La casa de Foster HillJaime Jo Wright
Nº de páginas: 368
Editorial: Libros de seda
Año de publicación: 2020
Género: Novela negra, thriller
Jaime Jo Wright es bebedora de café profesional y autora de best sellers del ECPA/Publisher’s Weekly. Vive en las colinas de Wisconsin, desde donde escribe historias románticas con toques de misterio. El café le sirve para alimentar su sarcástica personalidad. Vive en el país de Nunca Jamás con su capitán Garfio, quien le robó el corazón hace tiempo y que no tiene intención de devolvérselo, su pequeña hada Campanilla y un Peter Pan muy travieso. Los cuatro se embarcan juntos en montones de aventuras, lo que no hace sino aumentar su amor por las historias de amor y de intriga.
Sinopsis
Una casa abandonada, un asesinato y un misterio con raíces en el pasado que llega hasta el presente.
Para Kaine Prescott la muerte no es una extraña. Su marido murió hace dos años en insólitas circunstancias y sus suplicas para que la investigación fuera más allá cayeron en saco roto. Para olvidar y empezar de nuevo, decide comprar una vieja casa en la ciudad natal de su abuelo, Oakwood. Al ver el edificio por primera vez, abandonado y decrépito, se da cuenta de que quizá se ha precipitado. Y lo peor está por llegar, pues la oscura historia del edificio saldrá a la luz y Kaine se dará cuenta de que ahora sí que no tiene dónde esconderse. Hace cien años, la casa de Foster Hill no guardaba más que recuerdos dolorosos para Ivy Thorpe. Tras encontrar el cadáver de una desconocida en la propiedad, Ivy se ve obligada a investigar de quién se trata, un camino peligroso... ¿Podrá desentrañar el misterio que envuelve la casa antes de que su vida o cualquier otra se pierdan?
Opinión personal
La casa de Foster Hill es una de mis lecturas del año pasado y que todavía no tenía reseña. Es difícil cuando pasa el tiempo y se amontonan las reseñas, por eso y por ser una novela de suspense y misterio no voy a contar mucho. Es entretenida, interesante, engancha, se lee muy rápido y tiene ese punto oscuro, no voy a decir que de miedo, pero es cierto que crea una atmósfera de misterio y suspense en torno a esa especie de maldición de la casa de Foster Hill que da nombre al título.
Tenemos dos líneas temporales. Una nos lleva al pasado, a marzo del año 1906 en Oakwood (Wisconsin) donde conoceremos a Ivy Thorpe y a su padre el doctor Thorpe. Han encontrado el cadáver de una joven en extrañas circunstancias cerca de una casa de la que todos dicen que está encantada, y ella decide implicarse en la investigación. Para ayudar al sheriff en la investigación del caso aparecerá Joel Cunningham, amigo de la infancia de Ivy y de Andrew, el hermano fallecido de ella. No sabía nada de él desde la muerte de Andrew, hace ya varios años y su aparición causará en ella sentimientos encontrados.
La muerte tenía un modo especial de trepar por el alma. Ivy Thorpe estaba decidida a no sorprenderse cuando la visitara. Su historia quedaría grabada y se recordaría. No había nada peor que ver cómo un alma se desviaba de la eternidad, sabiendo que el cuerpo se convertiría en polvo mientras la vida que se había vivido devenía una fotografía en blanco y negro con un nombre olvidado. Vidas perdidas con el paso del tiempo. Olvidadas. Como la de Andrew.
Los residentes de Oakwood la llamaban «la guardiana de la memoria» y se referían a lo que escribía como su «diario de la muerte». Asumían que había desarrollado una fascinación morbosa por la muerte desde que ocurriera la de su hermano Andrew. Lo que los habitantes de Oakwood no entendían era que nadie, nunca, merecía que lo olvidaran, así que ella hacía todo lo que estaba en su mano para salvaguardar su historia más allá de las esquelas que se publicaban en el periódico.
La otra línea temporal nos trae al presente, en ella Kaine, descendiente de Ivy, decide trasladarse a Oakwood el pueblo de sus antepasados donde ha comprado una casa vieja que pretende restaurar. No ha sido capaz de superar la muerte de Danny, su marido. Ella cree que fue asesinado, pero para la policía fue un accidente y no ha investigado. Además, está huyendo de un acosador. Por supuesto hay misterio, suspense, sucesos que parecen ser sobrenaturales, una casa que parece encantada, asesinatos sin resolver en el pasado y en el presente, amistad y amor. Secretos del pasado que alguien no quiere que salgan a la luz.
Aquello no era lo que había querido de la casa de Foster Hill. Lo que ella quería era recuperar el deseo de vivir. Pero en lugar de eso, la muerte seguía persiguiéndola.
Aquella casa era el reflejo de su propia alma. Era aterradora. La casa estaba muerta.
Los capítulos se van intercalando, iremos conociendo lo sucedido en el presente y el pasado hasta llegar a la resolución de todos los misterios y su relación con las protagonistas. Kaine contará con la ayuda de Joy y de su amigo Jesse Grant.
Frases
Se llevó los dedos al medallón vacío que colgaba de su cuello. Se lo había dado su hermano, y un día guardaría en él algo valioso. Algo que fuera una promesa de que la vida tenía un principio, en lugar de ser una línea sin fin de viajes hacia la eternidad.
A aquella joven le habían arrancado la vida, la habían escondido en un tronco podrido y no había nadie allí que sintiese verdadera pena por ella. No había más que la tradición de dejar que un alma descansara en paz, pero ¿cómo podría hacerlo cuando su asesino seguía libre, nadie sabía quién era ella y su hijo había desaparecido?
—Quiero ver belleza. No oscuridad. No muerte. Quiero ver la vida y lo que promete.
La esperanza no solo curaba, hacía que las heridas fueran menos profundas. Había crecido acostumbrada a perder. Lo esperaba. Esperaba el fracaso de aquellos que la rodeaban.
La casa de Foster Hill es una entretenida novela de misterio y suspense que te atrapará desde el principio.
Lourdes