padre, le ignorará y odiará hasta el punto de llegar a internar a su hijo en el Hospital de Niños Expósitos, como si se tratará de un huérfano sin familia. Pero sí contará con el amor de Minervina, su nodriza, una joven madre soltera que acaba de perder a su bebé recién nacido y lo amamantará desde el primer día y lo cuidará como si fuera su hijo. Amor que será correspondido. 

Sin duda era Minervina la única persona que le quiso en vida, la única que él había querido


Estando de viaje de negocios por el campo, conocerá a la hija de un ganadero de la que cree enamorarse y con la que se casará. Teodomira (Teo) es una campesina pelirroja, fuerte y grande, que no tiene rival esquilando ovejas y que con el tiempo se obsesionará con la maternidad y no lograrán ser un matrimonio feliz. 

A don Segundo Centeno se le avivó el semblante: aquí tiene vuesa merced a mi hija Teodomira, la Reina del Páramo por mejor nombre.  


Sabía, asimismo, que un terrateniente accedía más fácilmente a la nobleza que un hombre de negocios y que carecía de sentido la máxima de «el noble nace, no se hace», como se proponía demostrar.

Entre tanto conocerá a Pedro Cazalla, párroco con el que disfrutará de buenos momentos en el campo, de caza y disertando sobre religión, y será quien le introducirá en el mundo del protestantismo, en las teorías de Erasmo de Róterdam y de Martín Lutero y comenzará a leer libros prohibidos por la iglesia católica y a reunirse clandestinamente con el grupo de seguidores protestantes de la zona.


Lutero era hijo de la imprenta», porque, bien mirado, su fuerza estaba en ella. Era el primer hereje que disponía de un medio de comunicación tan eficaz, tan poderoso, tan rápido.


La secta venía a ofrecerle una fraternidad que no había conocido hasta entonces. Se entregó a ella con fruición, con entusiasmo.


En El hereje podemos encontrarnos con la busca de la verdad, la lucha del hombre por defender sus ideales, su libertad de pensamiento y de expresión aun a costa de la vida. Miedo, soledad, desamor, incomprensión, intolerancia, traición, odio, aunque también hay amor, el protagonista es un perdedor desde su nacimiento con esa infancia sufridora, pero que en su final demuestra una gran valentía. No suelo desvelar los finales, no me gusta contar demasiado, pero en este caso se intuye desde el primer momento, juegan con fuego y se queman. Lo interesante es como nos lo cuenta Delibes, la historia, las descripciones, las relaciones humanas, los sentimientos y como suele ser habitual en él, la moraleja final.

  

Frases

—La afición a la lectura ha llegado a ser tan sospechosa que el analfabetismo se hace deseable y honroso. Siendo analfabeto es fácil demostrar que uno está incontaminado y pertenece a la envidiable casta de los cristianos viejos.


—¿Por qué tan poca fe? Si Cristo murió por nuestros pecados ¿cómo va a exigirnos luego reparación por ellos?


...le repugnaba caer en el nicodemismo, fingir creer en lo que no creía


«Muéstrame el camino, Señor», gemía, pero el Señor permanecía ajeno, en silencio. «Nuestro Señor no puede tomar partido, se decía, soy yo quien debe decidir, en aras de mi libertad.» Pero le faltaba determinación, claridad, la lucidez necesaria.


Dato se hacía lenguas sobre la transformación de la Plaza Mayor en un enorme circo de madera, con más de dos mil asientos en las gradas, cuyos precios oscilaban entre diez y veinte reales, y, en torno al cual, se había montado una guardia de alabarderos, reforzada en las horas nocturnas, después de dos intentos de prenderle fuego por parte de elementos subversivos.


Pensó en Ana Enríquez, un proyecto apenas esbozado; su tío Ignacio, esclavo de las convenciones; su gran fracaso con Teo, el ejército de sombras que había cruzado por su vida y que fue desvaneciéndose conforme él creyó haber encontrado la fraternidad de la secta. Pero ¿qué había quedado de aquella soñada hermandad? ¿Existía realmente la fraternidad en algún lugar del mundo? ¿Quién de entre tantos había seguido siendo su hermano en el momento de la tribulación?


El hereje es una de los mejores novelas de Miguel Delibes, en la que viajaremos en el tiempo para conocer la Valladolid y las gentes del siglo XVI.


        Lourdes