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sábado, 26 de julio de 2025

LOS BUENOS HIJOS, NUESTROS MUERTOS, DE ROSA RIBAS (11 Y 12 - 2024)

Los buenos hijos

Rosa Ribas

368 páginas

Editorial Tusquets

Publicado 2021

Novela negra, policíaca

Serie Hernández detectives (II)


Sinopsis

¿Dónde están los límites en una investigación? Regresa la familia de detectives más cercana y popular de la novela policiaca.

Nora se ha incorporado a la agencia de la familia, Hernández Detectives, tras su misteriosa desaparición, de la que se resiste a hablar. Mientras, los Hernández siguen ocupándose de algunos casos rutinarios. Hasta que un día solicita sus servicios un matrimonio que quiere saber por qué se suicidó su hija adolescente. Esa investigación va a cambiar la vida de los Hernández para siempre. Mateo, el padre y director de la agencia, asigna el caso a Marc, quien, gracias a las brillantes intuiciones de Lola, la madre del clan, averiguará que la chica llevaba una doble vida. Los padres de la muchacha, avergonzados, retiran el encargo, pero los Hernández no quieren detenerse; no sospechan el precio que pagarán por llegar demasiado lejos en la búsqueda de la verdad. Una novela trepidante, por la aclamada autora de Un asunto demasiado familiar.



Nuestros muertos

Rosa Ribas

328 páginas

Editorial Tusquets

Publicado 2023

Novela negra, policíaca

Serie Hernández detectives (III)

Sinopsis

El caso que culmina la trilogía protagonizada por la saga de Hernández Detectives.

Han pasado varios años desde que los Hernández, detectives en el barrio de Sant Andreu, tuvieron que cerrar su agencia. El mundo ha cambiado y la familia se ha disgregado: Mateo, el padre, trabaja en unas oficinas en la parte alta de Barcelona; Amalia, en una empresa especializada en seguridad, y Nora, que siempre quiso llevar una vida tranquila, da clases en una academia nocturna. Aunque no lo reconozcan, han compartido muchos casos en el pasado, algunos muertos y, por más que quieran evitarla, alguna cuenta pendiente, que Lola, la matriarca, les recuerda. También para que irremediablemente vuelvan a reunirse, y actúen juntos. ¿Abrirán de nuevo la agencia? Nuestros muertos es la esperada y brillantísima continuación de Un asunto demasiado familiar y Los buenos hijos, una serie policiaca que cuenta además la historia de una familia disfuncional. Secretos que se callan, la convivencia con algunas enfermedades mentales, y sobre todo la inteligencia para resolver asuntos muy actuales, se entremezclan en una parte muy reconocible de la Barcelona de nuestros días.




Rosa Ribas (El Prat del LLobregat, Barcelona, 1963) es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona, y ha sido lectora de español en la Universidad Goethe y colaboradora del Instituto Cervantes en Frankfurt. Es autora de las novelas El pintor de Flandes, La detective miope, Miss Flifty, Pensión Leonardo, La luna en las minas, de la serie policíaca protagonizada por Cornelia Weber-Tejedor, y junto con Sabine Hofmann, de la Trilogía de los años oscuros. En 2022 publicó Lejos, y en 2024 Peces abismales. Con Un asunto demasiado familiar (2019) inició la adictiva serie protagonizada por Hernández Detectives, y que ha proseguido con éxito con Los buenos hijos (2021) y Nuestros muertos (2023).

Opinión personal

Había leído la primera novela de la trilogía y, como me gustó bastante, tenía muchas ganas de continuar con las dos siguientes. El año pasado leí las dos del tirón, así que he preferido reunirlas en una sola reseña.

Como siempre digo, cuando se trata de una serie, es fundamental leer las novelas en orden. Solo así se puede seguir adecuadamente la evolución de los personajes y las complejas relaciones que los unen. En este caso, los protagonistas forman parte de una familia muy particular que regenta una agencia de detectives. Cada miembro tiene una personalidad bien definida, y las dinámicas entre ellos (a veces tensas, otras entrañables) aportan una gran riqueza a la trama.

Lo que más me ha gustado de esta trilogía es la mezcla de misterio e intriga con las emociones familiares, las heridas del pasado y los conflictos no resueltos. La autora consigue mantener el interés en cada entrega, combinando casos bien construidos con la evolución interna de los personajes.

El estilo es ágil, directo y muy visual, lo que facilita una lectura fluida y envolvente. Además, el tono tiene un equilibrio muy acertado entre el drama y el humor, lo que hace que las historias resulten cercanas y creíbles.

En resumen, una trilogía muy recomendable para quienes disfrutan de las novelas de detectives con un fuerte componente humano. Personajes con aristas, tramas bien hiladas y una ambientación que engancha desde el principio.


Ya lo decía Lola, "no puede haber bien dentro del mal".


- Es que si conoces todos los secretos de la gente, no podrás quererla.


Las novelas y las películas dicen que los detectives no deben casarse y, aun menos, tener hijos porque se ablandan. No era cierto, su familia, su afán por cuidar de ella, habían canalizado el salvajismo de juventud, lo había hecho sólido, quizás duro. Los que ablandaban el cuerpo y el espíritu eran los años y los achaques.


Los habían educado en las creencia de que solo eran buenos hijos si eran los mejores, y los mejores se determinan en comparación con otros. Todos los hijos quieren ser buenos hijos.


Cuando eso acabara, el dolor mostraría su verdadera cara, la conciencia de la desaparición, de la ausencia irreparable.


"No es bueno que los detectives aparezcan en las noticias"


La muerte también es eso, la imposibilidad de reparar los errores.


Si te gustó Un asunto demasiado familiar, no te pierdas Los buenos hijos, ni Nuestros muertos.


             Lourdes

lunes, 27 de septiembre de 2021

UN ASUNTO DEMASIADO FAMILIAR, ROSA RIBAS

Un asunto demasiado familiar 

Autora: Rosa  Ribas

Número de páginas: 416

Editorial: Tusquets  

Año de publicación: 2019

Género: Novela negra



Rosa Ribas (El Prat de Llobregat, Barcelona, 1963) estudió Filología Hispánica en la Universidad de Baarcelona. Ha escrito las novelas: El pintor de Flandes, La detective miope, Miss Fifty y la serie policíaca protagonizada por la comisaria hispano-alemana Cornelia Weber-Tejedor. Junto con Sabine Hofmann publicó las novelas policíacas Don de lenguas y El gran frío, traducidas con éxito a distintos idiomas. En 2017 su novela La luna en las minas (reseña aquí) recibió el Galardón Letras del Mediterráneo en la modalidad de Narrativa. 

Sinopsis

Hernández Detectives. Una peculiar agencia de detectives cuya única regla es que la familia no se investiga

La agencia de detectives de Mateo Hernández tiene su sede en una céntrica calle del popular barrio barcelonés de Sant Andreu. Allí, junto a Mateo trabajan sus hijos Marc y Amalia, y su asistente, Ayala, encargado de los trabajos más sucios. A veces, además, colabora de forma peculiar Lola, la mujer de Mateo, cuyas intuiciones sobre casos suelen ser desconcertantemente certeras. Hasta hace unos meses también formaba parte del equipo Nora, la hija mayor del matrimonio, pero en la actualidad se encuentra en paradero desconocido; una preocupación que, como un silencioso cáncer, está erosionando la convivencia de la familia... y de la empresa. Un día se presenta en las oficinas de la agencia Carlos Guzmán, un constructor muy poderoso, conocido y temido en el barrio a partes iguales. Guzmán encarga a mateo que encuentre a su hijo, desaparecido hace días, y quien sabe si por culpa de los turbios negocios del padre. La investigación va a revelar los vínculos inesperados entre los personajes, los pasados compartidos y las historias secretas que arrastra cada clan... Y de esta forma, una desaparición llevará a otra. Y un fascinante paisaje humano seducirá al lector a primera vista.


Opinión personal

Cuando leí la sinopsis de esta novela supe enseguida que tenía que leerla. Me ha gustado mucho y me ha tenido enganchada, pero tengo que decir que no ha sido para nada como me imaginaba. Se trata de una agencia de detectives familiar, muy peculiar y con la única regla (que no siempre cumplen) de no investigar a la propia familia. 
En 1999 Mateo Hernández fundó una agencia de detectives en el barrio Sant Andreu de Barcelona. Después de 18 años funcionando, Daniel Ayala es el único empleado de la agencia que no pertenece a la familia, y el que todo este tiempo se ha ocupado del trabajo sucio. Con los años fueron integrándose al equipo de investigadores los tres hijos de Mateo. Nora, la hija mayor, Marc, el mediano y Amalia, la más pequeña. Lola, la madre, es la única que no se dedica a la investigación, pero tiene un sexto sentido y les da las claves en muchas ocasiones. También cuentan con una buena cantidad de colaboradores e informantes que no están en nómina y a los que acuden cuando los necesitaban. 
Hace un año que Nora, la hija mayor desapareció sin dejar rastro. Su familia no ha sido capaz de saber nada de su paradero, ni que fue lo que hizo que desapareciera, ni si fue por voluntad propia. Y eso para una familia que se dedica precisamente a encontrar a gente desaparecida no es la mejor propaganda. 

Hay tres fases habituales cuando alguien desaparece: sospecha, temor, certeza.
Haber sido testigos en tantas ocasiones de cómo reaccionaban sus clientes no les ayudó cuando desapareció Nora. Igual que con la muerte, los duelos ajenos no preparan para los propios.

Resolver asuntos de otras personas, así conseguía olvidar los asuntos familiares.

Esto hace que la relación entre ellos sea cada vez más difícil. Y más, cuando se presenta un nuevo caso en la agencia. Se trata de buscar a un chico desaparecido, Jonathan, el hijo de Carlos Guzmán, un conocido constructor de su barrio y con negocios un tanto turbios. 
¿Cómo pueden encontrar a los hijos desaparecidos de los demás y no son capaces de encontrar a su hija y hermana? Lo han intentado, pero no hay rastro de ella. Tal vez sea el momento de saltarse la norma de la agencia, y Amalia ha decidido que ya es hora de investigar el caso de su hermana, aunque para eso tenga que investigar a su familia. Todos tienen sus propios problemas, sus secretos y sus fantasmas del pasado. Los iremos descubriendo según avanza la trama. Unos personajes complejos y muy diferentes entre sí. Sin duda, Amalia es mi personaje favorito. 

A cada uno lo acompañaban sus propios fantasmas y todos compartían el poderoso fantasma de Nora, que habitaba en cada rincón. Silvia tenía razón. Algo sucedía en esa casa. Algo sucedía con ellos. No podían estar los unos sin los otros y a la vez se sentían siempre solos.
Nora debió de sentir también esa soledad.

La mala conciencia, el motor de la mitad de los actos en una familia.

Que el pasado siempre vuelve es un tópico y, como tantos tópicos, tiene un pie en la realidad. 

Marc siempre había fingido no darse cuenta de que muchas de las ideas importantes venían de ella. Lo fingía para sí mismo y por proteger la imagen paterna. Se había jurado a sí mismo que nunca mencionaría ese hecho. Ni en la más dura de las discusiones.

Amalia y Nora no entendían la importancia de no saber. Tampoco la necesidad de callar lo que se sabe. Amalia parecía captar la amenaza oculta detrás de las medias verdades y las alusiones; las contemplaba desde cierta distancia. Nora, en cambio, sentía una atracción irrefrenable hacia el peligro que emanaba de los secretos y los encaraba sin protegerse. 

El caso de Jonathan ocupa una parte de la novela, pero el asunto principal es el de la familia, el caso sobre el que gira toda la novela es el de la desaparición de Nora, la enfermedad de Lola, el pasado de todos y su presente. Es una novela que toca una serie de temas como las enfermedades mentales, el alcoholismo, las drogas, la infidelidad, los traumas de la infancia, la corrupción...

Un asunto demasiado familiar es una novela negra muy interesante que te atrapa desde el principio.

       Lourdes