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lunes, 27 de septiembre de 2021

UN ASUNTO DEMASIADO FAMILIAR, ROSA RIBAS

Un asunto demasiado familiar 

Autora: Rosa  Ribas

Número de páginas: 416

Editorial: Tusquets  

Año de publicación: 2019

Género: Novela negra



Rosa Ribas (El Prat de Llobregat, Barcelona, 1963) estudió Filología Hispánica en la Universidad de Baarcelona. Ha escrito las novelas: El pintor de Flandes, La detective miope, Miss Fifty y la serie policíaca protagonizada por la comisaria hispano-alemana Cornelia Weber-Tejedor. Junto con Sabine Hofmann publicó las novelas policíacas Don de lenguas y El gran frío, traducidas con éxito a distintos idiomas. En 2017 su novela La luna en las minas (reseña aquí) recibió el Galardón Letras del Mediterráneo en la modalidad de Narrativa. 

Sinopsis

Hernández Detectives. Una peculiar agencia de detectives cuya única regla es que la familia no se investiga

La agencia de detectives de Mateo Hernández tiene su sede en una céntrica calle del popular barrio barcelonés de Sant Andreu. Allí, junto a Mateo trabajan sus hijos Marc y Amalia, y su asistente, Ayala, encargado de los trabajos más sucios. A veces, además, colabora de forma peculiar Lola, la mujer de Mateo, cuyas intuiciones sobre casos suelen ser desconcertantemente certeras. Hasta hace unos meses también formaba parte del equipo Nora, la hija mayor del matrimonio, pero en la actualidad se encuentra en paradero desconocido; una preocupación que, como un silencioso cáncer, está erosionando la convivencia de la familia... y de la empresa. Un día se presenta en las oficinas de la agencia Carlos Guzmán, un constructor muy poderoso, conocido y temido en el barrio a partes iguales. Guzmán encarga a mateo que encuentre a su hijo, desaparecido hace días, y quien sabe si por culpa de los turbios negocios del padre. La investigación va a revelar los vínculos inesperados entre los personajes, los pasados compartidos y las historias secretas que arrastra cada clan... Y de esta forma, una desaparición llevará a otra. Y un fascinante paisaje humano seducirá al lector a primera vista.


Opinión personal

Cuando leí la sinopsis de esta novela supe enseguida que tenía que leerla. Me ha gustado mucho y me ha tenido enganchada, pero tengo que decir que no ha sido para nada como me imaginaba. Se trata de una agencia de detectives familiar, muy peculiar y con la única regla (que no siempre cumplen) de no investigar a la propia familia. 
En 1999 Mateo Hernández fundó una agencia de detectives en el barrio Sant Andreu de Barcelona. Después de 18 años funcionando, Daniel Ayala es el único empleado de la agencia que no pertenece a la familia, y el que todo este tiempo se ha ocupado del trabajo sucio. Con los años fueron integrándose al equipo de investigadores los tres hijos de Mateo. Nora, la hija mayor, Marc, el mediano y Amalia, la más pequeña. Lola, la madre, es la única que no se dedica a la investigación, pero tiene un sexto sentido y les da las claves en muchas ocasiones. También cuentan con una buena cantidad de colaboradores e informantes que no están en nómina y a los que acuden cuando los necesitaban. 
Hace un año que Nora, la hija mayor desapareció sin dejar rastro. Su familia no ha sido capaz de saber nada de su paradero, ni que fue lo que hizo que desapareciera, ni si fue por voluntad propia. Y eso para una familia que se dedica precisamente a encontrar a gente desaparecida no es la mejor propaganda. 

Hay tres fases habituales cuando alguien desaparece: sospecha, temor, certeza.
Haber sido testigos en tantas ocasiones de cómo reaccionaban sus clientes no les ayudó cuando desapareció Nora. Igual que con la muerte, los duelos ajenos no preparan para los propios.

Resolver asuntos de otras personas, así conseguía olvidar los asuntos familiares.

Esto hace que la relación entre ellos sea cada vez más difícil. Y más, cuando se presenta un nuevo caso en la agencia. Se trata de buscar a un chico desaparecido, Jonathan, el hijo de Carlos Guzmán, un conocido constructor de su barrio y con negocios un tanto turbios. 
¿Cómo pueden encontrar a los hijos desaparecidos de los demás y no son capaces de encontrar a su hija y hermana? Lo han intentado, pero no hay rastro de ella. Tal vez sea el momento de saltarse la norma de la agencia, y Amalia ha decidido que ya es hora de investigar el caso de su hermana, aunque para eso tenga que investigar a su familia. Todos tienen sus propios problemas, sus secretos y sus fantasmas del pasado. Los iremos descubriendo según avanza la trama. Unos personajes complejos y muy diferentes entre sí. Sin duda, Amalia es mi personaje favorito. 

A cada uno lo acompañaban sus propios fantasmas y todos compartían el poderoso fantasma de Nora, que habitaba en cada rincón. Silvia tenía razón. Algo sucedía en esa casa. Algo sucedía con ellos. No podían estar los unos sin los otros y a la vez se sentían siempre solos.
Nora debió de sentir también esa soledad.

La mala conciencia, el motor de la mitad de los actos en una familia.

Que el pasado siempre vuelve es un tópico y, como tantos tópicos, tiene un pie en la realidad. 

Marc siempre había fingido no darse cuenta de que muchas de las ideas importantes venían de ella. Lo fingía para sí mismo y por proteger la imagen paterna. Se había jurado a sí mismo que nunca mencionaría ese hecho. Ni en la más dura de las discusiones.

Amalia y Nora no entendían la importancia de no saber. Tampoco la necesidad de callar lo que se sabe. Amalia parecía captar la amenaza oculta detrás de las medias verdades y las alusiones; las contemplaba desde cierta distancia. Nora, en cambio, sentía una atracción irrefrenable hacia el peligro que emanaba de los secretos y los encaraba sin protegerse. 

El caso de Jonathan ocupa una parte de la novela, pero el asunto principal es el de la familia, el caso sobre el que gira toda la novela es el de la desaparición de Nora, la enfermedad de Lola, el pasado de todos y su presente. Es una novela que toca una serie de temas como las enfermedades mentales, el alcoholismo, las drogas, la infidelidad, los traumas de la infancia, la corrupción...

Un asunto demasiado familiar es una novela negra muy interesante que te atrapa desde el principio.

       Lourdes

sábado, 26 de mayo de 2018

LA LUNA EN LAS MINAS, DE ROSA RIBAS

La luna en las minas

Autora: Rosa Ribas

Nº de Páginas: 246 págs.

Editorial: Siruela

Año de Edición: 2017

Género: Narrativa Contemporánea


Galardón Letras del Mediterráneo  2017 


Rosa Ribas Moliné (El Prat de LlobregatBarcelona, 1963) es una escritora española, que cultiva principalmente la novela negra. Estudió Filología Hispánica en la Universidad de Barcelonadesde 1991 reside en Alemania, donde ha desarrollado una intensa labor en el campo de la didáctica de las lenguas, como docente y como autora. Su primera novela El pintor de Flandes, apareció en 2006. Ribas ha profundizado en el género negro: creó a la comisaria Cornelia Weber-Tejedor, de padre alemán y madre gallega, que ha protagonizado cuatro libros,  y que ha tenido un gran éxito en Alemania: Entre dos aguas (2007), Con anuncio (2009), En caída libre (2011), Si no, lo matamos (2016); en sus siguientes novelas, (escritas conjuntamente con Sabine Hofmann (Bochum, 1964) tiene como protagonista a la reportera Ana Martí; la primera de esta nueva serie, Don de lenguas, mereció una mención honrosa del Premio Hammett 2014 en la Semana Negra de Gijón.
Desde mediados de 2017 es columnista habitual en la sección de Opinión de El Periódico.
En La luna en las minas (premiada con el Galardón Letras del Mediterráneo en su edición de 2017 en la modalidad de narrativa) retomo un tema que le ha interesado siempre, la emigración, conjugando la novela histórica con elementos fantásticos.


Se decía que durante la guerra, la otra, la nuestra, le había cogido demasiado gusto a la sangre. Una querencia de sangre. Un apetito de sangre. Como un lobo.
En el Maestrazgo, entre peñas, bosques y barrancos, un hombre camina a las afueras de un pueblo antes del alba. Aprieta un bulto contra su pecho. Cuenta la leyenda que ha nacido un niño, Joaquín, sobre quien pende un terrible destino. Pero sin embargo, su padre desea salvarle la vida y se lo entrega a su abuela para que vele por él. El pequeño vivirá, sí, pero maldito para siempre.
Cuando, siendo ya joven y consciente de la carga que pesa sobre él, pierde a las únicas personas que lo anclan a su tierra, decide abandonar Vistabella: demasiadas vidas corren peligro, la suya propia y las de aquellos a los que quiere. Intenta entonces buscar refugio en un lugar donde jamás podrá llegar la luz que cada plenilunio le convierte en algo que no desea ser. Por eso, como tantos jóvenes que en los años sesenta huyeron del hambre buscando un futuro mejor, se marcha a Alemania a trabajar en las minas de carbón. Pero a pesar del amor y de la amistad que allí encuentra, la bestia no está vencida. Y si para evitar que vuelva a hacer daño tiene que condenarla a yacer para siempre bajo tierra, arrastrará con ella a Joaquín, la parte del binomio a la que las leyendas no suelen prestar atención…

Me llamó la atención La luna en las minas ya que no es una novela de terror, ni tampoco de miedo, siendo el protagonista, Joaquín, un hombre lobo. Conoceremos su historia en distintos momentos, de adulto cuando se marcha a Alemania mezclado de fragmentos de su infancia, para que vayamos conociendo su vida y su lucha continua.
Aunque sitúa la acción en Vistabella del Maestrazgo (pueblo natal del abuelo materno de Rosa Ribas), podía ser cualquier otro pueblo español en los años de  la posguerra, con sus miserias y sus supersticiones. La abuela, personaje fundamental que me ha encantado, se encargará de criar y educar a Joaquín con mano dura para que la bestia que lleva dentro no salga, sabe como todos en el pueblo que es fruto de una "maldición", y desde que se lo entregaron recién nacido repudiado por sus padres, todos sus esfuerzos serán para que su nieto pueda controlar y dominar a la bestia. Pero a pesar de todo, era inevitable y un día la trasformación se hará realidad. A partir de entonces intentará por todos los medios no lastimar a nadie, ni a personas ni a animales, ya que lo que más le preocupa es hacer daño a alguien cuando se trasforma. Por eso cuando muere su abuela se plantea marcharse a trabajar a Alemania, en una mina (en el turno de noche). Allí tendrá además los problemas propios de la emigración, el idioma, los sueldos más bajos, las malas condiciones de las viviendas y de seguridad en la mina...
Pero también encontrará amistad, compañerismo, amor, y es que, el pobre se merece ser feliz. ¿Lo conseguirá?

La luna en las minas nos cuenta la historia de Joaquín, una buena persona (que se ganará todas nuestras simpatías), que luchará por sobrevivir, por salir adelante y llevar una vida lo más normal posible. Me ha gustado, se lee rápido, es entretenido y diferente a lo que te esperas tratándose de un licántropo.
                                   Lourdes