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miércoles, 27 de febrero de 2019

ALFONSINA STORNI, ALFONSINA Y EL MAR

Alfonsina Storni
Alfonsina Storni (Capriasca29 de mayo de 1892 -Mar del Plata25 de octubre de 1938) fue una poetisa y escritora argentina del posmodernismoStorni ejerció como maestra en diferentes centros educativos, fue profesora de arte dramático y colaboró con varios grupos de teatro juvenil. En 1916 comenzó su carrera literaria con La inquietud del rosal, siguieron en 1918 El dulce daño, en 1919 Irremediablemente, en 1920 Languidez que recibió el Primer Premio Municipal de Poesía y el Segundo Premio Nacional de Literatura. En 1925 con Ocre, se alejó definitivamente del Modernismo, con un contenido realista. En 1926 publicó Poemas de amor; en 1927 El amor del mundo y en 1932 Dos farsas pirotécnicas ambas obras de teatro. En 1934 Mundo de siete pozos, en 1938 Antología poética y en 1938 Poesías completasSu obra refleja dramatismo, audacia y lucha. Trata temas amorosos y feministas. 
Le diagnosticaron cáncer de mama. Esto la deprimió y le provocó un cambio radical en su carácter que la llevó a descartar los tratamientos médicos para combatirla.
Se suicidó en Mar del Plata en las aguas de la playa "La Perla". Hay versiones románticas que dicen que se internó lentamente en el mar, algunas de esas versiones sirvieron para que  Félix Luna y Ariel Ramírez compusieran la canción Alfonsina y el mar, la cual relata el suceso y sugiere el motivo. La versión más conocida es la de Mercedes Sosa, pero la han interpretado entre otros Cristina Branco, Tania Libertad, Andrés Calamaro y Miguel Bosé


Alfonsina y el mar

Por la blanda arena que lame el mar

Su pequeña huella no vuelve más
Un sendero solo de pena y silencio llegó
Hasta el agua profunda
Un sendero solo de penas mudas llegó
Hasta la espuma
Sabe Dios qué angustia te acompañó

Qué dolores viejos calló tu voz
Para recostarte arrullada en el canto
De las caracolas marinas
La canción que canta en el fondo oscuro del mar
La caracola
Te vas Alfonsina con tu soledad

¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar?
Una voz antigua de viento y de sal
Te requiebra el alma y la está llevando
Y te vas hacia allá como en sueños
Dormida, Alfonsina, vestida de mar
Cinco sirenitas te llevarán

Por caminos de algas y de coral
Y fosforescentes caballos marinos harán
Una ronda a tu lado 
Y los habitantes del agua van a jugar
Pronto a tu lado
Bájame la lámpara un poco más

Déjame que duerma nodriza, en paz
Y si llama él no le digas que estoy
Dile que Alfonsina no vuelve
Y si llama él no le digas nunca que estoy
Di que me he ido


Te vas Alfonsina con tu soledad

¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar?
Una voz antigua de viento y de sal
Te requiebra el alma y la está llevando
Y te vas hacia allá como en sueños
Dormida, Alfonsina, vestida de mar

Alfonsina y el mar (Félix Luna - Ariel Ramírez)


Mercedes Sosa-Alfonsina y el mar


Autores de la canción: Ariel Ramirez / Felix Cesar Luna

                        Lourdes

viernes, 7 de diciembre de 2018

CANCIÓN DE OTOÑO EN PRIMAVERA Y SONATINA, DE RUBEN DARIO


Félix Rubén García Sarmiento, conocido como Rubén Darío (aunque su primer apellido era García, la familia paterna era conocida por el apellido Darío), (Metapa, hoy Ciudad DaríoMatagalpa18 de enero de 1867-León6 de febrero de 1916), fue un poetaperiodista y diplomático nicaragüense, máximo representante del modernismo literario en lengua española. Es, tal vez, el poeta que ha tenido mayor y más duradera influencia en la poesía del siglo XX en el ámbito hispánico. Es llamado príncipe de las letras castellanas. Referente del modernismo en nuestro idioma por su obra Azul, en sus poemas se perciben fuertes influencias de escritores franceses. Fue también representante de su país en el exterior, ostentando distintos cargos, haciéndose evidente su compromiso sociopolítico también en sus obras como en A Colón. Son otras obras fundamentales Sonatina, Lo fatal, Canción de otoño en primavera, Cantos de vida y esperanza.



Canción de otoño en primavera

Juventud, divino tesoro, 
¡ya te vas para no volver! 
Cuando quiero llorar, no lloro... 
y a veces lloro sin querer... 

Plural ha sido la celeste 
historia de mi corazón. 
Era una dulce niña, en este 
mundo de duelo y de aflicción. 

Miraba como el alba pura; 
sonreía como una flor. 
Era su cabellera obscura 
hecha de noche y de dolor. 

Yo era tímido como un niño. 
Ella, naturalmente, fue, 
para mi amor hecho de armiño, 
Herodías y Salomé... 

Juventud, divino tesoro, 
¡ya te vas para no volver! 
Cuando quiero llorar, no lloro... 
y a veces lloro sin querer... 

Y más consoladora y más 
halagadora y expresiva, 
la otra fue más sensitiva 
cual no pensé encontrar jamás. 

Pues a su continua ternura 
una pasión violenta unía. 
En un peplo de gasa pura 
una bacante se envolvía... 

En sus brazos tomó mi ensueño 
y lo arrulló como a un bebé... 
Y te mató, triste y pequeño, 
falto de luz, falto de fe... 

Juventud, divino tesoro, 
¡te fuiste para no volver! 
Cuando quiero llorar, no lloro... 
y a veces lloro sin querer... 

Otra juzgó que era mi boca 
el estuche de su pasión; 
y que me roería, loca, 
con sus dientes el corazón. 

Poniendo en un amor de exceso 
la mira de su voluntad, 
mientras eran abrazo y beso 
síntesis de la eternidad; 

y de nuestra carne ligera 
imaginar siempre un Edén, 
sin pensar que la Primavera 
y la carne acaban también... 

Juventud, divino tesoro, 
¡ya te vas para no volver! 
Cuando quiero llorar, no lloro... 
y a veces lloro sin querer. 

¡Y las demás! En tantos climas, 
en tantas tierras siempre son, 
si no pretextos de mis rimas 
fantasmas de mi corazón. 

En vano busqué a la princesa 
que estaba triste de esperar. 
La vida es dura. Amarga y pesa. 
¡Ya no hay princesa que cantar! 

Mas a pesar del tiempo terco, 
mi sed de amor no tiene fin; 
con el cabello gris, me acerco 
a los rosales del jardín... 

Juventud, divino tesoro, 
¡ya te vas para no volver! 
Cuando quiero llorar, no lloro... 
y a veces lloro sin querer... 
¡Mas es mía el Alba de oro!


Sonatina

La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa? 
Los suspiros se escapan de su boca de fresa, 
que ha perdido la risa, que ha perdido el color. 
La princesa está pálida en su silla de oro, 
está mudo el teclado de su clave sonoro, 
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor. 

El jardín puebla el triunfo de los pavos reales. 
Parlanchina, la dueña dice cosas banales, 
y vestido de rojo piruetea el bufón. 
La princesa no ríe, la princesa no siente; 
la princesa persigue por el cielo de Oriente 
la libélula vaga de una vaga ilusión. 

¿Piensa, acaso, en el príncipe de Golconda o de China, 
o en el que ha detenido su carroza argentina 
para ver de sus ojos la dulzura de luz? 
¿O en el rey de las islas de las rosas fragantes, 
o en el que es soberano de los claros diamantes, 
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz? 

¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa 
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa, 
tener alas ligeras, bajo el cielo volar; 
ir al sol por la escala luminosa de un rayo, 
saludar a los lirios con los versos de mayo 
o perderse en el viento sobre el trueno del mar. 

Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata, 
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata, 
ni los cisnes unánimes en el lago de azur. 
Y están tristes las flores por la flor de la corte, 
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte, 
de Occidente las dalias y las rosas del Sur. 

¡Pobrecita princesa de los ojos azules! 
Está presa en sus oros, está presa en sus tules, 
en la jaula de mármol del palacio real; 
el palacio soberbio que vigilan los guardas, 
que custodian cien negros con sus cien alabardas, 
un lebrel que no duerme y un dragón colosal. 

¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida! 
(La princesa está triste. La princesa está pálida.) 
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil! 
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe, 
(La princesa está pálida. La princesa está triste.) 
más brillante que el alba, más hermoso que abril! 

-«Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-; 
en caballo, con alas, hacia acá se encamina, 
en el cinto la espada y en la mano el azor, 
el feliz caballero que te adora sin verte, 
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte, 
a encenderte los labios con un beso de amor».


Lourdes


sábado, 10 de noviembre de 2018

LOS MONSTRUOS NUNCA MUEREN, DE CARLOS MARZAL

Feria del Libro de Valencia 2017

Carlos Navarro Marzal, (Valencia1961) es uno de los principales representantes de la poesía de la experiencia, que dominó la lírica española en los años 80 y 90. Numerosos críticos incluyen también en este grupo la obra de autores como Luis García MonteroFelipe Benítez Reyes o Vicente Gallego.
Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Valencia, durante sus diez años de existencia codirigió Quites, revista de literatura y toros. La obra poética de Marzal alcanza su punto de mayor éxito con la publicación de Metales pesados, poemario que tras su publicación consigue los premios Nacional de Poesía y de la Crítica. El año 2003 obtuvo el Premio Antonio Machado de Poesía y en 2004 el XVI Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe por su obra Fuera de mí. Ha debutado en la narrativa con la novela Los reinos de la casualidad (Tusquets, 2005), considerada como la mejor novela del año por el suplemento El Cultural del periódico El Mundo.


Los monstruos nunca mueren

Si crees que retroceden, si parece
que han olvidado el rastro de tus días,
tus lugares sagrados, tus ruinas,
el bosque inabarcable de tus sueños;
si sonríes, porque ya no recuerdas
la última noche en que te atormentaron,
ten por seguro que andarán buscándote,
ten por seguro que darán contigo.
Y entonces pisarán donde tú ya has pisado,
incendiarán tu bosque, tendrás cita
con ellos en su cama, jugarán con tus cartas,
beberás de su copa
y soñarán por ti castigos impensables.
Los monstruos nunca mueren .
Viajan dentro de ti, regresan siempre.
Son los pasos que escuchas
en el destartalado desván de la conciencia,
el ruido del somier de dos que follan
en el cuarto contiguo en que no hay nadie.
Los monstruos son las sombras chinescas que proyecta
un insomne demonio en la pared,
o el salvaje aleteo de un pájaro invisible
en un cofre cerrado; la llamada
en mitad de la noche, sin respuesta,
y es la respiración del monstruo
la que está al otro lado, jadeando.
Son el centro de un ojo
que no puede dormir,
porque no tiene párpado.
Pasa el tiempo, se pierde,
la memoria se pudre,
desolladero abajo de nosotros,
el amor se consume por obra de su fuego.
Los secretos terminan traicionándose,
cede la fiebre, el sol declina,
se nos muere la dicha del que fuimos,
el que somos se muere sin saberlo.
Pero los monstruos no.
Los monstruos nunca mueren.

Carlos Marzal.



Lourdes


viernes, 28 de septiembre de 2018

TE RECUERDO AMANDA, VÍCTOR JARA


Víctor Lidio Jara Martínez (28 de septiembre de 1932- 16 de septiembre de 1973) fue un músico, cantautor, profesor y director de teatro chileno, referente internacional de la canción protesta y como cantautor uno de los artistas más emblemáticos del movimiento músico-social llamado Nueva Canción ChilenaFue militante del Partido Comunista de Chile, su ideología  se refleja en su obra artística, de la que fue pieza central. 
Tras el golpe de Estado que derrocó al gobierno de Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973, Jara fue detenido por las fuerzas represivas de la dictadura militar recién establecida. Fue torturado  (le realizaron quemaduras con cigarrillo, le rompieron los dedos, le cortaron la lengua y lo sometieron a simulacros de fusilamiento) y posteriormente asesinado en el antiguo Estadio Chile (el cuerpo fue encontrado el día 19 del mismo mes con 44 impactos de bala), que con el retorno de la democracia fue renombrado Estadio Víctor Jara. 


Dirigió numerosa obras de teatro como  La mandrágora, de Maquiavelo (1960),  La  remolienda, de Sieveking (1965), o La casa vieja, de Abelardo Estorino (1966).   Como cantautor entre su discográfica podemos encontrar los álbumes: Víctor Jara (1966), Canciones folclóricas de América (con Quilapayún) (1967), Pongo en tus manos abiertas... (1969),  Canto libre (1970), El derecho de vivir en paz (1971), La población (1972), Canto por travesura (1973); también hay una serie de ediciones póstumas y discos grabados en vivo.


Te recuerdo Amanda


Te recuerdo Amanda
La calle mojada

Corriendo a la fábrica

Donde trabajaba Manuel

La sonrisa ancha
La lluvia en el pelo

No importaba nada

Ibas a encontrarte con él
Con él, con él, con él, con él, con él

Son cinco minutos
La vida es eterna en cinco minutos

Suena la sirena

De vuelta al trabajo 
Y tu caminando
Lo iluminas todo
Los cinco minutos 
Te hacen florecer

Te recuerdo Amanda
La calle mojada

Corriendo a la fábrica

Donde trabajaba Manuel

La sonrisa ancha
La lluvia en el pelo

No importaba nada

Ibas a encontrarte con él
Con él, con él, con él, con él, con él

Que partió a la sierra
Que nunca hizo daño

Que partió a la sierra

Y en cinco minutos quedó destrozado
Suena la sirena
De vuelta al trabajo
Muchos no volvieron
Tampoco Manuel

Te recuerdo Amanda
La calle mojada
Corriendo a la fábrica
Donde trabajaba Manuel


Autor: Victor Jara
Letra de Te recuerdo Amanda © Warner/Chappell Music, Inc



Víctor Jara. Álbum: En México (En Vivo)
Te Recuerdo Amanda (En Vivo)

Lourdes

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Y UNO APRENDE..., DE VERÓNICA A. SHOFFSTALL Y ATRIBUIDO A BORGES



La autora de  Y uno aprende, también conocido como, Después de un tiempo aprendí es Verónica A. Shoffstall, que a los 19 años escribió el original en inglés, “After a while”, del que circulan por la red numerosas traducciones, en ocasiones atribuidos a Jorge Luis Borges e incluso a William Shakespeare.
Después de buscar y buscar en Internet he podido comprobar que muchos entendidos y estudiosos se lo atribuyen a Veronica A. Shoffstall.

Y uno aprende…
Después de un tiempo,
uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano y encadenar un alma.

Y uno aprende…
que el amor no significa acostarse
y una compañía no significa seguridad.

Y uno empieza aprender…
Que los besos no son contratos
y los regalos no son promesas.

Y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos.

Y uno aprende…
a construir todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes,
y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende…
que si es demasiado, hasta el calorcito del sol quema.

Y aprende…
a plantar su propio jardín y decorar su propia alma,
en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.

Y uno aprende…
que realmente puede aguantar,
que uno realmente es fuerte,
que uno realmente vale.

Y uno aprende y aprende…
y con cada adiós uno aprende.

Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro,
significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.
Con el tiempo comprendes que solo quien es capaz de amarte con tus defectos,
sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.
Con el tiempo te das cuenta de que si estas al lado de esa persona solo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.

Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados,
y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado solo de amistades falsas.
Con el tiempo también aprendes que las palabras dichas en un momento de ira
pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.
Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace,
pero perdonar es solo de almas grandes.

Con el tiempo te das cuenta de que aunque seas feliz con tus amigos,
algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen
ocasionará que al final no sea como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro,
sino el momento que estabas viviendo justo en ese único instante.

Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado,
extrañarás inmensamente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.
Y aprendes que hay 3 momentos en la Vida que uno no puede remediar:
La oportunidad que dejaste pasar,
la cita a la que no asististe,
la ofensa que ya pronunciaste.

Con el tiempo también aprendes sobre El dinero… y entonces comprendes que:
Puedes comprarte una Casa, pero no un Hogar,
Puedes comprarte una Cama, pero no hacerte Dormir,
Puedes comprarte un Reloj, pero no te dará el Tiempo,
Puedes comprarte un Libro, pero no Conocimiento o lo que necesitas aprender,
Puedes comprarte una Posición, pero no sirve para tener Respeto,
Puedes comprarte Medicinas y pagar la consulta al médico, pero no te da Salud,
Puedes comprarte Sangre, pero no Vida,
Puedes comprarte Sexo, pero no Amor. Con el tiempo también aprendes que la vida es aquí y ahora,
y que no importa cuantos planes tengas, el mañana no existe y el ayer tampoco.

Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo,
ante una tumba, ya no tiene ningún sentido.

Pero desafortunadamente, todo esto lo aprendes sólo con el tiempo. 

Verónica A. Shoffsltall



Algunas de las fuentes consultadas:

https://www.lavaca.org/notas/borges-y-el-papelon-del-gobierno-porteno-el-origen-del-error/

http://agujademarear.blogspot.com.ar/2008/06/poesa-contra-el-olvido-el-borges.html


                    Lourdes