Blas de Otero Muñoz (Bilbao, 15 de marzo de 1916 –Majadahonda, Madrid, 29 de junio de 1979) fue uno de los principales representantes de la poesía social de los años cincuenta en España. Su familia quedó en la ruina y decidieron trasladarse a Madrid, cuando tenía trece años murió su hermano tres años mayor que él, y tres años después falleció su padre. En 1931 comenzó a estudiar Derecho, pero tuvo que volver a Bilbao con su familia y se preparó por su cuenta. Aquí empieza su obsesión por la muerte, su pesimismo, su introversión. Intensificó sus lazos con la religión que le ayudó a sobrellevar sus problemas. También se apoyó en la amistad y en el arte. Al producirse el golpe de Estado en España de julio de 1936, se incorpora a los batallones vascos, pero después de la toma de Bilbao y un tiempo en un campo de depuración, fue reenganchado por el bando franquista y enviado al frente de Levante. Al concluir la guerra entra a trabajar como abogado en una empresa metalúrgica vizcaína. En 1943, abandona la empresa bilbaína y viaja a Madrid siguiendo su vocación literaria, pero tras un tiempo estudiando Filosofía y Letras y desencantado del ambiente universitario regresa a Bilbao y se dedica a dar clases particulares de Derecho y a prepararse unas oposiciones. En 1945 sufrió una crisis depresiva que lo llevó a recluirse en un sanatorio.
Fue cofundador de varios grupos poéticos, entre ellos destaca Nuestralia. Su poesía pasa por varias etapas: la religiosa, la existencial y la social. Pido la paz y la palabra es una clara muestra de su etapa social. Publicó más de una decena de poemarios, recopilaciones y antologías. destacan: Cántico espiritual (1942), Ángel fieramente humano (1950), Redoble de conciencia (1951), Pido la paz y la palabra (1955), y Ancia (1958) entre otros.
Fue cofundador de varios grupos poéticos, entre ellos destaca Nuestralia. Su poesía pasa por varias etapas: la religiosa, la existencial y la social. Pido la paz y la palabra es una clara muestra de su etapa social. Publicó más de una decena de poemarios, recopilaciones y antologías. destacan: Cántico espiritual (1942), Ángel fieramente humano (1950), Redoble de conciencia (1951), Pido la paz y la palabra (1955), y Ancia (1958) entre otros.
Pido la paz y la palabra
Escribo
en defensa del reino
del hombre y su justicia. Pido
la paz
y la palabra. He dicho
"silencio",
"sombra",
"vacío"
etcétera.
Digo
"del hombre y su justicia",
"océano pacífico",
lo que me dejan.
Pido
la paz y la palabra.
Lourdes
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