Autor: Philippe Claudel
Nº de Páginas: 128 págs.
Editorial: Salamandra
Año de Edición: 2006
Género: Narrativa Contemporánea
Philippe Claudel (Nancy, 1962) ha sido profesor y guionista de cine y televisión. Además de dar clases en liceos y en la Universidad de Nancy II, dedicó su tiempo libre a enseñar a niños discapacitados y a presos. Sus novelas y cuentos han sido objeto de numerosos galardones: entre ellos, el premio France Télévision por J’abandonne, el Bourse Goncourt de la Nouvelle por Petites mécaniques y, finalmente, el prestigioso premio Renaudot por Almas grises, publicada por Salamandra en 2005. Un año más tarde, el éxito se repitió con La nieta del señor Linh, que permaneció en las listas de libros más venidos durante meses. Philippe Claudel ha escrito y dirigido también dos largometrajes: Hace mucho que te quiero, galardonada con dos Premios César, y Silencio de amor. Claudel es miembro de la Académie Goncourt y sigue residiendo en Dombasle, en Lorena, la región en la que se crió.
Una fría mañana de noviembre, tras un penoso viaje en barco, un anciano desembarca en un país que podría ser Francia, donde no conoce a nadie y cuya lengua ignora. El señor Linh huye de una guerra que ha acabado con su familia y destrozado su aldea. La guerra le ha robado todo menos a su nieta, un bebé llamado Sang Diu, que en su idioma significa "Mañana dulce", una niña tranquila que duerme siempre que el abuelo tararee su nana, la melodía que han cantado durante generaciones las mujeres de la familia. Instalado en un piso de acogida, el señor Linh sólo se preocupa por su nieta, su única razón de existir hasta que conoce al señor Bark, un hombre robusto y afable cuya mujer ha fallecido recientemente. Un afecto espontáneo surge entre estos dos solitarios que hablan distintas lenguas, pero que son capaces de comprenderse en silencio y a través de pequeños gestos. Ambos se encuentran regularmente en un banco del parque hasta que, una mañana, los servicios sociales conducen al señor Linh a un hospicio que no está autorizado a abandonar. El señor Linh consigue, sin embargo, escapar con Sang Diu y adentrarse en la ciudad desconocida, decidido a encontrar a su único amigo. Su coraje y determinación lo conducirán a un inesperado desenlace, profundamente conmovedor.
Tras el enorme éxito de Almas grises, Philippe Claudel ha vuelto a causar un gran impacto con esta exquisita fábula sobre el exilio y la soledad, o lo que es lo mismo, la lucha por preservar la identidad.
Aunque al principio puede parecer algo lento va ganando poco a poco hasta llegar a un final inesperado. Es una narración corta de 128 páginas escrita de manera simple y directa, de lectura fácil, con un narrador omnisciente que nos presenta un personaje principal, el señor Linh y otro secundario, el señor Bark. El primero y protagonista principal es un anciano oriental refugiado de guerra (no menciona el país pero podría ser Vietnam) que llega a un país de acogida (tampoco nos dice cual pero suponemos que es Francia), con su nieta en brazos, un bebé que es lo único que le queda y lo que le da fuerzas para vivir, ya que lo ha perdido todo, su familia, su casa, su país. Se encuentra en un entorno desconocido donde no conoce a nadie y hablan en una lengua que no entiende, es una cultura diferente con unas costumbres distintas a las suyas. Solo e indefenso, lo único que tiene es su nieta. Un día conoce a un hombre que también está solo, se ha quedado viudo hace poco y de alguna manera parece que surge un gran afecto, una curiosa amistad, ya que se comprenden aunque no hablan el mismo idioma y vienen de mundos tan diferentes. Desde ese momento su vida será cuidar de su nieta y ver a su amigo en un banco del parque todos los días, hasta que los servicios sociales deciden llevarlo a un asilo. Encerrado sin poder salir a la calle decide escapar y los acontecimientos se precipitaran de forma inesperada dando lugar a un final sorprendente y conmovedor que no nos dejará indiferentes.
Es una historia que trata de los sentimientos de pérdida y de desarraigo tras un conflicto armado, de los refugiados, del dolor y la soledad cuando no nos quedan mas que los recuerdos, de la incomunicación, de la falta de empatía, de compasión, de humanidad y que únicamente puede entenderse del todo después de leer el final y ver hasta donde puede llegar el sufrimiento de los seres humanos en esas circunstancias.
Sin duda de lectura recomendada.
Lourdes
Sin duda de lectura recomendada.
Lourdes
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