Se tiene que morir mucha gente
Victoria Martín
256 páginas
Editorial Plaza & Janes
Publicación 2022
Novela contemporánea, humor
Victoria Martín (Madrid, 1989) es cómica y guionista. Ha sido presentadora de Yu, No te pierdas nada y guionista en La resistencia. Ha escrito y protagonizado la serie Válidas. Su podcast junto con Carolina Iglesias, Estirando el chicle, es uno de los más escuchados de nuestro país, dos premios Ondas a Mejor Podcast y está en la lista de los mejores Podcast según Forbes. Han sido las primeras en llenar las 12000 localidades del Wizink Centre. Además, junto a Nacho Pardo, tiene su propia productora de contenidos audiovisuales, Living Producciones.
Sinopsis
La primera novela de Victoria Martín narra con desvergüenza e ironía la historia de cuatro amigas que tendrán que enfrentarse a una vida que no es la que esperaban.
Bárbara trabaja como asistente de guion en un programa de entretenimiento repleto de hombres que se creen tremendamente graciosos, es adicta a los ansiolíticos y está obsesionada con el dinero. Vive con su amiga de toda la vida, Maca, una aspirante a actriz que solo acumula rechazos en su currículum. Un día recibe una invitación de Elena, antigua compañera del colegio, para acudir a una de esas fiestas donde anuncian el sexo del bebé explotando un globo, cortando una tarta o lanzando un cohete. Decide ir porque necesita poner en orden su vida, y participar del capitalismo más descarnado engullendo un cupcake en forma de bebé le parece la mejor manera de empezar. Pero tras la fiesta, Elena, desesperada y en la recta final de su embarazo, abandona a su marido y se muda con Bárbara y Maca, una noticia terrible para ellas que trastocará por completo sus vidas. Al grupo se unirá Fabiola, una influencer con una marca de joyas «sostenible» que hacen niños en Bangladés y que comparte en Instagram frases como «Si quieres, puedes» o «Hakuna Matata». Es decir, un adulto funcional siguiendo los consejos de Pumba, el jabalí de El Rey León.
Así comienza esta historia: una embarazada ciclotímica, una actriz fracasada, una influencer inestable y una guionista frustrada tendrán que enfrentarse a una vida que no es la que realmente querían ni esperaban. Una novela sobre la inacción frente a los problemas del día a día que narra con ironía la historia de unas amigas, que se vuelven a reencontrar para descubrir que lo único que tienen en común es el paso del tiempo.
Opinión personal
Se tiene que morir mucha gente es una novela que encontré por casualidad. Me llamó la atención el título, me intrigó y tuve que leerla. Se trata de una novela que leí el año pasado y que, como en la sinopsis cuenta bastante de la trama, no hace falta que comente mucho más. Tal vez las situaciones son algo exageradas a veces. Es una novela de humor, con situaciones divertidas, surrealistas e impredecibles. Es entretenida, se lee rápido, ideal para leer en vacaciones. Me gustó, y me reí leyéndola.
Frases
No soy ni guapa ni fea, ni alta ni baja, soy la mediocridad personificada y eso es bastante cómodo para acudir a eventos de gente decente, y para cualquier cosa que pretendas en la vida. Paso desapercibida y puedo estar borracha en cualquier fiesta o acontecimiento sin que nadie repare en mí.
Los humanos no tenemos sueños, queremos vivir tranquilos haciendo lo mínimo. PUNTO.
De niña ya comprendí que hacer las mismas cosas que un hombre siendo mujer tenía consecuencias, porque ellos acababan montando una religión con miles de adeptos y las mujeres terminaban sin identidad y en la hoguera. Los hombres, sintiéndose amenazados, han hecho lo indecible con tal de destruir el poder social de las mujeres y su valía como seres humanos autónomos.
Hay gente, sin duda, cuya única función en la vida es ser completamente ridícula.
Leí en algún artículo que las mujeres tomamos entre dos y tres veces más psicofármacos e hipnosedantes que los hombres, cosa que no me extraña, porque no sé cómo podríamos aguantar todo esto sin drogas. No se nos puede pedir que sigamos existiendo en una desigualdad apabullante, viviendo en la preciosa discriminación que nos ofrece el machismo estructural y sistémico, y encima que lo hagamos sobrias.
—Eres la reina de las buenas decisiones, siempre aciertas porque es difícil cagarla cuando no haces NADA —afirmó con seguridad.
Es delirante la forma en la que nos subestiman si creen que de verdad nos tragamos esa pantomima. Es posible que lo hiciéramos durante algún tiempo, hasta que nos dimos cuenta de que lo que se les da mal siempre tiene que ver con limpiar una sartén, el culo de un niño o programar una lavadora. ¡Qué suerte tienen ellos, que son fantásticos en el hábil arte de tener poder!
Se tiene que morir mucha gente es una divertida y entretenida novela.
Lourdes