Autor: Juan Bolea
Nº de Páginas: 344 págs
Editorial: Ediciones B
Año de Edición: 2016
Género: Novela Policíaca
Juan Bolea vive en Zaragoza, aunque nació en Cádiz en 1959. Es licenciado en geografía e historia está considerado como uno de los escritores españoles que han renovado la novela negra. A lo largo de su carrera literaria ha cultivado diferentes géneros; el relato de aventuras, la sátira política o el thriller psicológico. Su primera novela El Palacio de los jardines oblicuos mereció el premio de Novela Corta Alcalá de Henares.
Su serie policíaca protagonizada por la inspectora Martina de Santo ha sido muy elogiada por los lectores: Los hermanos de la Costa, La mariposa de obsidiana, Crímenes para una exposición, Un asesino irresistible, La melancolía de los hombres pájaros( Premio Abogados 2011) El oro de los jíbaros y la más reciente, El síndrome de Jerusalén. En 2010 publicó Orquídeas negras (finalista del premio Dashiell Hammett de la Semana Negra de Gijón), 2012 Pálido monstruo y en 2015 apareció Parecido a un asesinato, cuyos derechos cinematográficos han sido adquiridos por una productora.
Actualmente dirige el Festival Aragón Negro, La semana del Libro de Daroca, Las jornadas de Literatura y Criminología de Calatayud, el Taller Literario de Pina de Ebro, entre otras actividades y gestiones culturales. También participa habitualmente en las principales Ferias del Libro y Semanas Culturales de España y otros países, y como Jurado en numerosos Premios y galardones.
Cuando el detective Florián Falomir es contratado para esclarecer el robo de una talla de la virgen que aparentemente no tiene ningún valor especial, no puede imaginar hasta qué punto se van a complicar las cosas. Pronto se verá envuelto en la trama vertiginosa cuya clave podría estar en los misteriosos sucesos de años atrás, cuando tres niños realizaron una serie de supuestos milagros tras una aparición mariana. Las pistas conducirán a Falomir (un inolvidable investigador de origen armenio que merece un puesto de honor en el actual panorama del género negro) hasta la ciudad de Jerusalén, donde entrará en acción la inspectora Martina de Santo, el personaje fetiche de Juan Bolea. Una novela de intriga llena de sorpresas y giros inesperados en la que no faltan los toques de humor y un final extraordinario, a la altura de la originalidad del argumento.
En El Síndrome de Jerusalén Falomir es el encargado de llevar el peso de la narración utilizando la primera persona, que intercalado con el diálogo el resultado es una novela que se lee fácil a lo que contribuye la personalidad del protagonista que atrapa al lector desde el principio con un humor muy peculiar. Comentó el autor cuando estuvo en el club de lectura al que pertenezco que no será la última vez que colabore Faromir con Martina de Santo. Ambos utilizan distintos métodos de trabajo, ella seria y científica, él utiliza más el ingenio.
También comentó Bolea que se trata de "una novela que tiene una elaboración larga, que he cocinado a fuego lento, porque he ido acumulando mucho material que tiene que ver con experiencias místicas y religiosas."
Entretenida y de fácil lectura. Creo que es todo un acierto el personaje de Falomir, hacen una pareja estupenda de Santo y él.
El titulo de la novela viene por ser El síndrome de Jerusalén una enfermedad psíquica, el afectado se identifica completamente con un personaje de la historia sagrada del Antiguo o del Nuevo Testamento y actúa como tal.
La recomiendo.
Lourdes
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