Powered By Blogger
Mostrando entradas con la etiqueta Llort. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Llort. Mostrar todas las entradas

lunes, 23 de diciembre de 2019

HERENCIAS COLATERALES, LLORT

Herencias colaterales

Autor: Llort

Nº de Páginas: 208 págs.

Editorial: ALREVÉS


Año de Publicación: 2019


Género: Novela negra

I Premio Paco Camarasa de Novela Negra 2020




Lluís Llort (1966) firma las novelas sólo como Llort. Desde febrero de 1986 trabaja en el diario Avui, actualmente El Punt Avui. Ha publicado cientos de artículos, muchos de información, pero la mayoría de opinión, creación o crítica; los últimos quince años en el suplemento Cultura. Desde 1999, ha publicado diez novelas y trece títulos infantiles, ha participado en ocho libros colectivos de narraciones y ha escrito una veintena de guiones para series de humor (sitcom) de televisión.

Sinopsis
El abogado Ernest Claramunt ha llegado a un acuerdo con la anciana Francesca Puigmajor: a cambio de pagarle una pensión mensual vitalicia, el magnífico piso de la mujer en el centro de Barcelona pasará a ser de su propiedad. Francesca tiene casi ochenta años. El negocio es seguro; rentable lo dirá el tiempo. Lo malo es que no todo el mundo respeta las leyes, ni siquiera las relativas a la esperanza de vida, y que el pasado nos puede explotar en la cara en forma de herencia colateral.
Una obra de ritmo ágil, diálogos fluidos, humor negro, giros argumentales imprevisibles y una protagonista principal que deja huella.  

Opinión Personal
Empezaré agradeciendo a Babelio, Masa Crítica y a la editorial Alrevés por darme la oportunidad de leer esta fantástica novela, Herencias colaterales. Tengo que decir que no conocía al autor y he tenido la suerte de conocerlo con esta sorprendente novela. Se lee rápido y se hace corta, te quedas con ganas de más. Consigue el equilibrio entre lo importante, (los datos necesarios) y lo superfluo. En poco más de 200 páginas es capaz de contarnos una historia y a la vez, la de las dos familias, dando una visión completa, sin que sobre ni falte nada.
En 1989, cuando el abogado Ernest Claramunt llega a un acuerdo con Francesca Puigmajor, nunca pensó que no fuese un gran negocio. Ella, viuda de 78 años y sin familia (aparentemente) firma un acuerdo por el que el abogado le abonará mensualmente una cantidad de dinero (100000 pesetas al mes, con un aumento del 5% cada 3 años), hasta el día de su muerte y a cambio él se quedará con su magnifico piso en el centro de Barcelona, junto al paseo de Gràcia cuando ella muera. Lo ha calculado todo. Bueno, casi todo. No cuenta con que ella vivirá más de 100 años. Y menos aún, que el morirá antes, de un infarto fulminante tan solo dieciséis años después.  
La familia Claramunt está compuesta por el matrimonio, Ernest y Vicky, y sus dos hijos, Artur y Gisela, de 17 y 14 años en 1989 cuando su padre cierra el acuerdo. Vicky, es oriunda del País Vasco y de una buena familia venida a menos. Ella aportaba al matrimonio el linaje, la elegancia, la clase y él, el dinero. Artur, a la muerte de su padre en el 2005, es el típico hijo de papá que no sabe hacer nada, ni estudia, ni trabaja. No ha tenido el menor interés por los estudios, ni por nada que no sea divertirse. Y además maneja a su antojo a su madre que parece haber caído en una depresión. Es todo lo contrario que Gisela, su hermana, que es como su padre, con buena cabeza para los números. Después de que tanto su madre como su hermano quieran convertir toda la herencia en líquido, (solo quieren dinero), aceptó una buenísima oferta de trabajo en la sede de Suiza de una entidad financiera estadounidense, y puso tierra de por medio, distanciándose no solo físicamente de los dos.
Por otra parte tenemos a Francesca Puigmajor, (la vieja), la protagonista principal. Es una mujer dura, fuerte, luchadora, que ha vivido mucho, acostumbrada a hacer lo que quiere y a salirse con la suya. Aunque no siempre ha sido así. Conoceremos su pasado y como fue obligada por su padre a casarse, por el bien de la familia, con un hombre mayor que ella y al que no conocía. Todo esto (y alguna que otra cosa que no voy a contar) hace que tenga un carácter fuerte y autoritario. Tuvo una hija, pero se marchó siendo joven y fue perdiendo el contacto, hasta llevar más de cincuenta años sin saber nada de ella. 

Por parte de la familia Claramunt,  el personaje con más peso en la trama es Artur. Es el típico perdedor, al que todo le sale mal. No hace nada bien. Pasa de invitar a los amigos a todo en las fiestas a buscar trabajo, y que los que creía sus amigos le huyan. Convence a su madre para invertir todo su dinero en un gran negocio pero lo que consigue es arrastrar a su madre a la ruina. 

Conocemos todo gracias a un narrador omniscente y podemos ver venir algunas veces los acontecimientos poco antes de producirse. Los diálogos son fluidos y eso, junto con ese toque de humor negro contribuye a que resulte una lectura rápida y grata. Los saltos en el tiempo para conocer el pasado de los protagonistas aparecen en el momento adecuado, dosificando muy bien la información. Dibuja estupendamente la personalidad de los distintos personajes y las difíciles relaciones entre ellos. Plantea temas como la pérdida, la soledad de las personas mayores, el alzheimer, los malos tratos, las amistades interesadas, las apariencias sociales, la traición, el engaño, el odio, el rencor, y la venganza. Y con unos giros finales que no te esperas y creo que son además de sorprendentes,  geniales


Frases

La familia no está sometida a contratos que se puedan rescindir, nos toca lo que nos toca...(Página 48)

A los cuarenta y cuatro años es difícil cambiar determinados talantes, sobre todo cuando el cambio te exige pasar de la prepotencia de quien paga al obligado autocontrol de quien lo ha de tragar todo. (Página 64)


Odiar suele ser más difícil que amar. (Página 118)


-Debemos tener cuidado de no caer en ninguna de las trampas que suelen ocultar este tipo de contratos. Ya te buscaré algún comprador solvente y que no sea un avaricioso sin escrúpulos.

-¿Quieres decir que encontrarás alguno? (Página 142)

-Es que cuando huelen a viejo, a muchos de esos especuladores se les ponen los dientes largos porque esperan tener todas las facilidades para tomarnos el pelo. 

-Como si por ser viejos fuéramos idiotas...Cuando por viejos solo nos meamos encima y se nos olvidan algunas cosas. (Página 142)

El pasado ha vuelto para saldar cuentas a través de su hija... tarada. (Página 184)



Herencias colaterales es una original y sorprendente novela negra con un final impactante y genial.

                 Lourdes