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jueves, 2 de marzo de 2023

LA MUERTE DEL HIPSTER, DANIEL GASCÓN (8 - 2023)

La muerte del hipster

Serie: hipster (2)

Daniel Gascón

N º de páginas: 176

Editorial: Penguin Random House

Año de publicación: 2021

Género: Narrativa contemporánea



Daniel Gascón (Zaragoza, 1981) estudió Filología Inglesa y Filología Hispánica en la Universidad de Zaragoza. Ha publicado tres colecciones de relatos La edad del pavo (2001), El fumador pasivo (2005), y La vida cotidiana (2011). La memoria familiar, Entresuelo (2013), El ensayo sobre la crisis catalana El golpe posmoderno (2018), y las novelas Un hipster en la España vacía (2020) y La muerte del hipster (2021)

Es responsable de la edición española de la revista Letras Libres, columnista de El país y colabora en El Periódico de Aragón. Fue coguionista de la película Todas las canciones hablan de mí, de Jonás Trueba, y ha editado los Cuentos completos de Javier Tomeo. Ha traducido al castellano a autores como Christopher HichensSaul Bellow y Mark Lilla.

Ha vendido a Netflix los derechos de su novela Un hipster en la España vacía.


Sinopsis

Regresa Enrique Notivol, el hipster, que debe hacer frente a los urbanitas que, hartos de la ciudad asolada por la Covid-19, pretenden invadir su tranquilo rincón de la España vacía.

Tras una ruptura con su novia, desencantado de la vida moderna y ansioso por encontrar la autenticidad y la comunión con la naturaleza, Enrique Notivol abandonó Madrid y se instaló en el pueblo de su tía en Teruel. Tenía grandes planes: huertos colaborativos, gallineros no heteropatriarcales y talleres de nuevas masculinidades. Contra todo pronóstico, llegó a ser alcalde y encontró el amor con Lourdes, la dueña del bar de la carretera.

Ahora la pandemia amenaza el mundo tal y como lo conocemos y gestionar el confinamiento en una zona despoblada tiene complicaciones inesperadas. Debe actuar ante el desafío secesionista de las Masías de la Rambla, solventar las dificultades de la campaña de vacunación, presentar un proyecto para acceder a los fondos europeos y gestionar el toque de queda, pero Enrique y los cañadienses idean soluciones imaginativas para sortear estos problemas, como la autodeterminación horaria, que permite a cada uno vivir en la hora que le apetezca.

Sin embargo, hay algo para lo que quizá el hipster no esté preparado: la llegada de los urbanitas -y de su exnovia- que, hartos de la ciudad asolada por la Covid-19, pretenden invadir su tranquilo rincón de la España vacía.

Con un protagonista irritante y entrañable, una especie de Quijote posmoderno rodeado de personajes que son extravagantes sin saberlo, La muerte del hipster es una novela divertidísima que ofrece un retrato esperpéntico y lúcido de nuestra sociedad, sus debates y sus obsesiones.

Opinión personal 

La muerte del hipster es la continuación de la novela Un hipster en la España vaciada. En esta ocasión he leído la novela en el Club de Lectura. Aunque no había leído el primer libro, se puede seguir perfectamente la lectura. Es una novela corta que me ha costado leer. No es una lectura fácil, al menos para mí. No he conseguido empatizar con el hipster. Las compañeras del club que habían leído las dos novelas coincidían en que la primera es mejor.

Hipster es un término de la lengua inglesa que la Real Academia Española (RAE) no incluye en su diccionario. Un Hipster se caracteriza por adoptar un estilo de vida con gustos e intereses asociados a lo vintage, lo alternativo y lo independiente, están en contra de las convenciones sociales y rechazan los valores de la cultura comercial 

En la primera novela, tras una ruptura con su novia, Enrique Notivol, el hipster protagonista de las dos novelas, abandonó Madrid y se instaló en el pueblo de su tía, La cañada de Azcón, (de 234 habitantes), en Teruel.

—Lo que está claro es que vivimos demasiado deprisa, estamos obsesionados por el dinero, el prestigio, el temor a quedarnos fuera, la visión del turismo se ha extendido a toda nuestra vida, la sensación de que hay que experimentar constantemente…

En La muerte del hipster, el protagonista, debe hacer frente a los urbanitas que, huyendo de la pandemia, pretenden establecerse en su tranquilo rincón de la España vacía. Ahora es el alcalde y encontró el amor con Lourdes, la dueña de uno de los dos bares del pueblo.

Ahora tendrá que, gestionar el confinamiento, con unas complicaciones insospechadas, enfrentarse a los habitantes de las Masías de la Rambla y su idea de secesión, la campaña de vacunación, o presentar un proyecto para acceder a los fondos europeos. 


Uno debe acostumbrarse a convivir con la frustración, y unos años como seguidor del Real Zaragoza y toda una vida de voto a partidos de izquierda me han fortalecido en ese aspecto. Los problemas que llegaban eran cuestiones más bien cotidianas, relativamente fáciles de resolver.

Por lo demás, al margen de la pandemia, la vida transcurría más o menos como siempre había transcurrido en el Maestrazgo, apaciblemente, entre la emergencia climática, la crisis económica y la extinción demográfica.


Obviamente, con la pandemia no ha sido fácil desarrollar todos nuestros proyectos: arreglar la fachada del ayuntamiento, descarbonizar el Maestrazgo, socavar la influencia nociva del heteropatriarcado, resignificar las relaciones interpersonales en un contexto de transformación global. En los últimos casos ha habido avances importantes, pero lo de la fachada del ayuntamiento parece que tendrá que esperar un poco, a ver si en otoño podemos hacer algo. También ha sido decepcionante lo de los fondos europeos.

La llegada de los urbanitas no solo van a revolucionar a los habitantes del pueblo, el alcalde, nuestro protagonista, tendrá que enfrentarse a la llegada al pueblo de su exnovia con su actual pareja, su mejor amigo.

El hipster, que es el narrador, puede parecer irritante, o entrañable, una especie de Quijote, pijo y posmoderno, rodeado de personajes que son extravagantes sin saberlo. Algunas veces cándido (o ababol), otras veces pedante, hace continuas referencias a escritores o filósofos, sus ideas y sus obras, lo que hace un poco pesada la lectura. Abanderado de la nueva masculinidad, dogmático hasta lo ridículo, que al instalarse en un pueblo de Teruel pretende, con buena intención, modernizar a sus habitantes. 


Pero aunque en el pueblo hemos tenido a raya la Covid-19, ha habido dos pulmonías. Es verdad que no son de Teruel Teruel, la madre de Luis parece que era de Valencia, y quieras que no eso se nota.


Si hay algo que he aprendido en este tiempo de vivir en Teruel es que hay que ir con la verdad por delante y que no hay que olvidarse el jersey, que de día hace sol pero a la tarde refresca.



La muerte del hipster es una novela corta y diferente sobre la España vacía y la pandemia, contada con toques de humor y sarcasmo.


             Lourdes

2 comentarios:

  1. Hola.
    No la conocía, parece muy curiosa. De esas lecturas actuales a las que merece echarle un ojo, temática y desarrollo original e interesante al parecer.
    La tendré en cuenta.
    Un saludito.

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  2. Hola Lourdes!!
    Gracias por la recomendación, se lee interesante.
    Besos💋💋💋

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